La cruz de Lorena
Sinopsis de la película
Durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de soldados franceses se entregan a las tropas nazis con la promesa de que desertarán y podrán marcharse a su hogar. Sin embargo, los alemanes no cumplen su palabra y les internan en un campo de prisioneros.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Cross of Lorraine
- Año: 1943
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
Película
6.4
78 valoraciones en total
La cruz de Lorena es la obra maestra de los campos de concentración junto con La gran evasión, la basura de La gran desilusión es basura y encima es gabacha, en donde el drama campa a sus anchas con unos nazis de los más deplorables. Los exqusitos de fairi la votan poco y con pocas ganas, a lo mejor es que a les hubiera gustado las de propaganda nazis y japos, y es que son personas de un gusto realmente calamitoso a pesar de su alto gusto. La cruz de Lorena es una obra maestra de propaganda con unos minutos finales memorables que realzan un fiilm redondo. Los cuadrados son los exquisitos de fairi. Por la patilla.
Buena película con un sorprendente Gene Kelly en el papel de soldado francés que, con el resto de su unidad, se rinde a los alemanes en plena debacle francesa en 1940 y, al sentirse traicionado por las promesas incumplidas de los pérfidos alemanes ( estamos en 1943, en medio de la IIGM), decide pasar a la acción.
Me gusta sobre todo las primeras escenas en que los soldados están a punto de disparar sobre su mando porque no pueden creer que se ha rendido a los alemanes, y la desilusión de todos cuando van en el tren y se imagina que huelen París y el Sena y llegan a Alemania..
Sobra quizás el momento en el que Gene Kelly se hace el graciosillo con la frase Heil,..¿ cómo se llamaba ese tipo?
Con todo, una buena película lastrada por la propaganda pero que nos da una imagen curiosa de la historia de los 1,8 millones soldados franceses capturados por los alemanes en la batalla de Francia.
Cuando el 8 de diciembre de 1941, los EEUU decidieron entrar en la II Guerra Mundial tras el intempestivo – ¡Avisado! – ataque de la aviación japonesa a Pearl Harbor, decidieron hacerlo con Todo. Y, todo, incluía a los jóvenes del pueblo –sobretodo- para que tomaran las armas, a los cantantes y artistas de cine para que, haciendo presencia ante las tropas, les alegraran alguna tarde, a los locutores de radio y televisión para que animaran a comprar bonos de apoyo y alentaran el alistamiento. A la prensa para que mantuviera en primera plana los aciertos de los EEUU en la guerra… y a la industria cinematográfica, para que hiciera películas que resaltaran el heroísmo de los ejércitos Aliados, mostrando al tiempo la crueldad, las infamias y la ambición de los ejércitos nazi-fascistas.
Nunca antes, ni después, se hicieron tantas películas de guerra como las realizadas en los años 1940, siendo muy escasos los grandes directores que escaparon a poner su cuota durante aquella época. Lo curioso es que, éste, fue también el primer momento de la historia que mantuvo unidos a los EEUU y a Rusia, y los escritores de izquierda eran bienvenidos con sus eficaces historias, pues todos apuntaban en contra del fascismo.
LA CRUZ DE LORENA (traducción literal de un título sin mayor peso dentro de la historia y que alude al emblema de Juana de Arco que, ahora, dizque lo usa la resistencia francesa), está hecha para exaltar la labor de Francia en aquel proceso (a cada país aliado, Hollywood le hizo su homenaje) y la historia parte de una novela firmada por Hans Habe (János Békessy, 1911-1977) un húngaro obligado a expatriarse durante la ocupación nazi a su tierra y cuyos libros fueron prohibidos por los alemanes.
El guión se puso a cargo de Michael Kanin y de Ring Lardner jr., éste último, uno de Los Diez de Hollywood que, por entonces, contaba con la bendición de la iglesia y del gobierno. La impactante y eficiente secuencia de Cadignan, junto con la emotiva escena de cierre, es obra suya. Y la historia, en general, se centra en mostrar el patriotismo de un grupo de soldados franceses que, tras un pacto de rendimiento con libertad, son engañados por los alemanes y llevados a territorio suyo como prisioneros.
Solo un actor francés, Jean-Pierre Aumont, aparece en los roles protagónicos. Los demás intérpretes son el americano Gene Kelly, los ingleses Hume Cronyn y Cedric Hardwicke (¡otra vez de cura!), el maltés Joseph Calleia… y en el bando alemán, el austríaco Peter Lorre hace correctamente lo suyo, pero sin dejar bien parados a los nazis.
Al filme le falta un mayor impacto, la dirección de Tay Garnett no luce tan comprometida como en otras ocasiones (One way passage, The postman always rings twice…) y su toque cristiano a lo Juana de Arco, poco se aviene con la irreverencia y arrojo de personajes como Paul y Victor. Da la impresión de que Kanin y Lardner vieran cada uno lo suyo por su lado… o que Garnett los interviniera a ambos para poner la cuota que atrajera a los fervientes estadounidenses.
Por fortuna, esos últimos minutos están muy bien logrados y uno queda con la sensación de haber visto una atractiva película.