La gran mentira
Sinopsis de la película
Se ha estrenado una pelicula nueva y, como en los últimos años, César Neira (Francisco Rabal) no trabaja en ella. El público y, sobre todo, los productores parecen haberse olvidado de él. El concurso radiofónico Famosa por una noche le brinda la oportunidad de que vuelva a hablarse de él…
Detalles de la película
- Titulo Original: La gran mentira
- Año: 1956
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
6
100 valoraciones en total
Un actor de cine en franco declive (Rabal) decide promocionar como actriz a una chica de pueblo (Fischer), inválida, que ha conocido debido a un programa de radio. Fruto de la colaboración entre Gil y Escrivá, un melodramón folletinesco de lo más previsible y líneal, muy comercial, pero bien realizado por el eficaz Rafael Gil y que tiene algún momento curioso: en especial destaca el personaje del productor, quién en un guiño de agradecible modestia dice en una ocasión: ¿se creen ustedes que esto es una película de Rafael Gil y Vicente Escrivá? , así como las breves apariciones de importantes secundarios, entre los que resulta muy divertido el cameo de José Luis Ozores.
Si obviamos la algo melindrosa historia de amor, esta película tiene mucho mérito.
Toda la parte metacinematográfica, aparte de divertida, tiene un valor acojonante. Es una autoflagelación del cine español como jamás haya visto. No deja títere con cabeza: ni productores, ni directores, ni guionistas, ni actores, ni siquiera sus representantes. Es una carga de profundidad contra el establishment cinematográfico de la época. ¿Hoy en día algún cineasta español sería capaz de hacer algo así? En el colmo de este sano masoquismo, hasta director y guionista de esta película se clavan una puya a ellos mismos.
Si encima esto lo sostienen unos monstruos como Don Francisco Rabal y Don Manolo Morán, pues convierten esta rareza en algo muy recomendable.
Nada más empezar la película se escucha y se ve ver cómo se aclama el cine español con Viva el Cine Español. Y bien cierto que podemos decirlo viendo esta película de Rafael Gil. Un melodrama dentro de una película que está rodando otra película que se llama la Hora Suprema. El cine por dentro con su guionistas directores actores y demás personajes en un viaje sorprendente al interior de la industria del cine. Gil como director y Escriva como guionista hasta se mofan de ellos mismo y de todo lo que rodea al cine de la época.
Cine en estado puro cine, cine para siempre, para generaciones venideras que puedan disfrutar de la historia de este arte sin complejos sin etiquetas solo por el placer de ver cine español con solera.
Estimable película de Rafael Gil, dirigida por él como era costumbre, con elegancia formal y buena dirección de intérpretes.
La historia tiene de todo, desde unos apuntes pero que muy interesantes sobre el proceso de rodaje de una película, hasta los toques made in Vicente Escribá de la época, con esos toques ético-religosos del momento. Pero se sigue bien y resulta entretenida en todo momento.
A ello contribuye un guión bastante aceptable, con acertados diálogos y unos buenos intérpretes, donde sobresale, como en él era habitual, el gran Manolo Morán, en el papel de representante del protagonista.
El final es lo peor, ya que no resulta muy creíble, dado lo visto hasta entonces. No es muy realista, aunque pudiera gustar al público.
La película está bien y es competente.
http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2006/10/gran-mentira-la-espaa-1956-drama.html
Interesante película de cine dentro del cine, con inteligente crítica al negocio del espectáculo. Hasta hay una crítica a la censura. Y a la misma película: ¿Cree que es una película dice Vicente Escrivá dirigida por Rafael Gil?, dice el productor cuando un guionista le propone como final feliz que la muchacha inválida se cure yendo a Lourdes.
Y todos los actores están bien: Rabal, Morán, y sobre todo la suiza Madeleine Fisher, fallecida en 2020, a los 84años. Un rostro lleno de dulzura y de una modestia que ya no está de moda pero que resulta entrañable.
La fotografía es muy buena. La música es del maestro Guridi.
De media casi un seis no está mal para lo que suele cosechar el cine español. Pero se merece más. Es de un acabado técnico muy logrado.