La promesa (Historias para no dormir) (TV)
Sinopsis de la película
Inspirada en El Entierro Prematuro , una de las historias más didácticas y climáticas de Edgar Allan Poe. Es la historia del dueño de una funeraria, obsesionado y aterrado ante la posibilidad de ser enterrado vivo, al haber sufrido episodios de catalepsia. Vive con su sobrina, a la que intenta inculcarle su propio oficio. Pero ella no quiere saber nada de los muertos, y su tío la coacciona, obligándola a firmar una promesa escrita por la cual, en caso de fallecimiento de él mismo, ella debe prolongar el velatorio por tres días y enterrarlo en un ataúd con una tapa de cartón y a pocos centímetros de la superficie.
Detalles de la película
- Titulo Original: La promesa (Historias para no dormir) (TV)
- Año: 1968
- Duración: 47
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Opinión de la crítica
7
62 valoraciones en total
La tristeza de la soledad en el corazón, el frío que provoca la ausencia, el desconsuelo del alma abandonada, la luz de las velas que se mueve ante un imperceptible soplido, las sombras que se agigantan, el silencio que permite escuchar al silencio, el temor, la muerte lúgubre que anda rondando, desazón, inquietud, una mirada que parece del más allá, un chasquido, un golpe horrísono, una mirada huidiza o una sospecha agazapada.
Los fantasmas no existen pero dan mucho miedo cuando E. A. Poe y N. Ibáñez Serrador hablan sobre ellos.
226/08(09/12/19) Notable sexto episodio de la serie de culto de terror creada por Narciso Ibáñez Serrador para Historias para no dormir para RTVE, estrenado por el canal hispano el 12 de enero de 1969, manteniendo una frescura y atemporalidad. Dirigido por Chicho con guión propio (bajo el seudónimo Luis Peñafiel), inspirándose libremente en el relato El entierro prematuro (1844), del bostoniano Edgar Allan Poe. Chicho envuelve a la historia en un halo de goticismo espléndido, cubriendo de oscuridad el alma de los protagonistas, edificando un aura tétrica de soledad congénita, de aire malsano, en gran medida gracias a la estupenda cinematografía en b/n con resonancias al expresionismo alemán de Ricardo Torres (Solo para hombres)el modo de iluminar con velas donde la luz crea sombras lóbregas, con la muerte omnipresente, cadáveres por todos lados, exhumaciones, cementerios profanados, promesas ante notario tenebrosas, lluvias que crean camposantos avernales, noches entre féretros, incidiendo en uno de los temores más pesadillescos como es que nos entierren vivos, todo un compendio de aprensiones que nos rozan y rasgan, todo conformando una atmosfera de inquietud constante. Ello apoyándose en un villano incisivo como Luis Peña, que declama sus soliloquios de modo punzante, helándote el alma su egocentrismo. Todo narrado de modo fluido en un crescendo asfixiante, hasta llegar a su satisfactorio tramo final, con giros ingeniosos que remarcan el clima fosco del capítulo.
La acción se sitúa en Irlanda en 1840. Una bella joven, sobrina del enterrador de Renelagh, pequeño pueblo irlandés, no puede moverse de casa de su tío porque está prácticamente prisionera de él. La joven no tiene otra familia que su tío. Éste la ha obligado a firmarle la promesa de que, cuando él muera, verificará determinados preceptos para cerciorarse, sin lugar a dudas, de que no será enterrado vivo, confundiendo un ataque de catalepsia, a lo que es propenso, con la muerte real.
El lunar lo pondría sobre la co-protagonista Paloma Valdés, hay que creerse que es una adolescente y esto no pega, tampoco su actuación me queda natural, le falta expresividad, muy bonita, pero adolece de emitir sensaciones