La decisión de Michael Jordan (TV)
Sinopsis de la película
A finales de 1993, en la cumbre de su carrera deportiva, Michael Jordan se retiró del baloncesto profesional. Tras liderar al Dream Team que ganó el oro olímpico en Barcelona 92 y ganar al año siguiente con los Bulls de Chicago su tercer anillo consecutivo de la NBA, Jordan se vio sacudido por el asesinato de su padre, que siempre había soñado con que su hijo jugara al béisbol profesional. ¿Fue esta pérdida la que hizo que uno de los deportistas más famosos del mundo intentara recuperar los sueños de su niñez jugando al béisbol?, ¿pensaba que ya no tenía nada más que demostrar o ganar en el baloncesto?, ¿había alguna otra razón? Ron Shelton, antiguo jugador de las ligas menores de béisbol que contó su experiencia en la película Los búfalos de Durham , recorre en este documental la corta carrera de Jordan en las ligas menores y explora las motivaciones que lo llevaron a abandonar el estrellato en la NBA para jugar al béisbol en una recóndita ciudad de Alabama.
Detalles de la película
- Titulo Original: 30 for 30: Jordan Rides the Bus (TV)
- Año: 2010
- Duración: 51
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Opinión de la crítica
6
54 valoraciones en total
Vieras a Carl Lewis inflándose a hamburguesas en tu restaurante favorito, bebiendo sin moderación cerbeza y con un aspecto absolutamente abandonado. Tal vez, pensando que tiene una velocidad que es un don, quisieras convencerle de la tontería que está haciendo y que debería estar descansando, preparándose para explotar el maravilloso talento que la Providencia le ha otorgado.
No obstante, podrías decir misa, porque la decisión final siempre está en la persona. Si Mozart hubiera golpeado a su absorbente padre con un piano de cola, en vez de querer seguir desfilando espartanamente por las cortes de Europa, la historia de la música hubiera sido mucho menos especial, pero hubiera sido una decisión que tal vez le hubiera permitido ser de otra forma… Nunca lo sabremos.
Pocas cosas pueden atar más que lo que uno supuestamente sabe hacer. Nunca podrás cumplir las expectativas de los demás, Michael, concéntrate en las tuyas , eso le dijo a Jordan uno de sus primeros entrenadores, y él decidió cumplirlo a rajatabla. Pero, incluso en eso, se aproximó demasiado al ideal de los aficionados del baloncesto en particular y el deporte en general. Todo el mundo esperaba que el 23 saliera, anotase y ganase como siempre.
Ron Shelton propone un documental al que quizás falte más ambición, pero que ayuda a ver como en ocasiones ganar no es lo más importante, sino el viaje introspectivo de alguien que era un ídolo en todas las canchas donde iba y prefirió moverse en Ligas de desarrollo, mientras intentaba superar el drama de la pérdida de un ser querido.
Acostumbrados a ver a Jordan desde un pedestal deportivo, adorado por legiones de seguidores que incluso taparían sus más evidentes defectos, este documental nos recuerda su faceta más humana, insegura y vulnerable… lo cual, curiosamente, lo engrandece mucho más que algunas de sus alucinantes suspensiones.
Porque, para eso, solamente hacía falta talento.
Michael Jordan ayuda a ganar a los Chicago Bulls su tercer anillo consecutivo de la NBA en 1993 frente a los Phoenix Suns de Charles Barkley y no tardaría mucho tiempo en sorprender a medio mundo anunciando su retirada del baloncesto alegando falta de motivación, motivación que encontró jugando al béisbol.
El fallecimiento de su padre por asesinato pesó mucho en la decisión de Air de dejar la canasta y pasar al bate ya que era una ilusión de su progenitor que fuese jugador de béisbol, y así fue. Este documental de poco menos de 1 hora deja constancia de una etapa curiosa, aunque poco exitosa.
Durante el metraje lo que más claro deja su etapa en el béisbol es su capacidad de atracción de masas, aunque no daba bate con bola allá donde iba era, como dice él mismo en una secuencia, mejor que una película . Su carrera en el béisbol no fue ni mucho menos lo que llegó a ser su trayectoria como jugador de baloncesto, pero casi todo lo que hace Michael Jordan no pasa desapercibido. Si no, no se haría este documental.
Más que por su valor artístico, La decisión de Michael Jordan es un documento de un momento donde Dios bajo a la tierra a convivir entre los mortales antes de volver a su hogar, la cancha de baloncesto, y ganar tres anillos más en 1996, 1997 y 1998.
No creo en Dios, solo creo en Michael Jordan. Pues sí, amigos míos, fanático creyente de la única religión verdadera.
Octubre de 1993. El mejor jugador de la historia del baloncesto, y muy probablemente el mayor atleta jamás visto, decide dejar su deporte cuando está en lo más alto, en su mejor momento, en la edad perfecta (30 años, la culminación de la madurez sin perder toda la fuerza de la juventud), dominando la competición a su antojo (tres anillos seguidos, varios MVP y récords sin cuento), humillando a sus rivales (demostrando una superioridad constante e insultante), hinchándose a ganar dinero con el baloncesto y la publicidad, siendo amado por todo el mundo…
¿Por qué? ¿Cómo es posible que renuncie a tanto bueno, a lo que desearía (casi) todo ser humano aunque solo fuera por un breve momento? ¿Qué ha pasado? ¿Se puede dar luz a una decisión tan inaudita y extraordinaria?.
Eso trata de hacer este enjundioso y enjuto documental durante sus escasos 50 minutos de duración (saben a poco). Se arguyen dos razones fundamentales que se relacionan y confunden de tal forma que es difícil separarlas o distinguirlas. Veamos:
– La muerte de su padre ese mismo verano pasado. Asesinado.
– Su hartazgo de la competición, de la fama, del seguimiento obsesivo de su vida, tan vigiliado.
Bueno, deja el baloncesto y decide intentarlo con el béisbol. El deporte por antonomasia de los USA y en el que su padre y él ya habían comentado que sería buena idea probar suerte. Y muchos desconfían y creen que es una excentricidad delirante y sin sentido, propia de estrella egocéntrica (hay que reconocer que tuvo algo de maravillosa fantasmada peliculera, acorde a su estatus de superhéroe tímidamente disimulado). Y prueba en la élite y le viene grande. Y sigue. Y lo intenta en las ligas menores. Y al principio sufre perramente. Y más tarde…
El 23 de los Chicago Bulls y el 45 de los Birmingham Barons, este documental resume la decisión de Jordan de intentar jugar en las grandes ligas de béisbol.
Una decisión muy criticada por los muchos fans del baloncesto y del béisbol.
Se nos muestra un jugador de leyenda que de repente se dispone a dejar de hacer lo que mejor sabe para convertirse en un jugador mediocre, pero que mediante innumerables horas de práctica y muchos esfuerzos consigue prosperar en las ligas menores.
Como buen fanático del baloncesto, es innegable mi admiración por Michael Jordan, pero duele a la vista verle jugar al béisbol incapaz de batear ni una sola bola… aunque consiguiese finalmente mejorar su juego (incluso se menciona una posibilidad de que accediese a las grandes ligas).
Por mi parte doy gracias a la huelga de la MLB (Major League Baseball), el detonante que incitó a Jordan a volver al lugar que le correspondía, las pistas de baloncesto.
Soy amante del baloncesto, amante de Michael Jordan por ser uno de los mejores jugadores de la historia, amante de los míticos duelos Bird vs. Johnson, y de muchas cosas más que ha dado este deporte en USA y Europa, pero por desgracia, creo que este documental, solo roza la superficie de la realidad que vivió aquel hombre durante aquellos meses.
El documental, desde principio nos engaña, ya que entreve tener la solución al problema de Michael Jordan y el porqué de aquellas decisiones tomada durante los meses después de la muerte de su padre y que convulsionaron a los amantes del deporte, pero las ideas que nos muestra, son las que todo el mundo supo en su momento por los periódicos y los noticiarios, sin llegar a excavar más allá de lo plausible y visible, por lo tanto, solo se aprovecha de los miles de segundos que existen de programas de televisión y radio, para enalbar una historia ya conocida de antemano, sin aportar nada, y aún menos, unas palabras en exclusiva concedidas por el propio ex-jugador que hubieran sido más transcendentales y hubieran dado más notoriedad al mismo, pero ni esas.
En resumen, es solo un resumen de 40 minutos de lo que se supo y nada más, por eso no merece mucho la pena y en mi opinión, debería haberse titulado, Mediometraje resumen de la decisión de Michael Jordan , y de hay en parte, cierta decepción en mis palabras.