La primera noche
Sinopsis de la película
Narra la historia de una pareja de campesinos que han sido desplazados de su tierra -una zona selvática, aislada del mundo, en la que han vivido su niñez y su juventud- y han sido brutalmente lanzados a enfrentarse a las calles de una ciudad desconocida, enorme y despiadada.
Detalles de la película
- Titulo Original: La primera noche
- Año: 2003
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
6.4
100 valoraciones en total
La realización no es mala, pero el argumento es un dramón desesperante. No hay ni un solo momento de respiro para el espectador. Ni siquiera llega la catarsis propia de las tragedias. Todo es drama sobre drama.
Aquí se ve que es mucho más sencillo contar situaciones tristes y desastrosas, que filmar con maestría escenas positivas y esperanzadoras. O, dicho de una manera más simplista, es más fácil cargar las tintas de un drama que crear una buena comedia.
Realmente esta película de Luis Alberto Restrepo es magistral: nos presenta de forma realista y muy cruda la historia de una joven pareja de campesinos de la sierra colombiana, con dos niños pequeños, que llegan a la capital Bogotá y sin tener donde alojarse pasan la primera noche en la calle, hambrientos, sin lavarse, pasando frío y sobre todo recordando a través de escenas del pasado intercaladas constantemente con las del presente, cómo fueron los sucesos allá en la montaña que les fueron llevando a la situación tan triste y desesperada que en esos momentos se encuentran.
Es una película que pone el vello de punta, al presenciar una realidad obvia de la actual Colombia donde los pobres campesinos se ven atrapados, asesinados, desplazados y padeciendo todo tipo de atropellos y violencia por parte de los guerrilleros, los paramilitares y los militares del ejército regular, de manera que al ser la parte más débil sufren las peores consecuencias y los que tienen la suerte de escapar vivos acaban en la capital mendigando o sumándose a la numerosa legión de personas marginadas.
Es una película al menos veinte veces mejor en todos los sentidos que THE FOUNTAIN (Darren Aronofsky, USA 2006) o SUNSHINE (Danny Boyle, GB 2007), por poner tan sólo dos ejemplos de cine reciente y super anunciado, y sin embargo a penas se ha oído hablar de LA PRIMERA NOCHE, film de Luis Alberto Restrepo, en los medios que nos llenan la cabeza con su propaganda. Lamentablemente, la mediocridad lo inunda todo y echa a un lado películas tan magistrales como ésta, las cuales pasan desapercibidas y a penas se nos informa de ellas. Yo, de hecho, me he enterado de su existencia por pura casualidad y cuatro años después de su estreno.
Fej Delvahe
Debido al estado de ánimo que tenía en ese momento, la primera vez que vi esta película, tuve la sensación de haber estado ante uno de los filmes más sentidos y dolorosos que se hayan hecho en Colombia, pero le reprochaba, como a La Tierra Tiembla de Visconti, a Los Bajos Fondos de Kurosawa, y a otros notables filmes, que no mostrara una luz al final del túnel.
>, emerge como un canto de resistencia. Hay pesadumbre y dolor en el campo, hay frío, desamparo y oportunismo en la ciudad… pero, cuando hay entereza y carácter, se guarda la esperanza de que quizás, cuando haya pasado la más dura noche, al salir de nuevo el sol podrán verse otros caminos que, probablemente, ofrezcan el regalo de nuevas y mejores oportunidades.
> se merece el sello de cine-arte.
Ahora, que he vuelto a verla con el ánimo afinado y en favorables condiciones, creo que estamos ante una de las más sólidas, emotivas y significativas películas que se hayan hecho en Colombia… y además de drama social, donde se reflejan, con rigurosidad histórica, los terribles conflictos que a diario padecen los campesinos, la indolencia de las autoridades, y los choques que padecen muchas familias donde los hijos se ponen al servicio de bandos contradictorios, esta película lleva sus personajes a la ciudad para mostrar que incontadas familias sólo salen de Guate-mala pa’ guate-pior (como suele decirse por estos lados) y un cartel en la vidriera de aquella agencia de viajes donde la pareja se refugia, nos trae la frase a colación.
Pero, hondamente motivado por esa preciosa y atinada debutante, Carolina Lizarazo, conseguí centrarme en su personaje y sentí que el filme nos da una fuerte imagen de mujer predispuesta a vivirlo todo y a sufrirlo todo. Es decir, Paulina, es cabal ejemplo del ser que entiende que no puede suceder nada mejor que lo que al final sucede. Sufre… pero sabe ser breve… y luego, sigue sus instintos sin aceptar la derrota definitiva. No se ata a nadie más que a sus hijos, y cuando el hombre no le da la medida, ¡lo manda al carajo dispuesta a soportar y a vencer su propio infierno!
En tal sentido, <
Reconocimiento especial a, Hernán Méndez, por su impactante rol como el ambiguo reciclador que pone calor (y prevención) a la fría noche bogotana, y bien por John Alex Toro, ¡aunque su personaje nos deja muy mal parados como esposos y caballeros!
Con todo, <
Nos encontramos ante una historia sencilla pero muy bien contada, con dos realidades paralelas:
– Una realidad formal que nos muestra las penalidades de unas personas que se ven obligadas a huir de su tierra para empezar desde cero en la gran ciudad debido a los conflictos armados a tres bandas que asolan su región.
– Otra realidad de fondo más íntima que nos muestra los conflictos sentimentales entre ellos, una historia de amor llena de tiras y aflojas.
El tratamiento de la película es ingenioso y ameno, y es de esas pocas obras en las que los constantes saltos espaciotemporales quedan perfectamente entrelazados y no entorpecen el desarrollo de la historia sino que lo enriquecen.