Klute
Sinopsis de la película
En Nueva York, un hombre ha desaparecido sin dejar rastro. Klute (Donald Sutherland), un policía íntimo amigo suyo, encuentra una pista en las cartas que aquél le escribía a una prostituta llamada Bree (Jane Fonda). Va a verla para interrogarla, y surge entre ellos una apasionada relación amorosa. Mientras Klute prosigue sus investigaciones en los bajos fondos, empiezan a aparecer prostitutas asesinadas, entonces le asalta la sospecha de que Bree pueda ser la próxima víctima.
Detalles de la película
- Titulo Original: Klute
- Año: 1971
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
Película
6.5
76 valoraciones en total
La película, como tal, no me ha parecido mal del todo.
Muy buena historia de misterio que mantiene la tensión en todo momento, cuyos personajes están muy bien creados.
Mención aparte merece el trabajo de Jane Fonda, un oscar más que merecido.
Lo que, en mi opinión, descompensa algo la película es la historia de amor, me parece algo metida con calzador en sus últimos tramos.
Klute podría pensarse -una vez vista- que es una película modesta dentro del gran género que es el cine negro, pero posiblemente estaríamos cayendo en un pequeño error si pensamos que así es. Con solo la visión de sus sorprendentes créditos iníciales sabemos que Klute se aleja del cliché que el género implica y nos muestra particularidades que no hacen más que valorar esta pequeña joya.
Klute (interpretado por un correcto Sutherland) se nos muestra no como un tipo duro y frío, de aspecto seductor y seguro de sí mismo, sino como un tipo algo enclenque de aspecto amigable que realiza sus pesquisas sin tener que caer en comportamientos rudos. Un detective afligido en su soledad que encontrará en Bree (posiblemente la Jane Fonda más sensual que veremos en su filmografía) un corazón donde encontrará algo de calor. Jane Fonda está deslumbrante en su papel de prostituta, realmente el espectador disfrutará cómo esta actriz nos muestra todos los registros interpretativos que encierra la compleja y frágil personalidad de este personaje. Esta actriz no sólo desnudará su cuerpo delante de la pantalla sino también su alma, entendiendo claramente el porqué se le concedió el Oscar a la mejor actriz (que no lo volvería a ganar hasta tres años después por su papel en El regreso).
El film dedica más tiempo a la vida íntima de los personajes más que a la investigación de Klute y en la cual irá desentrañando la oscura naturaleza que muchos esconden bajo falsas apariencias, la sordidez del deseo de la carne y el amor -sin caer en ser el más idóneo- que procesa hacia Bree, aunque él sepa que es fruta prohibida. Esta película atípica de detectives se aparta por primera vez de los estereotipos novelescos que definían al detective y se acerca más a la cotidianidad monótona de este empleo.
La música la lleva a cargo Michael Small que compone unos temas impregnados en melancolía que acompañarán a los personajes y colorearán sus existencias.
Cine íntimo para corazones solitarios.
Y digo esto porque los minutos iniciales de la peli son más que interesantes y prometedores.
En poco tiempo explican de que va la trama, presentan a los personajes… Piensas, Bien, parece que hoy he elegido una buena película .
Pero a medida que pasan los minutos, encuentran alguna que otra prueba, empiezan a conocerse sentimentalmente… Ocurre esto… Zzzzz.
Interpretaciones sublimes de Fonda y Sutherland (eso es innegable), algún que otro buen plano del director, buen guión… Pero excesivamente lenta.
Creo que cualquier otra persona es capaz de hacer este largometraje y explicar toda la historia en 40 minutos.
Voy con el spoiler.
El estilo algo moroso, detallista, recreativo y minucioso de Alan J. Pakula le viene a esta gran película como anillo al dedo. Tanto que es probablemente y con mucha diferencia su mejor cinta, la más contundente y en la que más se justifica esa obsesión en la obra del director por dotar de un sólido transfondo psicológico a sus personajes para justificar así todas sus acciones que en el caso de Klute son bastante complejasy sorprendentes pero siempre comprensibles.
Klute es no solamente un thriler muy competente, también indaga con la certeza de un entomólogo en la sociedad de los primeros años 70 y concibe un retrato inteligente y certero de ese momento a través de las peripecias de una prostitua acosada por un maniaco (en aquel momento los psicópatas aún no tenían carta de naturaleza en el cine como tales) Pakula consigue un deslumbrante y muy humano retrato de personajes esplendidamente servidos por la pareja protagonista.
Obra nada complaciente y de una gran dureza para su época, tan solo se ve perjudicada por un final bastante previsible, pero curiosamente la fuerza de su puesta en escena y su ínterés innegable consigue que esto importe poco, ya que su argumento detectivesco pasa a un segundo plano para ceder importancia a ese fascinante retrato de personajes y situaciones muy novedoso y meritorio en su momento y que con el paso de los años han derivado en cliches cinemtaográficos manidos y usados en multitud de películas con bastante menos fortuna.
Obra muy recomendable para seguidores del policiaco poco convencional y amantes de las perversiones con trasfondo metafísico.
Segundo largometraje de Pakula y su primer éxito. Escrito por Andy y Dave Lewis, está impregnado del espíritu de inseguridad y desconfianza que en el momento del rodaje, y en los inmediatamente anteriores y posteriores, vivía la sociedad norteamericana, a raíz de la Guerra de Vietnam (1965-75) y los hechos que culminaron en el caso Watergate. Se rueda en exteriores de NYC y en los Filmways Studios (NYC). Nominado a 2 Oscar, gana uno (actriz, Fonda). Producido por Alan J. Pakula para la Warner, se proyecta en público en première el 23-VI-1971 (MYC).
La acción dramática tiene lugar en Pensilvania y en NYC en 1970/71. El ingeniero Tom Gruneman (Mili), honrado padre de familia, desaparece sin dejar rastro. Seis meses después, ante los resultados negativos de la investigación policial, el modesto detective John Klute (Sutherland), amigo del desaparecido, emprende una investigación por encargo del influyente industrial Peter Cable (Cioffi). Para ello entra en contacto con Bree Daniels (Fonda), prostituta de NYC, a la que iba dirigida una extraña carta que la víctima guardaba en su escritorio. Klute es honrado e incorruptible. Bree es solitaria, desconfiada, contradictoria y sensible. Trabaja como prostituta, es honrada e íntegra.
El film suma drama, misterio, romance y thriller. Forma parte del nuevo cine negro americano que emerge en los primeros 70 y del que son muestra obras tan conocidas como El padrino (1972). El suspense policiaco se resuelve con cierta rapidez gracias a la identificación del responsable del caso y de sus móviles secretos. Sobresale la exploración de la personalidad de la protagonista, el análisis de la dinámica de las interrelaciones que se establecen entre ella y John Klute y el retrato, detallado y conmovedor, que se compone de la protagonista.
Bree es tierna y sensible, aunque lo oculta tras una máscara de dureza destinada a defenderse de la mentira y el egoísmo de los hombres. Se comporta de modo distante y frío, porque quiere mantener el control de su vida frente a los obstáculos que le pone una sociedad machista y hostil. En su relación profesional con los hombres lucha por ser la dueña de las situaciones. Para ello se sirve de la iniciativa, la capacidad de anticipación, el ingenio y la fuerza psicológica. Se enfrenta a su condición de víctima de los hombres, desplegando coraje, espíritu de lucha, sentido de la dignidad y una pertinente voluntad de afirmación personal. Lucidez, consciencia y sinceridad alimentan en ella un mundo interior complejo y rico, del que extrae motivos para luchar contra las inseguridades que percibe y la desconfianza que siente. Sabe que sus recursos personales son limitados y que los retos que ha de superar son grandes. Por ello busca y acepta el consejo y el apoyo de profesionales (la psiquiatra) y amigos (Klute). Bree tiene personalidad y una gran sensibilidad, pero se ha acostumbrado a vivir agazapada en si misma, atrincherada en su interior y oculta tras sus máscaras.