La chica de la fábrica de cerillas
Sinopsis de la película
Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.
Detalles de la película
- Titulo Original: Tulitikkutehtaan tyttö (The Match Factory Girl)
- Año: 1990
- Duración: 69
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Opinión de la crítica
Película
7.4
76 valoraciones en total
Iris es una joven que vive con sus padres en una casa destartalada de un barrio marginal. Su relación con sus progenitores tampoco está en mejor estado, pero pese a eso, continúa trabajando en una fábrica de cerillas para poder llevar algo de dinero a su hogar. La vida de Iris se basa en la búsqueda de pequeños placeres, como única vía de escape a lo rutinario y asfixiante de su existencia: una película, un libro, un vestido bonito para salir por la noche y conocer a alguien… precisamente esto último es lo que empuja la historia a modo de leit-motiv. Iris se queda embarazada de un hombre que la noche en que se conocen la toma por una prostituta. Paulatinamente Iris se deprende de la ingenuidad mostrada hasta el momento (como dicen en una de las canciones de la película La frágil flor de mi amor se ha marchitado, y el hielo ha aniquilado mi fé ), comprando un sobre de matarratas para tomarse la justicia por su mano.
En esta última entrega de la trilogía proletaria de Kaurismaki, el director finlandés plantea mediante su visión desoladora, pesimista y cruel de la vida, una brillante e implícita comparación entre el funcionamiento de la fábrica de cerillas donde trabaja Iris, con la vida en las sociedades posmodernas. Una sociedad mecánica y mecanizante, deshumanizada, alienada, masificada, fría e insensible.
Pese a la racanería habitual de Kaurismaki para darnos información sobre la identidad del personaje, no nos cuesta trabajo sentirnos identificada con ella, o como mínimo entender el desarrollo de sus actos. Toda la película muestra en definitiva, el trayecto de una mujer deshacuciada en busca de su propio orgullo.
Los primeros minutos son un documento soberbiamente montado: un ejército de máquinas convierte un tronco no en silla o escultura sino en miles y miles de cerillas idénticas. Al final de la cadena, la empleada Iris supervisa la procesión de paquetes.
Con el sueldo del alienante empleo, la joven Iris mantiene un hogar formado por ella misma, su madre (quien se dedica a fumar como quien ejerce una profesión) y su padrastro, que vegeta ante el televisor. Este personaje hace comprensible que se denomine padrastro al molesto pellejo levantado junto a una uña, y haría también comprensible que la denominación se extendiera a la almorrana o a la fístula de ano. Él es quien, a los veinte minutos de película, suelta la primera palabra pronunciada en la película por un personaje: un hiriente insulto, acompañado de un bofetón.
La ilusión de Iris es encontrar pareja en el baile. Todavía tiene buenos sentimientos. En su cara aparece la única sonrisa de la película. En el cine llora de romanticismo con diálogos entre Bogart y Bacall. Y cuando escribe cierta carta difícil, aflora una emotiva bondad.
Pero a partir de un malentendido, su ilusionado aguante se enfrentará a una humillación demasiado cruel, y a la necesidad de vengarla. Para la dosificación de la venganza no le temblará el pulso, ni mucho menos.
El físico de Kati Outinen es tan idóneo que la película parece pensada para ella. En la interpretación gradúa con matices más que suficientes la expresión de perplejidad.
Gracias al reinado de lo visual, los silencios en el filme están repletos de narración. Lo que ocurre se ve de inmediato, sin necesidad de explicaciones. En lenguaje tan diáfano lo audible cobra también significativo relieve. El vacío conversacional lo ocupan diversos sonidos:
Las estrepitosas máquinas de la fábrica.
La música que sale de las gramolas.
Las canciones de una orquesta con vocalista.
Los noticiarios de la TV, 1989:
-En la revuelta de Tiananmen un hombre se ha parado ante un tanque.
-En el Irán de los ayatolás sube la tensión.
-El Papa besa el suelo de Escandinavia al inicio de su visita.
Sello ambiental del autor (además de las flores de plástico y los tapices con escenas de harén):
*Libro de saldo, con fosforescente pegatina estrellada.
*Bandera nacional en el salón de baile.
*El estridente chorro de café cayendo a las tazas mientras el espeso silencio preside la reunión.
*Una planta carnívora.
*Las letras de las canciones: hablan del dulce paraíso al que sólo se llega en sueños, y de lo duro de cargar repleto de decepciones el baúl de los recuerdos.
Triunfo total del Plan Kaurismäki: contar una historia con imágenes sencillas, fáciles de asimilar.
En este caso, un cuento desolador contado con una claridad maravillosa.
Ví esta película hace algún tiempo. Pero la guardo en la retina, como uno de los grandes momentos del cine para mí. Hay dos motivos por los cuales esta película me impresionó:
– Es una historia, que no necesita de diálogos para expresar el odio y la venganza. Se sirve de miradas, de escenas inquietantes plagados de silencios, sólo rotos, por sonidos o ruidos de fondo, en el caso de la fábrica de cerillas, la televisión de su casa,etc..
De la escasa hora que dura la película, más de la mitad discurre sin diálogo. Pero no se echa en falta. En los primeros 10 o 15 minutos, no se dice una palabra. Eso es algo impensable en otras películas.
– Cómo acabar una historia tan triste, con una sencillez tan apabullante, que te deja entre incrédulo, e indiferente, hasta que piensas qué ha pasado.
Tras pensar en esta película, que no gustaría a todo el mundo, queda claro porqué Kaurismäki, siempre cuenta con Outinen para cada una de sus películas. Esa cara de amargada, de triste, de vacía, habla por sí sóla. Nadie como ella podría ser la chica de la fábrica de cerillas, y a nadie se le ocurríria una venganza tan fría.
Un maravilla del cine nórdico, que enseña sin decir, que habla sin hablar, y a veces es mejor tener poco diálogo para no estropear un buen guión. Además la vi en VOS, lo cual gana mucho más.
Proyecto: Mekänismo Kaurismäki.
Especificaciones técnicas:
1) Preámbulo. Imágenes de la fábrica de cerillas. La maquinaria implacable.
2)Duración: 65 minutos aproximadamente. La ¼ parte inicial de la cinta transcurre sin una sola palabra de ninguno de los personajes.
3)Lo primero que oímos es un doble grito, interno y exterior:
– Interno: El grito sordo de Edvard Munch en las entrañas de Iris.
– Exterior: ¡Puta!, en boca del padrastro.
4) En otras películas de Kaurismäki, al menos cabe la esperanza en forma de un amigo/a o compañero/a, con el amor al borde del abismo existencial. En esta, no.
5) Séneca: Nec spes nec metus [Nada esperar / nada temer]
6) Final: extraordinario, profundo y divertido.
Iris: ¿Les apetece una copita de licor?
Yvon (protagonista masculino de El dinero, de Robert Bresson): ummm.
Silencio.
Minuto trece:
– una cerveza
(primer personaje. Ella, actriz fetiche)
Minuto dieciocho:
– ¡Puta!
(¿Padre?)
– Devuélvelo.
(¿Madre?)
Si no fuera por algunas normas de esta página, las críticas de esta película deberían estar escritas en tinta blanca sobre fondo blanco. Deberíamos ingeniárnoslas para despojar a estos escritos de cualquier estructura, de cualquier formalismo y efectismos. Como hace Kaurismäki cuando se pone detrás de una cámara.
¿Se puede crear un portentoso guión sin palabras?
Silencio o como crear un guión sin diálogos.
Como me gusta equivocarme.