La espada del dragón
Sinopsis de la película
Flying Swords of Dragon Gate es un wu-xia protagonizado por Jet Li en el que se nos narra al historia de Chow Wai-on, un rebelde que lucha contra Tsao Sui San, el malvado líder eunuco del Lado Este, que intenta forjar su propio reino mediante la destrucción de los clanes rebeldes. La acción les llevará al desierto, en la posada de la Puerta del Dragón , propiedad de la bella Jade King, interpretada por Zhou Xun (The Message). La película, que llegará a finales de 2011 a los cines de toda China, es un remake de la película de 1992, New Dragon Gate Inn de Raymond Lee, que a su vez era un remake del clásico de 1967 de King Hu, Dragon Inn.
Detalles de la película
- Titulo Original: Long men fei jia (The Flying Swords of Dragon Gate)
- Año: 2011
- Duración: 121
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Opinión de la crítica
4.6
79 valoraciones en total
Ni en mis peores pesadillas me imaginaba poniendo un suspenso a una película del género wuxia, pero Flying swords… se lo ha ganado a conciencia. Tsui Hark hace un innecesario remake de un remake. En Zu warriors ya me dejó tocado, pero ahora, y después de tanta alabanza y promoción, me he encontrado un subproducto más propio de la serie B. Y con esto seguro que me gano algún enemigo, pero se trata solamente de mi opinión.
Voy a analizarla por partes:
Argumento. Jet Li es Chow Wai, un rebelde que lucha contra un malvado lider eunuco que quiere hacerse con el control de la región aniquilando a los diferentes clanes rebeldes. El enfrentamiento tiene lygar en el desierto, cerca de la Posada del Dragón, regentada por Jade (Xun Zhou). El guión no es nada original, pero es aceptable.
Casting. Jet Li y Xun Zhou eran, a priori, suficiente garantía de éxito. Me equivoqué. El reparto es muy bueno, sí, pero eso no basta. El gran reparto lo completan Chen Kun y un caracterizado Fan Siu-wong entre otros. Los personajes también están bien.
Banda sonora. De lo mejor de la película.
Fotografía. Uf, qué se puede decir… Teniendo en cuenta que todos los exteriores están hechos por ordenador, yo la catalogaría como mala. Se nota y mucho que todo el virtual (exteriores) y canta bastante. Tal vez en 3D no se note tanto, pero lo que yo he visto no me ha convencido.
Efectos. Mal, muy mal. Tanto el sonido de las espadas como los efectos visuales parecen realizados desde un portátil casero. Lo dicho, serie B. Qué necesidad hay de meter tantos efectos digitales en un wuxia.
Escenas de acción. Aquí empieza lo peor (más aún). Un wuxia con escenas de acción flojas, se queda en nada. El principal problema de esta película reside ahí. Tsui Hark ha querido homenajear a las dos cintas predecesoras ( New Dragon Gate Inn de 1992 y Dragon Inn de 1967) y ha rodado los combates con la misma estética que tendría una peli hace 30 años. Recuerdo clásicos como Shaolin temple o Iron monkey , por ejemplo, donde los golpes cortaban el aire con un sonido típico que podía estar bien en los años 80, pero que no encaja en 2011. Los vuelos de los personajes son increíbles (y no por el abuso del cable, sino por el abuso del ordenador) y las escenas de lucha a espada muestran rápidos movimientos de manos donde no se ve nada, sólo se escucha el choque de los filos y cómo uno de los oponentes cae muerto casi sin saber qué le ha pasado. Nulas coreografías de acción. Un cero patatero en este apartado.
Seguro que habrá quien piense lo bien rodadas que están las peleas y que la estética clásica le da un toque especial, aunque a mí me parece que el supuesto homenaje roza la parodia…. Yo opino que Tigre y dragón supuso un punto de inflexión para el género que en los últimos año nos ha regalado joyas como Red Cliff , La casa de las dagas voladoras o War of the arrows por citar unas pocas. Sólo pido que no sea una vuelta al pasado. Menos ordenador y más coreografías curradas.
NO la recomiendo.
– Lo mejor: la banda sonora.
– Lo peor: prácticamente todo.
Zhang Yimou hay uno sólo. Aquellos amantes de las acrobacias aéreas, las coreografías y los ataques masivos podrán también encontrarlos en Flying Swords of Dragon Gate, sólo que mal hechos.
Versión ultra comercial que peca de complaciente e inocente, y como si fuera poco, los efectos no son del todo logrados.
El resultado: una aburrida película de artes marciales, carente de magia y con un escaso guión que se queda sin combustible media hora antes del final.
Jet Li hace de él mismo y no aporta demasiado.
Y esto no es nada: El film es tan confuso y con tan regulares saltos de cuadros que no se sabe nunca exactamente que está pasando.
La mezcla de personajes, los múltiples escenarios y las multicámaras, además de diálogos poco esclarecedores, confunden sin más, haciendo que jamás sepamos en que consiste el argumento.
Poco para destacar de un film que lejos está de otras glorias del cine chino.
Desde siempre, los chinos son aficionados a los espadachines volantes, es algo así como sus superhéroes orientales, maestros de artes marciales que ademàs desafian todas las leyes de la física y de la flexibilidad del cuerpo humano.
No deja de ser emocionante y espectacular, pero lo malo del asunto, es que casi nunca acompaña una buena historia, los desarrollos argumentales y los montajes son para echarse a correr y no parar.
El maestro Zhang Yimou (La casa de las dagas voladoras, La maldición de la flor dorada, Hero…), es el mayor especialista de este género, que domina con gran solvencia, y en esta ocasión, el director que hace una quincena de años dirigió la afamada Una historia china de fantasmas se ha puesto tras las cámaras para dirigir una obra muy irregular, con un gran presupuesto, pero con un lamentable desarrollo de argumento, de diálogos y de trama, basando todo su empuje en unos currados efectos especiales pero que no consiguen dar solidez y calidad a un ejercicio pretencioso de narración y de personajes que se le escapa de las manos en todo momento.
Es realmente penoso el enorme esfuerzo y gasto que habrá implicado esta producción, con una primera figura como Jet Li en papel protagonista, para al final ofrecer un producto cansino, confuso y traboso sin mayor aliciente que las acrobacias ninja-marciales de los intérpretes.
Lo único destacable es el enorme atrezzo y decorados, siempre lujoso y sorprendente en los film de época chinos, donde vestimenta y palacios conforman un deleite para los sentidos.
En fin, poco hervida para el gusto occidental, es un film por y para orientales, y son ellos los que mejor podrán encontrar su carismática preferencia por las espadas voladoras.
La película no es mala, ni siquiera es muy mala… es lo peor que he visto en mucho tiempo.
Si tienes casi dos horas para desperdiciar en tu vida que no piensas recuperar de ningún modo, adelante. Si no… amigo es preferible ver cualquier episodio de Sesame Street en finés, así al menos sabrás porque no entiendes nada.
Me imagino el dialogo entre dirección y postproducción:
– Efectos especiales, más efectos especiales y continuamos con efectos especiales…
– Oye, que no aportan nada…
– No te preocupes échale un par de sacos mas… si estos occidentales se tragan cualquier cosa.
– Bueno, vale, tu pagas…