La legión del águila
Sinopsis de la película
Siglo II d.C. Un legionario romano, Marcus Aquila (Channing Tatum), y su esclavo celta Esca (Jamie Bell) emprenden la búsqueda de la Legión Novena, una compañía romana que desapareció veinte años atrás en alguna parte del Norte de Escocia y a cuyo frente se encontraba un general que era el padre de Marcus.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Eagle aka
- Año: 2011
- Duración: 108
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Opinión de la crítica
Película
5.5
33 valoraciones en total
De nuevo nos vemos ante una película ambientada en ese trágico periodo de la caída del Imperio Romano, pero esta vez, Kevin Macdonald nos presenta la situación en la que se encontraba la Britania en esos últimos momentos de dominio romano del siglo II. Esta película, basada en la novela de Rosemary Sutcliff, nos abre el telón para enseñarnos el conflicto entre los romanos que defendían la frontera britana de las tribus del Norte a través de dos personajes, dos realidades distintas: un centurión romano, Marcus Aquila, y su esclavo Esca, de origen britano. Aunque el lazo de amistad que se establece entre ellos resulta en cierta manera artificial (en aquella época romana era inconcebible restarse a la dignidad de un esclavo o considerarlo incluso como persona), ambos protagonistas demuestran una idea profunda de amistad y fidelidad.
Los combates entre las tropas de Roma contra los bárbaros britanos están trabajados, convincentes, aunque de rápidos y confusos movimientos de cámara en los momentos de más acción.
Tanto el romano como el esclavo, se aventuran a cruzar el Muro de Adriano en un viaje por una exótica escenografía de Britania, presentándola salvaje y desconocida para recuperar el águila perdida de la Novena Legión (que no es más que un símbolo del Imperio), una búsqueda, y por tanto, una trama, que gira entorno al empeño del protagonista que pretende convencernos de su ansia de conocer la verdad y recuperar la honra de su padre con esos contínuos flashback a lo Gladiator.
Dos mundos enfrentados, una Roma civilizada (aunque de valores prácticamente cristianos ante el valor de la vida y la humanidad) y esa realidad bárbara, casi exótica y desconocida, presentada en un idioma antiguo, que no nos acaba de convencer.
La película arranca bien con un joven Channing Tatum, al que le encargan el mando en uno de los puestos de defensa en las fronteras del imperio romano.
Posteriormente el joven ya licenciado, se embarcará en la recuperación del emblema del águila romano que perdió su padre en combate. En esta parte de la película es donde uno ve algunas cosillas que le chirrian: la conexión entre los dos protagonistas, que parece que en cualquier momento alguno de los dos se va a declarar y se van a soltar un morreo en toda regla (quizás se hubiera diluido esta sensación del film con alguna presencia femenina despampanante que estuviera en el reparto). Luego está el tema de la caracterización de los pictos, que aunque molan, retrotaen demasiado a una estética de los indios mohaks, y hace que uno no se acabe de tomar en serio la película.
A la película le falta profundidad en el guión, e intentar que los discursos en torno al honor no suenen demasiado gratuitos.
Correcta la actuación de Donald Sutherland al que da gusto verle seguir en la brecha, aunque las películas sean de segunda o tercera categoría.
Pero bueno, sin complicarse demasiado la vida, la película entretiene y no padece de excesivos males. Así que se deja ver.
El guaperas de Channing Tatum protagoniza esta aventura de romanos (basada en una novela juvenil) en la que se pone en la piel de Marco Aquila, un lozano centurión destinado a la temida frontera romana del norte de Britania (donde su padre desapareció junto con la legión del águila). Marco pretende restaurar el honor perdido de la familia tras aquella deshonrosa derrota. En sus avatares le acompaña el esclavo britano Ezca (Jamie Bell) con el que tiene una singular relación de amor/odio.
La legión del águila ofrece un relato personal y puntual sobre el honor perdido y la amistad entre dos jóvenes de civilizaciones enfrentadas. Para los fans del peplum supone una nueva oportunidad para adentrarse de nuevo en la fascinante cultura del imperio romano… ya que el film está muy bien ambientado, cuida detalladamente los sets, el vestuario, la iluminación y el sonido, y su libreto y su puesta en escena recrean con correción, realismo, sensatez y contención las situaciones de la época, las estrategias de batalla y las tácticas de lucha del ejército romano. La realización y la edición son notables y ofrecen intensas y espectaculares escenas de batallas y luchas de romanos vs. bárbaros (sin excederse en ellas con grandilocuencias eludibles) con piruetas muy conseguidas y un buen uso de los planos cerrados, la cámara en mano, la cámara lenta y la música épica.
Lo cierto es que la película entretiene sobre todo gracias a su envoltura, a su bella puesta en escena, a su envolvente cinematografía, a su bonita manera de combinar colores y contrastes, y a su manera de ambientar el lugar con naturalidad y atractivo. Y la realización afortunadamente se recrea con acierto en sus preciosos paisajes (lo que más destaca del film).
Embelesa por su fachada, pero La legión del águila es un tanto frígida en su interior. Ni su trama ni sus actuaciones molestan… pero tampoco es que emocionen o atrapen. El guión afortunadamente no tiene situaciones o diálogos estúpidos e infantiles (si obviamos alguna inexactitud histórica sobre los bárbaros ), y se desarrolla de forma cabal con alguna que otra situación medianamente interesante… pero tan solo tiene un mínimo de interés siendo en su mayor parte un relato excesivamente frío, previsible y típico. Las actuaciones no hacen daño a la vista (Tatum y Bell encajan con naturalidad en sus roles) pero parecen tan regios y distantes que nunca se hacen queridos, les falta mucho carisma.
Y el ritmo con el que se desarrolla el metraje es enormemente pausado (sobre todo en su último tercio (el más previsible) en el que se echa en falta más intensidad y que acaba siendo de lo más alargado y aburrido).
En fin. No es sobresaliente, no es Gladiator (no tenemos escenas, encuadres o diálogos memorables, una banda sonora única o unos protagonistas carismáticos, aguerridos y muy queridos), pero La legíón del águila tiene empaque suficiente como para entretener mínimamente en la mayor parte de su tiempo.
Lo peor: …
Este film va de un centurión romano que ayudado por un esclavo se embarca en la difícil misión de recuperar el Aguila (estandarte) de la Novena Legión que comandada por su padre desapareció en tierras escocesas, entendiendo que fue totalmente exterminada. El protagonista quiere recuperar el Aguila para salvar el honor de su familia. Como veis muy, pero que muy, peliculero.
Parto la crítica diciendo que no sé muy bien por qué. me ha gustado la peli, será digo yo porque me ha entretenido, será quizá que las actuaciones son correctas, por los buenos paisajes, la buena dirección o vete tu a saber, pues no lo tengo nado claro.
Y no lo tengo claro ya que tiene algunas cosillas de esas que normalmente me suelo partir de risa. Tiene una extrañísima relación de los protagonistas principales, a veces me parecen aguerridos guerreros y otras veces me recuerdan a los pastores encelados de Brokeback Mountain , no sé si por cosas mías o quizá sea debido a que el director ha querido meter aposta y hacer dudar al espectador, yo creo que no, pero de tanto ver a Tarkovsky, Aronofsky y gente semejante, al final uno termina creyendo que en todas las pelis hay que leer entre líneas, como ya digo no creo que sea el caso, pero compañeros es que a veces me imaginaba a los protagonistas paseando embelesados por las calles de Chueca y me era totalmente creíble.
Por otra parte recordé la reciente Centurión con romanos corriendo y los Pictos vengativos detrás de ellos persiguiéndoles sin descanso. Lo peor es que no es lo mismo que te persiga la Olga Kurylenko, que coño, es que yo me dejaría hasta atrapar y que haga lo que quiera conmigo, que te persiga un tío azulado con cresta y cara de mala leche. Pictos son pictos los dos, pero no hay color, donde esté Olga…
Hablando de pictos, el picto malote (que tiene una pinta chulo que tumba), que persigue a nuestros chicos, tengo que decir que me recordaba sospechosamente a Wes Studi en el Ultimo Mohicano, la misma pinta, parecidamente joputa e igualmente pesado. Además la última media hora de película huele al Ultimo Mohicano que apesta, dándose situaciones y paisajes un tanto parecidos.
Finalmente tronchante aparición de una panda de romanos salidos del geriátrico más cercano y final tipo Casablanca con un ligero toque gay.
Si leches, me ha gustado, pero no tengo ni idea por qué.
La Legión del Águila contiene una de las mejores recreaciones cinematográficas de combate de una legión romana que he visto. Vale que apenas entra en plano una centuria, pero a pesar de la escasez de medios, el siempre sobrio Kevin McDonald (El último rey de Escocia o La sombra del Poder) se preocupa de que se desplieguen, se muevan y ataquen como se afirma que se hacía hace 2000 años, nada de esas espléndidas y descerebradas melés tan fáciles de coreografiar (ale, todo el mundo a correr y dar garrotazos) y que tanto chirrían a los que ven una película con dos dedos de frente. Por eso sorprende tanto que con lo cuidados que están los combates iniciales y la recreación de la vida romana Britannia del siglo I, la película pierda fuelle tan pronto (a los veinte minutos) y se disperse por completo al cabo de una hora. La media hora final, ecléctica mezcolanza de Los tres mosqueteros, Apocalipto y Hora Punta (penoso give-me-the-five en la escena final) termina de convertir una competente película en un tecno-peplum de una mediocridad insalvable.
Sé que no debo lamentarle por la oportunidad perdida de hacer una la primera peli de romanos como Dios manda desde Ben-hur (no cuento la fantochada Centurión ni la decepcionante serie Roma), pero había mimbres para hacer un cesto bastante decente, empezando por medios económicos, disponibilida técnica, hermosos paisajes naturales, el niño bien Jaime Bell, un secundario de clase como Donald Sutherland y el cachas sensible de moda Channing Tatum, siempre con esa cara de dificultades cognitivas (vamos, cara de alelao)…. Mimbres que no se corresponden con este desangelado resultado final que no está a la altura de las posibilidades. Muchos directores habrían hecho una epopeya del viaje de atravesar la Britannia del siglo II o una llamada a la épica en la batalla final… pero por la razón que sea, percibimos que la travesía no tiene más dificultad que irse a una casa rural en Ávila y que la lucha final no deja de ser un partido de solteros contra casados.
Nada, toca seguir esperando que alguien se decida a poner otra vez de moda el cine de romanos. Hasta entonces, esta Legión del Aguila es pasable y punto… A duras penas los primeros veinte minutos y el rodaje en exteriores justifican el tiempo empleado de verla hasta el final.