La novia era él
Sinopsis de la película
Henri Rochard (Cary Grant), un capitán de los servicios de contraespionaje francés, se enamora de una militar estadounidense, la teniente Catherine Gates (Ann Sheridan). Tras contraer matrimonio, Catherine es trasladada a su país natal, por lo que Henri se hace pasar por la mujer de un militar americano para poder viajar a los Estados Unidos.
Detalles de la película
- Titulo Original: I Was a Male War Bride
- Año: 1949
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
Película
7
96 valoraciones en total
Como Roger Henri Charlier, fue bautizado en su lugar de nacimiento (Antwerp, Bélgica), quien luego fuera mayor del ejército de su país y representante en los juicios de Nuremberg contra los crímenes de guerra de los alemanes, debido a su capacidad para hablar varios idiomas. Mientras se desarrollaban estos históricos juicios, el militar belga se accidentó en un coche… y así terminó en un hospital del ejército americano, donde conoció a la enfermera Catherine Gates, con quien no tardaría en hablar de matrimonio, planeando irse juntos hacia los Estados Unidos de Norteamérica de donde ella era originaria.
Firmando luego como Henri Rochard, el exmilitar belga decidiría contar la historia de su romance y las enrevesadas peripecias por las que tuvo que pasar para poder viajar hacia los EEUU como esposo de una oficial del ejército de este país. Un dedicado alegato contra la burocracia, pero, sobre todo, una difícil prueba que le serviría para comprobar si su amor era sólido y verdadero.
Publicada en el The Baltimore Sunday Sun, en 1947, con el título I was a male war bride, la historia no tardaría en interesar a los productores de cine, y así pasó a manos de Charles Lederer, Leonard Spigelgass y Hagar Wilde, quienes la convirtieron en una suerte de loca y pesadillesca comedia que, luego, el director Howard Hawks dirigiría sin demasiado brillo, pero con momentos muy afortunados.
El guion logra un gran acierto en la definición de los hechos que llevarán al pobre Rochard (capitán en la película), a pasar largas noches en vela porque, el destino, se muestra empeñado en que tiene que estar despierto para poder entender la realidad que pesa a muchos y que él deberá denunciar más adelante. Entre tanto, su esposa Catherine (ahora una teniente), luchará con gran empeño para salvar las barreras que se dan, no sólo en su relación de pareja, sino con la estrechez de las normas burocráticas.
Se habla también en el filme del antagonismo entre los sexos, pero aquí, en ese delicioso tono de me mostraré despectiva (y despectivo) porque temo que me rechace, que Catherine definirá como: Nos gustamos, pero no queremos reconocerlo. Porque, a veces ocurre que, aquel que más manifiestas odiar, puede ser el que más quieras, y aquella que menos te atrae, puede ser la que más estés necesitando. Así es el amor.
Cary Grant luce estupendo, aunque puso mucha resistencia a disfrazarse de mujer, y para convencerlo, el mismísimo Howard Hawks tuvo que llevarlo a un club de oficiales donde se le apareció disfrazado de mujer militar y se dispuso a atenderlo. Una valiente broma que dejó a Grant sin objeciones. Por su parte, Ann Sheridan le da la medida bordando con él, cuando menos, un par de secuencias muy divertidas: Una, cuando se les asigna la misión y deben viajar juntos en una moto, y la otra, cuando viendo la cola de un caballo se le ocurre a ella una idea luminosa.
LA NOVIA ERA ÉL, asegura un rato muy entre-jodidos.
Mediocre film de Howard Hawks, en el que lo único destacable sea como siempre la participación de Cary Grant, un actor capaz de traspasar la pantalla, pero que en esta ocasión ni por asomo logra crear una buena química con su pareja Ann Sheridan. Tiene algunas escenas entretenidas y divertidas pero que en general es bastante floja.
Esto no es una película, es un póster: la imagen de Cary Grant travestido de señora uniformada y subiéndose las medias antes la mirada divertida de unos marineros es una de las más populares de la iconografía cinematográfica de todos los tiempos. Es también lo único (o casi) que merece la pena de la película.
El guión no es más que una sucesión de escenas para que Cary Grant pueda mostrar su vis cómica. Le ponen una actriz quisquillosa al lado y, hala, a ir de acá para allá sin descanso y a hablar los dos como descosidos. Lo de la guerra de sexos funciona en otras películas y con otras actrices, pero Ann Sheridan no tiene, ni de lejos, el mordiente de Katharine Hepburn o Rosalind Russell (coprotagonistas de La fiera de mi niña y Luna nueva, respectivamente) y el guión, como hemos dicho, parece escrito por los Morancos. Hawks, por su parte, deja su impronta: en la película pasan muchas cosas (demasiadas) y muy deprisa, quizá porque el director era consciente de lo endeble del material que tenía entre sus manos. Ni siquiera las buenas ideas están desarrolladas, todo se queda en estado embrionario, y si uno acaba juzgando con indulgencia la película y apreciando sus momentos cómicos es por la presencia de Cary Grant, que no sólo enamora al personaje de Ann Sheridan sino también al espectador. Pero, en conjunto, La novia era él no está muy lejos de las películas de Paco Martínez Soria. Es más, Don Erre que Erre no sólo está igual de bien interpretada, sino mejor construida y rodada que la película que tenemos hoy entre las manos (hala, todo mi prestigio como crítico tirado por la borda).
Comedia muy alocada y divertida en la que destaca sobremanera la interpretación de Cary Grant que esta al nivel de otras comedias geniales como la fiera de mi niña o charada. Para mí la película tiene dos partes diferenciadas. De un lado la misión que deben llevar a cabo la pareja protagonista y por otro una vez acaban la misión y deciden casarse. A mi en la primera parte me parece una película entretenida pero que no destaca especialmente. Es a partir de la segunda parte cuando surgen los malos entendidos y la estupidez en la que incurre la burocracia cuando la película coge vuelo y se convierte en una estupenda comedia.
Como decía antes la burocracia crea muchas circunstancias absurdas ya que no contempla determinadas situaciones, cosa que también ocurre hoy en día como sabe todo aquel que halla tenido que sufrir el rellenar determinados documentos. Es cierto que las situaciones que se dan en la película, exageradas claro está al tratarse de una comedia, no podrían reproducirse en una película actual al tratarse de una película realizada en una época machista donde los roles de género estaban fuertemente diferenciados.
Película ideal para pasar un buen rato y muy recomendada principalmente para los aficionados de las comedias de enredo.
Magnífica comedia a dúo plena de inteligencia y diálogos ingeniosos a mayor gloria de Cary Grant, el hombre de las mil caras y, ojo, con una extraordinaria Ann Sheridan en las réplicas -qué risa de sonajero más contagiosa-.Ritmo vertiginioso, tempo sin desfallecimientos, frases brillantes, un guión un poco absurdo pero efectivo y una definición para la historia. ¿Guerra de sexos? Es cuando nos gustamos, pero ninguno quiere reconocerlo . Brillante.