La hija del agua
Sinopsis de la película
Tras la muerte de su padre, Virginia (Catherine Hessling) tiene que salir adelante por su cuenta. Todo el dinero que le dejó su padre se lo ha gastado en bebida su tío Jef (Pierre Lestringuez). Después del fallido intento de vivir con unos bohemios, es acogida por el señor Raynal (Georges Térof) y se enamora de su hijo Georges (Harold Levingston). Viajando en diligencia para pagar una deuda de Raynal, su tío le quita el dinero, pero Raynal sospecha de ella. Primera película de Renoir.
Detalles de la película
- Titulo Original: La Fille de leau (Whirlpool of Fate)
- Año: 1925
- Duración: 68
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Opinión de la crítica
Película
6.4
51 valoraciones en total
Virginia tiene que mantenerse a sí misma tras la muerte de su padre. Su tío borracho se ha gastado todo el dinero, debiendo huir de sus garras. Tras fracasar viviendo junto a unos bohemios va a parar a casa del señor Raynal, enamorándose allí de su hijo…
Maravilloso mediometraje mudo de Renoir. Combina lo bucólico y naturalista, dentro de una espléndida, amena y riquísima descripción de personajes, con el drama de una jovencita maltratada por la vida. Geniales toques fantásticos y una joya a descubrir, considerada la primera película, por duración, de su autor. Gran interpretación.
La primera película de Renoir que he visto. Puesto que me gusta mucho el cine mudo me ha parecido un experimento muy interesante por su parte,y me ha gustado sobre todo la estética, el vestuario y los gestos, y especialmente la protagonista con su cara tan blanca y sus ojos tan negros, además me gustado la música de acompañamiento de fondo, que da un resultado muy francés y por tanto muy agradable de ver.
Puede que no tenga tanto renombre como el cine mudo de toda la vida, pero es muy digna de ver.
Volviendo al color, ese primitivo blanco y negro de los años 20, más blanco que negro, y los rótulos de texto que han sido reconstruídos, porque como pasa con muchas de estas películas hay partes que se han perdido, me ha parecido un gran trabajo de restauracción, respetando el blanco y negro original.
Por último, los planos extraños que introduce Renoir, todo hay que decirlo, me ha impactado verlos en 1925, pues ya los había visto en otros ejemplos Nouvelle vague de los 60. Interesante.