La larga agonía de los peces fuera del agua

5 comentarios en «La larga agonía de los peces fuera del agua»

1. Película sorprendente por el año de su realización. Desconozco el dato de si estuvo prohibida su exhibición en su momento, pues la historia que cuenta, la forma de vida de ciertos personajes, no tiene nada que ver con una sociedad oprimida como la que se desarrolló en el franquismo (o eso es lo que he leído y me han contado).

2. Película muy situada en su época, totalmente marciana vista hoy en día, sorprende su contenido reaccionario teniendo como protagonista a Serrat. Y voy a hablar de Serrat. No valorarlo como persona, no lo conozco, tampoco voy a juzgar al cantante, evidentemente es un buen profesional, y muchas de sus canciones, fundamentalmente las de la primera época pueden estar bien. Hablaré de lo que, en mi subjetiva opinión ha llegado a simbolizar Serrat como personaje público, de lo que seguramente él no tiene culpa. Lo que gente superficial entiende por profundo. La trivialidad enmascarada de seudoarte.La mediocridad entendida como sofisticación. La falsa rebeldía de gente bien instalada. La catequesis vendida como heterodoxia. La vocación por el riesgo del que no arriesga nada. La lucha contra el sistema de los que siempre serán parte del sistema.

3. Estamos ante una curiosa mezcla de película con cantante -una fórmula recurrente en el cine español de esos años-, un melodrama, un viaje iniciático o de maduración, y una radiografía social que nos pasea por una Ibiza marcada no ya sólo por el fenómeno del turismo de masas, sino por el auge del movimiento hippie , por lo que esta obra de Rovira Beleta coincide en el tiempo con un film coetáneo, More (1969), de Barbet Schroeder, pero sin hacer tanto hincapié en el amor libre, y olvidando el consumo de drogas, y cambiando a Pink Floyd por el Festival de la Isla de Wight. Serrat canta en castellano y catalán, y como actor es bastante limitado: con otro actor al frente del reparto, la película hubiera sido diferente, y seguramente mejor. La conflictiva relación entre el personaje de Serrat y su padre en la película remite a una película previa de su director, Los atracadores (1962).

4. vamor a ver: la peli tiene el encanto en que está protagonizada por uno de nuestros grandes trovadores como es Serrat.. verlo tan joven en una peli que seguramente participó por aquello de puede ser divertido pues tiene su gracia. Yo también voy ha hablar de Serrat.. a veces cuesta, ya lo sé, y nos falta humildad, a veces, también, para reconocer el talento evidente en los demás y pensamos para sentirnos mejor que lo que hacen pues, como decirlo, resulta resultón, algunos lo definen como pseudoarte, eso parece que reconforta.. pero lo siento, Serrat es pura inspiración y lo que más sorprende de su persona es esa honestidad, sencillez que algunos confunden con el simplismo. en fin, sólo hay que escuchar sin prejuicios su obra para entender que estamos (qué suerte!) ante un poeta de la canción y que sus letras, perdurarán para siempre, entre tantos otros (pocos en estos tiempos que corren) como Silvio Rodríguez, por decir el primero que me viene a la memoria.. gracias Serrat, por expresar en palabras aquello que va más allá de lo expresable, emociones, vivencias.. Tu peli es una mera anécdota, pero me brinda la oportunidad de escuchar una y otra vez aquellas pequeñas cosas.. otra pequeña joya.

   Por cierto, creo que la peli tuvo su versión en catalán pero fue destruida.

5. La larga agonía de los peces fuera del agua es una muestra de un cine moderno, inteligente y sensible que se hacía en los años 70, más allá de las llamadas españoladas (léase Paco Martinez Soria, Esteso y Pajares, Alfredo Landa y las suecas, etc). Es un film con muchas carencias pero que nos sirve de mirada a la España de esa época, que comenzaba a respirar aires de modernidad con el turismo, y hasta qué punto eso provocaba un choque cultural y una cierta angustia vital en la juventud.

   Joan Manel Serrat hace una de sus pocas incursiones en el mundo del cine y escuchar sus canciones en catalán en un film del año 70 (Franco seguía vivo), no deja de ser algo único. Su personaje y el título encarnan esa angustia vital de no encontrar tu lugar en el mundo, de sentir que te estás perdiendo experiencias vitales, ahogado en la cotidianidad diaria. Como siempre, viajar lejos, te ubica y la aventura de Serrat en Londres, (Impagables las imágenes en el macroconcierto hippie en la isla de Wight), le acaba haciendo volver a su Mediterráneo donde poder volver al agua y acabar con la larga agonía.

   Es un film sencillo. Visto desde el siglo XXI ha envejecido mal, pero aún conserva su encanto y nos habla de temas que siguen plenamente vigentes.