La cola del escorpión
Sinopsis de la película
Kurt Baumer muere en un accidente de aviación. Su esposa, de la que estaba separado, es la única beneficiaria de un seguro de un millón de dólares y cobra el efectivo… Pero poco después es asesinada. El principal sospechoso es Peter, un hombre que venía cortejando a esta mujer, pero Peter también es investigador de la compañía de seguros y estaba tratando de esclarecer las causas del siniestro aéreo. Los cadáveres se siguen amontonando: la amante de Kurt y un amigo de aquella. El encargado de resolver el caso es el comisario Stavros, que, carente de pistas, confía en llegar al asesino a través del dinero.
Detalles de la película
- Titulo Original: La coda dello scorpione aka
- Año: 1971
- Duración: 90
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Opinión de la crítica
5.7
96 valoraciones en total
Muerte, mujer, herencia, crímenes, sospechosos, un gran puzzle que tendremos que ir resolviendo con las pistas y sucesos que van aconteciendo. Cuando crees tener claro quien puede ser el culpable y beneficiario de todo, cambias de idea con la siguiente escena, así hasta llegar al desenlace final, donde todo cuadra. Aunque la calidad de la imagen y algunos efectos especiales como los del accidente de avión dejen mucho que desear, la trama te mantiene atento en todo momento.
Uno de lo más notables films de Martino, que ofrece esta vez un giallo claramente influenciado por Argento (ya la mención animal del título dan pistas de ello).
Alejado de los entornos góticos y barrocos de muchos giallis de la época, Martino ofrece una amplia variedad de paisajes y localizaciones, logrando una especial estilización del film jugando continuamente con ciertos elementos dramáticos no muy propios del subgénero, como tampoco lo fue un guión especialmente trabajado, ofreciendo tres vías de investigación para un doble delito.
Con un final aparentemente tramposo utilizado sabiamente por director y guionistas como mero instrumento de manipulación del espectador, La coda dello scorpione se convierte en un giallo muy particular, original y con ciertas tendencias de innovación a pesar de no esconder en ningún momentos sus claras influencias.
Mención a parte merece la dirección de Martino, apoyada en curiosos planos (hay una conversación filmada desde un punto de vista bastante peculiar) y uso del encuadre aprovechando al máximo las localizaciones. También cabe destacar a los actores, que en esta película parecen estar en estado de gracia. George Hilton (quien repitió con Martino en su obra maestra Tutti i colori del buio , aquí llamada Todos los colores de la oscuridad ) que cumple muy bien aunque sea vea algo minorado por las excelentes interpretaciones de Ida Galli (acreditada aquí como Evelyn Stewart) y sobretodo una bellísima Anita Strindberg.
Un hombre llamado Kurt Baumer fallece por la enorme explosión que se produce en el avión en el que viaja mientras su querida esposa Lisa se revuelca en la cama con su amante.
Por fin la mujer se libera de él, pero lo que no esperaba era que su difunto le dejara en herencia nada menos que un millón de dólares, aunque ese dinero no mejorará su suerte, ya que tras de él van muchas personas, y la cosa se descontrola cuando no para de morir gente por su culpa. El prolífico director Sergio Martino, responsable de obras tan apreciadas por los fans de la serie B como Milán tiembla, la Policía pide Justicia , la disparatada 2.019: Tras la Caída de New York u otros títulos enfocados en lo erótico y lo grotesco, fue también un buen referente dentro del giallo en la recién iniciada década de los 70.
Siendo esta Cola del Escorpión una de sus primeras películas y además una de las mejores. El italiano demuestra que puede seguir por la senda que dejaron bien marcada Mario Bava y sus más contemporáneos Lucio Fulci o Dario Argento, influyéndose bastante de éste, con una trama donde abunda un suspense de pura vena hitchcockiana , misterio, grandes dosis de violencia y sus correspondientes desnudos. Consigue dotar de un buen ritmo al guión de Ernesto Gastaldi, Sauro Scavolini y Eduardo Brochero, siempre lleno de giros y sorpresas propias de este tipo de títulos, sin que resulte demasiado increíble, y metiendo al espectador en un laberinto de trampas dejándonle siempre en vilo con respecto al paradero del dinero.
Este será el elemento responsable de tanta carnicería, que únicamente se resuelve cuando llegamos al cuarto de hora final del metraje. Aparte del despliegue de medios del que hace uso Martino, llevando la historia y sus personajes por muchos y variopintos paisajes, y contando con unos efectos especiales más que decentes en lo que a recrear los escabrosos asesinatos se refiere, destaca ese uso de la luz y los colores (ese verde y rojo intensos presentes en la escena del crimen), los juegos de sombras y perspectivas, notándose a kilómetros de donde vienen sus influencias.
Y sobre todo ese estilo suyo tan innovador que tiene de manejar la cámara, usándola con súbitos zooms en ciertas ocasiones y brindándonos algunos planos la mar de originales, que sin embargo se ejecutan en escenas bastante corrientes: dos conversaciones donde se encuadran a los personajes de Peter, Stavros y John, la primera vez con un plano nadir y la segunda teniendo la cámara como de través, demostrando Martino que podía ser imaginativo pese a nutrirse de las técnicas de otros directores, quedando esto claro en los momentos donde vemos esa cámara subjetiva que hace de punto de vista del homicida, una máxima del giallo y el thriller en general.
Los asesinatos con los que honra el director a los fans del género están bien logrados, siendo impactantes y sin llegar a lo demasiado escatológico, lo que queda reflejado en los de Lara, Lisa y el de Sharif, peleando previamente con el asesino en el tejado y quedándose colgado, una escena directamente heredada del cine del maestro Hitchcock.
En el reparto, George Hilton, el veterano Luigi Pistilli, Alberto de Mendoza y las muy hermosas Anita Strindberg, Janine Reynaud y esa Ida Galli como Lisa Baumer, la desencadenante de los hechos, logran unas más que correctas actuaciones, siendo Hilton, claro, el que más sobresale por esa credibilidad que le imprime a su personaje, y sobre todo en el momento de producirse el mejor giro del film.
Relegado a ser uno de los más notables giallos de su época y de su director, La Cola del Escorpión puede no ser muy conocida hoy en día por estar a la sombra de otros geniales títulos como Una Lagartija con Piel de Mujer , Rojo Oscuro o Bahía de Sangre , pero puede igualmente ponerse a la altura de todos ellos por méritos propios.
Giallo del especialista Sergio Martino, que contiene todos los elementos imprescindibles del género: intriga, asesinatos explícitos, algo de sangre, algún desnudo que otro, guión lleno de giros tramposos y pistas falsas, personajes amorales…protagonizada por dos habituales del género como George Hilton y Anita Strindberg, y que de hecho me ha parecido una película hecha a imagen y semejanza de su protagonista femenina: elegante, visualmente muy correcta, bien construida…pero algo sosa.
Y es que del mismo modo que a la Strindberg le falta el morbazo sesuarl de Edwige Fenech, la expresividad un poco patética de Olga Karlatos o la presencia magnética e inquietante de Florinda Bolkan, a La cola del escorpión le falta la espectacularidad de las mejores obras de Bava o Argento, la arrolladora mala leche de las incursiones de Fulci en el género, o sin ir más lejos la atmósfera viciada y agobiante de otras películas de Martino, como Torso, violencia carnal o La perversa señora Wardh .
Para los no muy duchos en el giallo y las italianadas setenteras en general, traduzco: La cola del escorpión está bien rodada, entretiene y es técnicamente muy correcta pero le falta algo de nervio, algo de garra, algo de espíritu. Resulta funcional, pero fría.
Claro está que hay gialli bastante peores (a paladas, oiga), pero bastante mejores hay unos cuantos también.
El inspector de policía al protagonista:
– Me gustan las personas alegres. Me gustan tanto que le quedaría muy agradecido si viene a verme, digamos que a las diez.
– ¿Tan pronto? ¿Tengo tiempo para afeitarme?
– Sí, naturalmente, ¡durante el camino!
Mediocre giallo, muy representativo del género, con buen empaque técnico ya que tiene una maravillosa fotografía a toda pantalla de Emilio Foriscot, que reluce los maravillosos paisajes de Grecia, sobre todo en el último tercio del filme.
Es, en este caso, una coproducción entre Italia y España y se agradece por ello la presencia de actores patrios o foráneos pero ya enraizados en nuestra filmografía, como Alberto de Mendoza.
El argumento no es nada nuevo y sus derivaciones no son originales. Es posible que no resulte totalmente previsible, lo cual es un punto a favor, pero giros de guión como el que vemos ya nos lo conocemos de otras pelis de parecido pelo.
Se sigue bien, no aburre y tiene algunas escenas bien filmadas, no en vano Sergio Martino tiene mucho oficio, permitiéndose incluso dejar su sello personal en alguna escena como la invertida, con la imagen de lado, muy curiosa pero de la que no entiendo el porqué de dicha forma de rodarla. Si tiene algún significado especial, se me ha escapado.
La parte final de la película es más bien inverosímil, pero está bien filmada y tiene tensión aunque no resiste el menor análisis lógico y creíble.
Por supuesto que se nota, y mucho, que hubo doble versión en España e Italia, y así, he comprobado por ahí algunos fotogramas donde las bellísimas actrices de la cinta lucen más palmito en su versión extranjera que en la española. Tiempos de Franco, claro.
En resumidas cuentas, que es mejor que bastantes de su simpático (sub) género, pero eso no quiere decir que sea buena.
https://filmsencajatonta.blogspot.com