La noche del ratón

5 comentarios en «La noche del ratón»

1. Que a priori una película no nos resulte atractiva no significa que vaya a ser una decepción a medias. Las mejores películas que recuerdo solidan salir de aquellos conceptos cinematográficos que menos me atraían. Eso se debe, en gran manera, a nuestras expectativas. Por eso mismo no quise saber nada de La noche del ratón antes de verla, cosa bastante sencilla porque no hay mucha información sobre este película casi amateur. Así pues tomé asiento y me dispuse a ver si conseguía sorprenderme. O al menos interesante. Pero resulta que no.
   
   Conceptualmente la película es sencilla y no se puede explicar mucho mas porque entonces desvelaríamos algún giro. Es sencilla (por no decir simple) y maximiza los pocos recursos de los que dispone alargando los tiempos. Toda la trama en la gasolinera se alarga hasta el exceso y lo que, quizás hubiese funcionado en un corto, se convierte en una agonía argumental donde hay momentos que parece no suceder absolutamente nada relevante (además de un desenlace sin ideas).
   
   En cuanto a los actores, la única que vale realmente la pena es Miriam Cabeza y aparece demasiado poco dejando paso a otro actor (Unai Garcia) cuyos registros son insuficientes para mantener por si solo la película en un único escenario.
   
   La noche del ratón es un honesto intento por hacer algo entretenido con pocos recursos y mucha imaginación. Puede que sea honesto pero desde luego tiene poco de entretenido y escasa imaginación.

2. La noche del ratón es una cinta española producida con sólo 6.000 euros y rodada íntegramente bajo el crepúsculo de las tierras de Euskadi. Un proyecto liderado por el cineasta David R. Losada, del cual sólo teníamos referencias hasta el momento por sus cortos Enarmonía y 13 Grados. Poco presupuesto y mucha bisoñez que sin embargo no es reflejo de un comienzo estimulante a la par que turbio, cuando Sandra tiene que madrugar para irse a una reunión a varios kilómetros de allí, lo que provoca las quejas de su novio Álvaro. Lamentos que tienen su base lógica cuando posteriormente observemos que Sandra en realidad está teniendo un affair con Jorge, compañero de trabajo y conductor del coche que les llevará hasta la reunión.
   
   Pero pronto descubrimos que La noche del ratón no es un thriller al uso. Aunque ese comienzo sea tan apaciguante como misterioso, seña inequívoca de que algo va a suceder, la cinta no adopta el clásico tono in crescendo que por sus primeros minutos parecía claro vislumbrar. El inevitable cambio de registro se produce de golpe y porrazo, sin jugueteos ni medias tintas, dejando al espectador pasmado en el sentido de que es casi imposible saber la razón de que se haya generado tal situación.
   
   Semejante planteamiento es seña inequívoca de muy buenas artes en la dirección, que consigue crear cierta confusión en el espectador al encontrarse en un terreno donde no sabe muy bien por qué está sucediendo lo que se ve en pantalla, algo que se extiende más allá del comentado giro de guión. Aquí tiene una importancia decisiva la nocturnidad, que de la mano de una banda sonora escasa pero efectiva se convertirá en el verdadero aliciente de la película.
   
   En esta línea, lo que no genera tan buenas impresiones es el guión. Durante el primer tramo de cinta, parece pecar de una construcción bastante simple que, sin embargo, casa bien con la ambientación de las primeras escenas. Sin embargo, el transcurso de los minutos deja entrever que quiere ir un paso más allá. Ante la dificultad que siempre entrañan las películas de escenarios escasos, Losada apuesta por ir renovando las situaciones que aparecen en pantalla con el objetivo que la tensión no decaiga casi en ningún momento. Pero sólo lo logra a medias, ya que avanzado el film, La noche del ratón deja la sensación de no haber avanzado en exceso desde su planteamiento inicial.
   
   Precisamente al ambientarse la película en pocos escenarios, goza de una importancia clave la faceta actoral. Pero esta se encuentra ciertamente descompensada ya que, mientras Miriam Cabeza (a la que hemos visto en varias series y programas televisivos, como Vaya semanita) realiza una interpretación casi de notable, el actor protagonista Unai García no aporta a la configuración de su personaje toda la solidez que debería, una circunstancia que muy probablemente se pueda achacar al hecho de que a su papel le hacía falta ir un paso más allá. Dicho de otro modo: Losada caracteriza a su protagonista como el clásico personaje pardillo de esta clase de cine, buscando que el espectador se identifique fácilmente con él y que así crezca la tensión. Buena idea en la teoría pero lo cierto es que, en la práctica, el repertorio gestual de García queda en exceso teatralizado.
   
   Sin ánimo de destripar lo más mínimo sobre el devenir de la cinta, es ineludible mencionar que el final no gustará a mucha gente. Servidor entenderá al que se cabree con semejante desenlace, pero lo cierto es que no le va del todo mal al sentido general de la película, ya que ofrece un resultado consecuente con lo que propone. La noche del ratón culmina así como una buena piedra de toque para conocer el interesante estilo de su director, una cinta que sólo se ve constreñida por un apretado presupuesto pero que reúne alicientes de sobra como para prestarla atención durante y después de su visionado.
   
   Álvaro Casanova – @Alvcasanova
   
   Crítica para http://www.cinemaldito.com (@CineMaldito)

3. La películas es malísima. El actor principal no te lo crees. Su interpretación es penosa. Ya sé que es su primera película pero es que su registro es plano hasta decir basta. La única que se salva un poco es Miriam Cabeza.
   
   En fin, el que avisa es avisador. NO PIERDAN EL TIEMPO CON ESTE BODRIO. Existen multitud de films para ver de una calidad a distancia sideral de éste dentro del cine español más reciente.

4. El otro día un amigo aficionado a los festivales y a escribir por estos lares, me invitó al festival FANT y a ver esta película. En principio, la película que íbamos a ver era un thriller (género que me apasiona), pero mis expectativas se disiparon en cuanto transcurrieron los cinco primeros minutos de película. Actualmente, se hacen muchas películas de thriller, y muy pocas consiguen destacar. Esta, por desgracia, no lo hace. Es una película más, del montón. Ni siquiera esos momentos surrealistas que tiene en determinados momentos consiguen levantar la tensión propia de este tipo de películas.
   
   Tal vez el problema resida en el actor protagonista que hace el papel de Jorge. Casi todo el peso interpretativo cae en él. Me resulta muy encartonado a lo largo de toda la pelicula. Me pareció que podía tener poca experiencia, pues es un actor desconocido, y de ahí sus carencias interpretativas. El director ha querido utilizar actores desconocidos para darle, entiendo, un poco de frescura, sin lograrlo.
   
   Sí que destacaría la banda sonora, en mi opinión la única cosa que puede sobresalir de este thriller para el montón.

5. Pura serie B de resultados muy dignos (los seis mil euros se han invertido razonablemente bien). La película no es mala, pero pese a tener ciertos puntos interesantes, no deja de ser una película complicada de recomendar porque sigue dejando un sabor de boca insuficiente. ¿Por? Si bien tiene ideas buenas y no está mal rodada, vende una imagen de serie B a la vez que le falta un algo para ser una película más redonda.
   
   Miriam Cabeza (y sí, ella también ha trabajado en Que Vida Más Triste) sin duda es la mejor actriz de la película pero Unai García, sobre quien recae casi toda la película, pese a esforzarse no consigue mantener el nivel esperado. La primera parte de la película consiste en conversaciones entre los personajes que no apuntan nada de lo que pasará después y todo en su conjunto tiene un aire muy de Hitchcock y eso implica que el potencial de la película es muy superior al resultado de la misma. Y ese es su mayor hándicap (y el espectador lo ve). También recuerda en algunos aspectos a Última llamada (2002, Joel Schumacher) lo cual es una nueva constatación de lo que la película podría haber sido y no fue.
   
   Una última consideración, debería de encontrarse una plataforma que permitiera disfrutar mejor de películas como ésta. Seguramente una sala de cine es mucho para La noche del ratón, pero cadenas de pago como syfy permiten emitir y sobretodo filmar producciones propias (a las que por favor habría que quitar el aire de telefilm). Como si la cadena Somos además de emitir cine español produjera películas como ésta.