La matanza de Texas 3
Sinopsis de la película
Una pareja que se dirige a Florida en plena crisis sentimental se detiene en una gasolinera en mitad del desierto de Texas para repostar gasolina. Allí son acosados por el encargado que, iracundo al ser despreciado por la chica y refrenado por su compañero, ataca con una escopeta a la pareja que milagrosamente consigue huir. En el camino se cruzarán con el temible Leatherface y su moto sierra eléctrica pero nuevamente lograrán escapar, esta vez, por un excursionista armado con un fusil. La familia de caníbales no descansará hasta que estos tres pasen por su parrilla y conseguir su cena… Tercera entrega de la saga.
Detalles de la película
- Titulo Original: Leatherface: Texas Chainsaw Massacre III aka
- Año: 1990
- Duración: 80
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Opinión de la crítica
4.3
66 valoraciones en total
Sí que es cierto que la segunda parte pierde mucho ante la obra maestra que es la inmortal primera matanza de Texas . Pero vamos, decir que esta ¿tercera? parte es mejor, creo que es una infamia (con respeto a los que sorprendentemente les haya gustado este bodrio). La segunda parte funciona si se toma en cuenta su lado paródico. Se le imprime un humor negro que la hace al menos una pieza interesante y loca a más no poder. Además una cosa muy importante es que la segunda parte contenía algunas escenas gore, que son su mayor atractivo, con unos excelentes maquillajes del maestro Tom Savini. En cambio aquí vemos como encima el nivel sangriento es muy pero que muy bajo. Parece que pretendían hacer una matanza de Texas apta para todos los públicos, falta que salga Mickey Mouse por ahí. En definitiva, la película es un horror. Nada funciona es mala, pero MALA en todos los sentidos. La primera mitad de la película es un soberano coñazo. La segunda mitad que ya entra en materia resulta enormemente decepcionante. En pocas palabras: una tomadura de pelo. De pleno se han cargado a Leatherface. Si en la primera era un monstruo espeluznante capaz de helar la sangre, aquí vemos que es un retrasado mental con pintas de heavymetalero (un look bochornoso) que ni mata, ni descuartiza… eso sí, se pone a jugar con una serie de juguetitos como cualquier niño de 6 años. LAMENTABLE. Las actuaciones son verdaderamente patéticas, no se salva ni el futuro Aragorn, Viggo Mortensen, que no me cuadra nada de nada en su papel de lunático caníbal. Para rematar la nueva familia de esta ¿secuela? es aún más patética que los actores que los encarnan. Por lo tanto si tenemos un film que no da miedo, que es aburrido, que no pasa casi nada y que hay menos sangre que en un anuncio de mercromina, todo junto en un guión patético y lamentable y un final que da auténtica risa involuntaria (no como la segunda cuyas burlas estaban más justificadas), pues el resultado es una gran mierda como un piano. Es un film verdaderamente lamentable, un insulto para su gran primera parte. Un bodrio que increíblemente fue superado en nivel de patetismo por su siguiente secuela…
Macabra, intensa, ultraviolenta, de atmósfera enfermiza, con sugerentes escenarios donde los bosques y la densa noche transmiten todo el tiempo la constante sensación de amenaza y aislamiento.
Como dato curioso hay que mencionar que vemos en el filme a un jovencísimo Viggo Mortensen en la piel de unos de los caníbales de la familia Sawyer.
La verdad que esta tercera parte me conformó, me entretuvo, me resultó muy ágil de ver y además se conserva muy bien la atmósfera de ranciedad y desequilibrio mental que hay en toda la serie de películas. Debo reconocer que me ofreció más de lo que esperaba, me encontré con una cinta que respeta el espíritu enfermizo y desquiciado de la franquicia.
Además debo decir que para mí el nivel de las películas antiguas acerca de La matanza de Texas es interesante y parejo, al menos hasta esta tercera parte. Aunque claro que prefiero las nuevas realizadas por Marcus Nispel y Jonathan Liebesman, las cuales para mí son más bestiales, intensas y sangrientas aún.
Esta tercera parte nos ofrece las típicas alternativas del Slasher donde un grupo de psicópatas caníbales salen a cazar a toda víctima que pase cerca de su casa aislada en el medio del campo de la América profunda.
Pero dónde está el mérito? En su atmósfera hedionda y sus climas opresivos, en el alto grado de mala leche y podredumbre que hay en los personajes, en el excesivo nivel de violencia que hay en los asesinatos, en los escenarios naturales que sirven de telón de fondo para la historia, en que el filme no pierde tiempo en tonterías y va directo al grano desarrollando violencia extrema sin concesiones para ningún personaje.
Después de que Hooper pariera una extraña, estrambótica y rocambolesca segunda parte, donde su acierto fue no intentar lograr la maestría (parece que eventual, siguiendo la siguiente filmografía del director) de la primera parte, llegó en 1990 una tercera parte donde el único objetivo era estirar el éxito no sólo de la saga sino del cine slasher americano que vivió su época dorada en los años 80.
El guionista se salta a la torera con todas sus narices esa segunda parte, repitiendo el esquema de la primera (dicen las malas lenguas que por supervisión de Kim Henkel, co autor del guión de la primera parte que odiaba la secuela firmada por Hooper)
Texas Chainsaw Massacre III intenta hacer todo aquello que Marcus Nispel logró con éxito en el remake de la cinta de Hooper, aunque se quede a medio camino en casi todo. Aunque se le cierto oficio en la dirección, la película parece firmada por un estudiante de cine recién salido de la academia y con medios.
El guión va a lo seguro, con la infinatemente copiada fórmula de pareja/amigos que van por la América Profunda, y antes de perderse (de aquella no había GPS) se encuentran a un variopinto abanico de personajes chiflados.
Las comparaciones con la primera parte son inevitables. Lo que allí aterraba, la atmósfera, ese tono de pseudo documental no intencionado, todos aquellos elementos inertes que atemorizaban porque eran casi un personaje más de la cinta, aquí se intenta conseguir el mismo objetivo, pero no lo consigue, convirtiéndose en un slasher más de los muchos que inundaban los videoclubs de la época.
Aunque la cinta tiene sus aciertos. No sólo la presencia de Ken Foree y Viggo Mortensen se agradece (impagable su personaje), sino que ciertas escenas tienen un planteamiento interesante.
Habrá que echarle un ojo a una supuesta edición uncut que hay por los Estados Unidos, que se comenta que tiene gore a raudales, y disfrutar plenamente del trabajo de la KNB.
Luego llegaría una cuarta parte, con futuras estrellas de Hollywood en el reparto, parida por Kim Henkel (sí aquel al que no le gustó la secuela) que era un auténtico despróposito. Pero de ella hablaré otro día, si no me hierven los sesos al revisionarla.
No digo que esta película sea muy buena, pero de algún modo es bastante entretenida, y el actor que hace de Leatherface R. A. Mihailoff borda el papel realmente, aunque también cabe destacar que algunas actuaciónes son bastante podridas y no llegan a covencer, pero bueno, aunque de forma positiva cabe destacar la banda sonora, que tiene algunos temas de Rock, que para mi, en algunos momentos, pega con el film, no es buena pero tampoco es mala, la veo algo recomendable, para la gente que le guste ver cine de culto.
Intranscendente y totalmente predecible continuación del clásico del 1974 filmado por Tobe Hopper y destruido también por él con una muy cutre segunda parte, ésta tercera es igual o peor si cabe.
Desde la primera nadie ha querido hacerle justicia al buen Leatherface y a medida que avanza la saga lo presentan más subnormal y patético, del monstruo despiadado de la primera sólo queda el recuerdo. El resto de personajes de pena como siempre, sorprende ver en semejante bodrio a un joven Viggo Mortensen ganándose el pan y abriéndose paso en la industria.
Un desperdicio, no vale la pena verla.