La huella del crimen 3: El secuestro de Anabel (TV)
Sinopsis de la película
El 12 de abril de 1993, un destino fatal reunió a dos viejos amigos que no se veían desde hacía años en un bar de Vallecas. Tanto a Antonio (Enrique Villén) como a Cirilo (Juan Antonio Quintana) las cosas les iban mal y se dedicaron a recorrer las tabernas recordando los viejos tiempos. Completamente borrachos, fueron a parar a una zona residencial, donde, de repente, decidieron secuestrar a una muchacha (Polina Kiryanova) que hacía jogging por las calles de la urbanización. Un secuestro absurdo, totalmente improvisado… Este episodio, que reanuda la mítica serie de telefilms La huella del crimen, se basa en el secuestro de Anabel Segura en el madrileño barrio de La Moraleja.
Detalles de la película
- Titulo Original: La huella del crimen 3: El secuestro de Anabel (TV)
- Año: 2010
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
4.8
25 valoraciones en total
Aunque se trate de un telefilm la película se hace interesante bajo mi punto de vista gracias a que sabe mantener la tensión de inicio a fin. Basada en hechos reales, se centra en el secuestro de Anabel, que hace referencia al secuestro real de Polyna Kiryanova.
De este caso no puedo comentar mucho ya que por la fecha me cojió con apenas cuatro años de edad, y el caso es que no tenía ninguna información de este hecho. Simplemente visioné la película y por ello he decidido colgar mi crítica.
El caso es que la trama puede parecer incoherente en determinados momentos, ya que el secuestro está mal llevado a cabo por parte de los secuestradores, pero es una historia basada en hechos reales y supongo que es fiel a la historia.
El casting de actores está muy bien escogido. Nuevamente, como viene siendo costumbre aparece Luisa Martin (Medico de familia, Caso wanninkof, Desaparecida) vinculada a telefilms de este estilo ultimamamente. Su actuación en general me ha resultado meritoria, para darle un aprobado alto. El resto de actores que encuadran la película hacen actuaciones aceptables por lo general, sin salirse tampoco de la media.
Hubo un detalle que si me gustó bastante. Este fué que aparecía los padres reales de la victima y se dejaba ver como si los actores fueran ellos realmente caracterizados practicamente a la perfección tanto es así que llegé a creer que se trataba de los actores en realidad.
La película me resultó breve y me mantuvo entretenido durante la hora y poco que dura. Quizás peque de quedar vacia de contenido, ya que los hechos quedan solo en referencia al asesinato y las relaciones de personajes no estén muy conseguidas, resultando repentino el hecho de que el hermano testifique en contra del secuestrador por citar un ejemplo. Los personajes están trazados en general de forma facilona y la trama es demasiado básica, simple. El metraje de tan breve que es resulta escaso en determinados momentos finales haciendo que al film le falten unos minutos de más para poder expresar porque la mujer mantiene ese comportamiento hasta el final. Sin embargo a mi me ha parecido un ejercicio que sabe manetener la tensión en determinados momentos, el suspense está bien conseguido aunque la trama no nos diga mucho, está bien contada y bueno se puede decir que la cinta aprueba sin apavientos.
Con la serie de la huella del crimen, nos dan a conocer casos muy conocidos en el panorama nacional, que en su momento acapararon mucha parte de los informativos nacionales.
El secuestro de Anabel nos trae a la memoria quizás uno de los casos más tristes conocidos con una violencia sin motivo, ni razón alguna. Dos viejos amigos hacen años que no se ven y coinciden una mañana, se dedican a contarse sus tristes vidas, mientras hacen una ruta de bar en bar y una vez salen de allí, circulan por una urbanización y se encuentran a una chica haciendo footing y es cuando sus mentes actúan rápidamente.
La historia la cuentan muy bien, está todo muy bien explicado y lo mejor de todo, documentado al detalle. Muy recomendable la serie.
La España de El Caso ya no es lo que era, ni siquiera para el director de La huella del crimen , Pedro Costa. El secuestro de Anabel es una TV movie simplemente que se deja ver si no hay más alternativas en la parrilla, en la que la raptada ni se parece a la víctima original y donde lo más interesante es el cambio de registro del cómico Enrique Villén, aquí convertido en maltratador y agresivo. Por su parte Luisa Martín parece haberse abonado a este tipo de producciones.
Mi nota: 4,7
Recuperar en nuestros días un sórdido crimen de 1993, por motivos simplemente comerciales, debería parecernos tan sucio como profanar un cadáver. Tiene ciertas similitudes. Se abre una caja llena de recuerdos tristes, de fotografías que van perdiendo color, de sentimientos y dolor. Se obliga a familiares y amigos a mirar en su interior, y a sufrir como entonces. En el tanatorio es jornada de puertas abiertas: televisan la nueva autopsia. Así se recrea la violencia pasada, se reabren las cicatrices, accedemos a lo peor de nuestra sociedad, la muerte y la pérdida. Rociar con vinagre heridas ajenas para, nada más y nada menos, rellenar 80 minutos de programación. ¿Merece la pena profanar cadáveres? A TVE sí: el lunes 1 de marzo emitió en prime time El secuestro de Anabel Segura.
La televisión pública tiene la obligación de ofrecer contenidos basados en los principios del servicio público. Es decir, información, educación y entretenimiento de calidad. Desenterrar el espantoso secuestro y asesinato de una joven, que tuvo lugar hace diecisiete años, resulta difícil de encajar en alguno de estos apartados. Información no es, puesto que el caso se cerró hace una década. Educación parece que tampoco: el morbo carece de valores pedagógicos. Y puedo asegurarles que entretenimiento de calidad, después de ver hora y media de soporífera y anticuada tv movie, tampoco. Luisa Martín, una gran actriz, y nada más. Para una cadena pública El secuestro de Anabel Segura, telefilm que emitió La 1 (TVE), es simplemente televisión macabra y comercial de la peor calidad. Telebasura.
Fue la segunda entrega de la nueva etapa de La huella del crimen, aquella producción que en la segunda mitad de los 80 y comienzos de los 90 recreó los sucesos más espantosos que tenían lugar en España. El estreno de anoche, El secuestro de Anabel Segura, fue el ecuador de una macabra trilogía que la actual TVE ha encargado al director y productor Pedro Costa. El actual es un programa mucho más blanco, más centrado en la investigación policial que en la ejecución de los crímenes, asegura Costa. En TVE dicen que los familiares de Anabel Segura han dado el visto bueno al telefilm. Tranquilizadoras palabras, ¿verdad?