La bruja de mi madre
Sinopsis de la película
La nueva madrastra de Steve y Jenny resulta ser una verdadera bruja. Pero los chicos están dispuestos a desenmascararla delante de su padre. Esta comedia, con toques de terror, fue la última película de Bette Davis.
Detalles de la película
- Titulo Original: Wicked Stepmother
- Año: 1989
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
4
98 valoraciones en total
Si se pudiera definir en una sola palabra esta película -¡Y sin duda se puede!- es mediocre, nada hay destacable en ella salvo que fue la ultima película donde actúo Bette Davis, quien un buen día, a mitad de la filmación, fue al dentista y nunca mas volvió –o algo así- de modo que tuvieron que hacer malabares con el guión y establecer a Bárbara Carrera –ex chica Bond, y eso fue lo mas destacable que hizo en su vida- como otra bruja y que el gato negro era Bette Davis.
¿Chistes? ¿Algo gracioso? Lamentablemente no, el mejor chiste quizás sea el la bruja de Oz, y aun así era bastante mediocre.
Pues eso es lo que parece. De tan mala que es esta cinta, la Davis, no se soportó y se las piró. Según dicen, tuvo problemas con la productora, o quizás fue con el director del que no aceptaba ciertas imposiciones. Pero si se analiza la carrera de este monstruo de la interpretación, lo de llevarse a matar con el director y compañeros de rodaje, por su fuerte carácter, anárquico y despótico en ocasiones. no fue algo excepcional, más bien, casi habitual. De ahí su leyenda, dado que muchos actores, rechazaron participar en películas donde ella era la prota.
Esta película en concreto, no tiene sentido alguno en haberla hecho. Si querían un ultimo homenaje a la octogenaria antes de su definitiva retirada ( falleció pocos meses después del rodaje ) podían haber elaborado un guión mínimamente coherente , pero no, aquí ni hay guión, ni es comedia, ni es terror, ni es nada de nada, solo una patochada sinsorga, donde lo único interesante es la propia Bette, sobreactuada dado su papel, cuya participación finaliza antes de la primera media hora de película. El resto, una catarata de bobadas, que no entretienen ni a un niño. Los demás actores mejor olvidarlos, con especial mención a Bárbara Carrera, que hizo una deplorable ídem en el mundo de la interpretación y cuyo único mérito es lucir palmito. Aquí en concreto, muestra unos escotes de vértigo, pero ni por esas, merece la pena el visionado. Por último y como colofón, un aparte con los efectos especiales. Hacia el final de la peli, y cuando se produce la conjunción de las dos brujas en la condenada gata de las narices, omnipresente en el film, la casa tiembla, amenaza con desmoronarse, y los rayos y truenos zarandean todos los objetos. Pues bien, parece mentira, que en el año 89 se hicieran unos efectos tan patéticos, como estos. Son tan malos, y de tan escasa credibilidad, que el cartón y el plástico, acaban por dar risas. He visto pelis de serie B de los 50 con mejores efectos que estos. En fin, no os dejéis engañar por el reclamo de la Davis, porque no tiene nada que ver, con la filmografía de esta actriz. Esta bruja es un verdadero asco de principio a fin.
Me la he comprado en DVD aún sabiendo que era mala después de leer críticas de otros cinéfilos, porque quería tener la que fue la última película en vida de Bette Davis (se rodó y se estrenó en 1989, mismo año del fallecimiento de la estrella de cine).
La película trata de una bruja de nombre Miranda (Bette Davis) que se mete en la vida de una familia y pone todo patas arriba, se casa con el abuelo viudo, y le hace la vida imposible a la hija de éste, Jenny. Además, tiene poderes y poco a poco va haciendo a la hija la vida imposible. También aparece en la vida de la familia la hija de Miranda, Priscilla, que al igual que su madre tambien es bruja. Priscilla enamora a Steve, marido de Jenny, y revuelve toda la casa a su antojo con sus poderes.
La película iba a tener una sola bruja protagonista (Bette Davis), pero la actriz a las pocas semanas del rodaje lo dejó todo a medias a causa de su mala salud (tenía un cáncer terminal muy avanzado) y sus problemas para mantenerse en pie y seguir con su papel. Entonces el director de la cinta se inventó sobre la marcha la historia de la hija de Miranda, Priscilla (Barbara Carrera), para seguir con la película. Priscilla es en verdad Miranda pero que se convierte en una chica joven y guapa hacer sus fechorías.
Opinión de la peli: Quitando a la magnífica y grandiosa Bette Davis que la quería ver en su última peli, la cinta no vale un duro. Es una mamarrachada y muy muy mediocre. Las actuaciones pésimas. Insulsa hasta más no poder. No se la recomiendo a nadie más que a los fans de la diva de Hollywood. Un 4 le he puesto.