La lista de Schindler
Sinopsis de la película
Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, gracias sobre todo a su gerente Itzhak Stern (Ben Kingsley), también judío. Pero conforme la guerra avanza, Schindler y Stern comienzan ser conscientes de que a los judíos que contratan, los salvan de una muerte casi segura en el temible campo de concentración de Plaszow, que lidera el Comandante nazi Amon Goeth (Ralph Fiennes), un hombre cruel que disfruta ejecutando judíos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Schindlers List
- Año: 1993
- Duración: 195
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Opinión de la crítica
8.7
56 valoraciones en total
¿ Cómo puede una niña pequeña perdida entre la multitud ejemplificar de una manera tan perfecta el puro horror ante la masacre ? Spielberg logró que el espectador se sintiera, al igual que Oskar Schindler en su caballo, abrumado al ver cómo una pequeña niña caminaba sola por el guetto en medio de la masacre, y con el paso del tiempo, dicha secuencia ha permanecido grabada a fuego en el subconsciente colectivo como una de esas imágenes de un poder visual único. Spielberg calló las bocas de aquellos que le tachaban de mero director de productos ultracomerciales con esta película necesaria, soberbia, hermosa, y demostrando a todo el mundo que si se pone serio, no pierde ni un ápice de calidad.
Su origen judío y el nazismo han sido elementos que siempre han obsesionado al genio americano, y para comprobarlo sólo hay que ver la reciente Munich y la primera y tercera parte de Indiana Jones. Pero con esta película, Spielberg realizó su obra más catártica, el fin de una etapa en su carrera, y la muestra de que sus miedos y obsesiones habían madurado, y que en cierto modo se enfrentaba a ellos. Spielberg dirige la cinta con una maestría insuperable, con un control y una planificación totalmente hitchcockiana. Realizó el retrato más duro del mayor crimen cometido por el ser humano, y sale airoso de ello. En esta película olvida se encuentran otras de sus obsesiones, como la necesidad de la unión familiar, aunque en ningún momento cae en el sentimentalismo barato que muchos le achacan al resto de su filmografía. Nos narra el viaje al horror de un grupo de personas, nos hace sentirnos dentro de los agobiantes trenes a pleno sol, y en las duchas de los campos, dónde la tensión se mezcla con el miedo y el bochorno, creando en el espectador una sensación de desolación que tienen la suerte de no vivir. A pesar de ello, Spielberg también piensa en la taquilla, y dulcifica algunas de las secuencias más duras de la película, especialmente en el guetto y en los campos, usando el montaje y la música de una forma que da al traste con sus pretensiones de rodar dichas partes a modo de documental. Otro punto a destacar son las interpretaciones. Siendo un director al que se le critica mucho este aspecto, aquí ofrece un recital de dirección interpretativa, y desde Liam Neeson, hasta Ben Kingsley, pasando por Ralph Phiennes, dan un curso acelerado de interpretación, siendo incomprensible que no ganaran oscar ninguno.
Con esta cinta, Spielberg realizó una poesía viviente, una obra totalmente lírica sobre el horror y la demencia del hombre, un maravilloso canto a la vida, a la esperanza en la oscuridad, y le da voz a un pueblo silenciado y humillado durante siglos, que por fin vio cómo su sufrimiento era relatado con manos serias, y todo ello es posible gracias a un hombre, Oskar Schindler, el mayor mecenas del siglo XX, y probablemente de la historia, el mecenas de lo más valioso e importante de este mundo: la vida
Todos los directores –también les pasa a los escritores- tienen un proyecto determinado en la cabeza que por múltiples razones no puedes llevarlo a cabo y así pasan años hasta que encuentras un momento idóneo para poder realizarlo. A Spielberg le costó algo más de diez años dar a luz su proyecto más personal y ambicioso de llevar a la gran pantalla la novela de Thomas Keneally publicada en 1982. Y era idóneo por doble motivo. Primero porque tenía el dinero para ello después de hacer caja con Hook y sobre todo con Parque Jurásico pero también porque profesionalmente su credibilidad como gran cineasta empezaba a resquebrajarse teniendo en cuenta sus últimas cuatro películas y cada vez parecían más lejanas obras como El imperio del sol o El color púrpura.
Después de La lista de Schindler nunca más nadie se ha atrevido a dudar del nivel de Spielberg.
Evidentemente ganó los Oscar con justicia a pesar de que ya se hablaba que era la favorita incluso antes de su estreno. Pero premios a parte hay que reconocer que se trata de una obra magnífica la analicemos por cualquier aspecto. Desde todos y cada uno de los aspectos técnicos, como la fotografía artesanal en blanco y negro de Janusz Kaminski, que enamoró a Spielberg y ya siempre contó con él, pasando por unas recreaciones de ciudades que sólo Hollywood puede ofrecer hasta la famosa melodía de John Williams, entre las tres mejores composiciones de toda su vida, pero sobre todo a pesar de que el guión no sea lo mejor precisamente hay que quedarse con la dirección de Spielberg que se siente más cómodo que nunca y consigue una atmósfera de cinema verité espléndido. Curiosamente en contra de lo que se dice esta no es una película emotiva, a excepción de la parte final, sino tremendamente racional e inteligente que trata de entender lo irracional de lo que estaba sucediendo pero siempre con mucho cerebro, desde luego mucho más que la mayor parte de sus películas donde si se pronuncia a favor de la lágrima fácil, aquí todo es más brutalmente áspero.
Desde luego que Liam Neeson consigue además una cosa complicada que es manejar correctamente el cambio gradual del personaje sin que parezca un giro de guión cochambroso. Por cierto que siempre hay algunos que a estas alturas quieren cuestionar a Oskar Schindler su humanidad, lo que desde luego no es culpa suya que se comportó como un hombre decente en tiempos difíciles. Lo que sí resulta alarmante es que Israel le tuviera diez años en su lista negra –en realidad desde 1948 como Estado- y no le perdonará hasta 1955. Esta claro que pasar de criminal de guerra a hijo adoptivo de Israel demuestra que el Mossad y la información israelí no funcionaron muy bien.
Porque ese es el fallo más grande del guión. ¿Por qué huye? ¿No sería mejor quedarse con todos los testigos que confirmarían y le arroparían en todo momento y no jugársela a que sea detenido en un control? Algunos pensarán que es que en realidad Oskar Schindler no era trigo limpio.
…hay algo turbio en este film.
No me malinterpreten: estéticamente es notable. El elenco actoral es de lujo y se luce. La banda sonora es tremenda. Los fusilmientos hielan la sangre y hay momentos que te hacen creer que estás viendo un desgarrador documento en blanco y negro sobre los judíos en la época nazi. El guión es también memorable. La película lo tiene todo para ser inmortal, ¿verdad?
Sí.
Pero Spielberg encuentra la aguja en el pajar. La excepción a la regla. La esperanza en medio del horror absoluto. Y convierte a los judíos en secundarios. En extras.
Porque su protagonista es Schindler. ¿Y qué es Schindler?
Un salvador. Un héroe.
Aún no me creo que haya gente que ponga menos de un 8 a esta grandiosa, enorme obra maestra. Algunos dicen que esta peli no es buena porque Spielberg se las daba de historiador, a estos les digo algunas cosas, la peli es una adaptación de un libro, y que el guión no viene firmado por Spielberg, si le tienen que echar la culpa de errores históricos que se las den al guionista no al director.
Ahora hablando sobre mí opinión, decir que esta es la única película que me ha hecho llorar cada vez que la he visto (podeis llamarme nenaza si quereis), es una de las pelis más crueles que he visto, no como otras que dicen que lo són y que al lado de esta es un capítulo de Heidi, la peli tiene de las mejores interpretaciones que he visto, donde Liam Neeson destaca por encima de los demás y donde un joven Ralph Fiennes bordaba el papel de general nazi cruel y sin corazón. Técnicamente es igual de genial que actoralmente, con una puesta en escena de Spielberg de genio, con una fotografía en blanco y negro preciosa, una música de John Williams (el dios de las bandas sonoras para mí) brutal y que nunca te cansas de escuchar.
Poco más puedo decir que ya se haya dicho que pueda calificar este peliculón.
Lo mejor:Todo
Lo peor: Que algún fantasma la critique por criticar
Vale, sí, es cierto que casi todas las cintas de Spielberg tienen como objetivo arrasar en taquilla (¿y qué película no tiene ese objetivo?), pero en cualquier caso, porque sean taquilleras, no dejan de ser buenas, ¿o es que acaso Indiana Jones es mala?, ¿O tiburón?, ¿y que me decís de E.T.? y así podríamos llevarnos hasta mañana. Pero La Lista de Schindler, en mi opinión, es la más personal y la mejor película de Spielberg. Las sobrecogedoras escenas en el campo de concentración, la secuencia final con ese magnífico Liam Neeson, acompañado por el excelente Ralph Fiennes y del gran Ben Kingsley.
Todo esto junto a una gran Banda Sonora del genio John Williams, que no deja de sorprenderme, la espléndida fotografía en blanco y negro…y un largo etcétera.
En 1993 recibió los mas que merecidos 7 Oscar de la academia (faltó alguno que otro, pero bueno)
Esta película podrá gustar o no gustar, pero que nadie diga que es mala, porque no lo es.