La ciencia del sueño
Sinopsis de la película
Stephane (García Bernal), un joven diseñador mexicano tímido e introvertido, es hasta tal punto cautivo de sus propios sueños que a duras penas controla su imaginación, que amenaza con imponerse al mundo real. Su madre, que es francesa, le ofrece un trabajo y lo convence para que vuelva a París. Su decepción es grande cuando comprueba que se trata de un trabajo rutinario en una pequeña oficina que comparte con tres singulares compañeros, en especial el excéntrico Guy (Alain Chabat). Sin embargo, la decepción desaparece cuando conoce a su vecina Stephanie (Charlotte Gainsbourg) y a su amiga Zoe (Emma de Caunes).
Detalles de la película
- Titulo Original: La science des rêves - The Science of Sleep
- Año: 2006
- Duración: 105
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Opinión de la crítica
6.8
62 valoraciones en total
La ciencia del sueño nos introduce en la vida de un joven que vive en su propio y extraño mundo, mezcla de realidad y fantasía, esta última surge principalmente de sus momentos de sueño.
Stéphane (García Bernal) vive en un continuo estado de confusión, y esto se refleja admirablemente en la película, la cual tiene una trama por demás caótica. Por momentos vemos al protagonista actuando en lo que suponemos su vida real, luego la acción deja de tener sentido y entonces ya no sabemos si estamos en presencia de un sueño o de un momento de irracionalidad provocado por sus traumas, ya que el muchacho padece alguna clase de problema mental.
Hay que decir que la película tiene un factura impecable: desde los actores, además de la dupla principal, García Bernal y su algo-más-que-vecina (Charlotte Gainsbourg), hay que destacar la actuación del compañero de trabajo de Stephane, personificado por Alain Chabat.
También son notables aspectos como la edición, en la mezcla embriagadora de realidad y fantasía de Stephane, y las artesanales escenas donde (presumiblemente) asistimos a los sueños del protagonista. Recomiendo prestar especial atención a la máquina del tiempo, uno de los artilugios más maravillosos que he visto en cine.
Sin embargo, tengo que objetar que a nivel general la película me resultó poco satisfactoria por lo caótico de su transcurrir, lo cual impide armar un cuadro confiable sobre la historia.
En suma, una película donde, a mi gusto, las partes sí son superiores al todo. Un caso de sinergia negativa, podríamos decir.
Ciertamente estamos ante una cinta peculiar, eso nadie puede ponerlo en duda. Una comedia romántica de lo más atípica y bizarra, que entretiene durante buena parte del metraje y que contiene algunas escenas realmente inspiradas, donde el director (y guionista) da rienda suelta a su fantástica imaginación y nos brinda una serie de sueños extraños y divertidos, pese a la evidente irregularidad de alguno de ellos.
La utilización de técnicas caseras y rudimentarias (stop motion) para la elaboración de los sueños de Stéphane es lo que realmente le da un mayor encanto a la película, con una más que manifiesta influencia del mundo fantástico del genial Terry Gilliam, ex Monty Python, en todos y cada uno de ellos.
Sin embargo, la historia nunca te llega a enganchar del todo, se hace algo pesada, fría y confusa, y nunca logramos entender por completo a varios personajes, sobre todo a Stéphanie, que pasa de querer a su vecino a humillarlo, y viceversa, sin aparente motivo. Todo dentro de una historia de amor-odio de lo más infantil y bobalicona.
Supongo que más que un problema de los actores puede ser del guión, el cual les obliga a continuos cambios en su comportamiento que no tienen demasiado sentido y a dejar aparentemente inacabadas varias escenas dentro del mundo real. Será que se echa en falta al maestro Kaufman.
Lo mejor: todo lo referente al apartado visual y artístico ( es entrañable la vetusta técnica stop motion).
Lo peor: la incoherencia del guión, demasiado desestructurado, infantiloide e irregular.
De esta película se puede decir que está hecha del mismo material que los sueños, porque en ella el mundo de los sueños y la realidad se confunden, haciéndonos dudar en cada momento de si lo que está ocurriendo es cierto o no. Gondry nos enseña los dos mundos en los que vive el protagonista:el de los sueños y el real, mezclándolos con un hábil montaje que provoca que el espectador esté, en muchos momentos, tan confundido como el protagonista, interpretado por Gael García Bernal, al que yo no veía en este papel, tal vez porque estoy acostumbrada a verle en dramas y películas más serias (Babel, Amores Perros, La Mala Educación…), pero Gondry ha descubierto su vena cómica, y me he dado cuenta de que puede ser un intérprete mucho más versátil de lo que imaginaba.
El director, Michel Gondry, escribe su propio guión, demostrando su valía como artista y como autor de cine. Por primera vez no se lo ha escrito Charlie Kaufman, con el que había trabajado en sus dos películas anteriores, Human Nature y Olvídate de Mí, que me parece la historia de amor mejor contada que he visto nunca, después de esta, que es una de mis películas favoritas, yo esperaba mucho de La Ciencia del Sueño y no me ha decepcionado, aunque no llega a estar a la altura de la anterior, también tiene una historia de amor como eje principal de la historia, pero al contrario que en Olvídate de mí, aquí no vemos el final de esa historia sino el comienzo, los miedos de Stephane, el protagonista, y la inseguridad tan grande que tiene le provocan sueños extraños y pesadillas que confunde con la realidad.
Lo mejor de esta película para mí, es el mundo onírico en el que nos sumerge y que, en algunos momentos me recuerda al surrealismo de Dalí, casi veo en esta película una obra de arte, cuando sale esa ciudad con casas de papel y coches de cartón, ese agua/celofán y los pájaros de papel, me siento como si estuviera delante de un cuadro que cobra vida con el encanto de la técnica stop-motion, que dejó de utilizarse por culpa de los efectos digitales.
Creo que es mejor verla en versión original (aunque siempre es mejor), ya que en la original se habla en francés e inglés y es importante porque también contribuye a aumentar la confusión del protagonista, y con el doblaje se pierden algunas cosas importantes.
La Ciencia del Sueño hace reír y te hace soñar con cosas imposibles. Michel Gondry demuestra que no todo el mérito de Olvídate de mí estaba en el guión de Kaufman sino que él también tiene un mundo interior impresionante, espero que nos haga disfrutar con películas como ésta durante mucho tiempo.
El azar es muy difícil de lograr.
La organización siempre se vuelve
a fusionar si no prestas atención.
Muerte a la organización.
Me siento mal.
Estúpido, obtuso, grotesco.
¿Por qué no puedo encontrarle atractivo a esta película ?
No puedo dejar de reconocer una gran creatividad. Una utilización exótica del cerebro.. pero.. ¿es eso lo que yo busco en una película?
No lo creo. Yo quiero que me cuenten una historia. De la forma, y en el lenguaje que tengan ganas (alguno entenderé mas que otro). Yo no se si no seré La ciencia del sueño parlante, pero no encuentro la historia.
Esta bien, hay unos destellos de creatividad realmente estimulantes. Que despiertan un ¡Oh! de 2 segundos. Pero yo sigo esperando mi historia.
Lo peor de todo es que al yo decir todo esto, ya veo (y espero no soñar con ellas) las caras de la gente que valora este tipo de películas . Como creyéndose con el derecho a sentirse superiores por lograr valorar algo tan argumentativamente nulo como creativo.
No hay que cofundir lo sutil, con lo inexistente.
Y aquí no hay historia. Hay un montón de detalles, pero sin cara que adornar.
¿Se enamorarían ustedes de una cara con hermoso maquillaje, rubor, MakeUp, etcétera, etcétera, pero sin rostro?
Yo no.
El lapiz labial necesita labios, los aros orejas, y el rubor mejillas.
¿Dónde están esas mejillas mi estimado Michel Gondry?
07:00 – 07:45
La melodía de mi móvil, After Hours de The Velvet Underground, me indica que es el momento de levantarme.
El letargo hace que entre en la bañera sin ninguna clase de pereza. Mis ojos no han tomado el control de la realidad: el agua que me rodea parece que son tiras de celofán que se pegan a mi cuerpo.
07:45 – 07:50
Cuando salgo de mi casa observo la puerta de mi vecina de enfrente. Es una chica que se mudó hace un par de semanas y vive sola. Se llama Stéphanie. A veces creo que escucho su voz cuando duermo pero tan sólo conservo vagos recuerdos de sus palabras. Apenas hemos intercambiado algunas frases debido a que en su mudanza un piano casi me aplasta. Una amiga suya, muy atractiva y que se llama Zoé me puso un vendaje. Me confundieron con uno de los empleados de mudanzas aunque creo que ellas también me tomaron el pelo respecto a su profesión. Ahora tengo que tener cuidado para que no vean entrar o salir en mi piso. Me gustaría conocerlas más.
08:45 – 09:00
Momento café en la empresa. Una compañera, delgada, rubia y con gafas, comenta que su hija dibujó un extraño garabato con un barco y un árbol creciendo en su interior. Un compañero, con gafas y el pelo canoso, hace un chiste sexual sobre la inspiración de la criatura y un posible descubrimiento nocturno al abrir la puerta del dormitorio de sus padres. Otro compañero que escucha la conversación, pequeño y delgado con el pelo rizado y perilla, comenta algo, pero como al resto nos cae mal le ignoramos y seguimos hablando.
09:00 – 14:00
El trabajo es extremadamente mecánico y poco creativo. No desearía a nadie ser maquetista de calendarios. Mi madre me engañó para que volviese aquí. Pensaba que podría dar rienda suelta a mi lado creativo con mi gran idea: un calendario compuesto por mis ilustraciones sobre catástrofes.
14:00 – 15:00
En la hora de la comida creo ver a Stéphanie mirando un escaparate de una juguetería. Cuando me acerco a la tienda ella ya se ha ido pero me quedo observando en la vitrina un caballo de peluche. Seguro que es lo que ella miraba pero ahora está cerrada. Prometo volver para comprarlo.