Karate Kid II: La historia continúa
Sinopsis de la película
Daniel acompaña a Miyagi a su tierra, Okinawa. Para Daniel es un viaje a un mundo nuevo y exótico, donde aprenderá cosas sobre el pasado secreto de su maestro. Para Miyagi es la oportunidad de ver a su padre por última vez y de reanudar su romance con el amor de su infancia. Pero el regreso de Miyagi también reaviva su vieja enemistad son Sato, una enemistad que arrastrará a Daniel a un choque de culturas y combates. Ahora, lejos de los torneos, la energía del público y la seguridad del hogar, Daniel se enfrentará a su mayor desafío cuando el maestro se convierte en aprendiz y el precio del honor es la propia vida.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Karate Kid: Part II aka
- Año: 1986
- Duración: 113
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Opinión de la crítica
4.9
37 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Aaron Seville
- Arsenio Trinidad
- BD Wong
- Bruce Malmuth
- Chad McQueen
- Charlie Tanimoto
- Clarence Gilyard Jr.
- Danny Kamekona
- Eddie Smith
- Evan James
- George OHanlon Jr.
- Jeffrey Rogers
- Joey Miyashima
- Marc Hayashi
- Martin Kove
- Nobu McCarthy
- Pat E. Johnson
- Pat Morita
- Ralph Macchio
- Raymond Ma
- Rob Garrison
- Robert Fernandez
- Ron Thomas
- Sarah Kendall
- Tamlyn Tomita
- Tony ODell
- Will Hunt
- William Zabka
- Yuji Okumoto
Esta es una secuela que no sigue la historia original si no que traslada a los personajes a otras tierras y les hace vivir aventuras y amores nuevos.
El karate es lo de menos y supongo que a los puristas o a los que les gusta las artes marciales las peleas les parecerán ridículas, pero sirve muy bien para pasar el rato.
La pelea final con toda la banda sonora y el pueblo alrededor resulta emocionante. Se deja ver.
La película comienza justo cuando termina la primera parte, tras que el personaje de Ralp Macchio ganase el torneo. Y sin darnos cuenta, aun recordando los sucesos del primer Karate Kid, la acción se traslada a Okinawa, concretamente al pueblo natal de pescadores del señor Miyagi. La razón: su padre está gravemente enfermo (lo extraño es que siga vivo…). Pero eso es un detalle menor, lo realmente interesante de esta secuela es ver al joven americano en una tierra desconocida, donde todo lo aprendido no sirve allí. Debe empezar otra vez de cero.
Y es eso por qué esta secuela es tan buena, es prácticamente la misma historia sólo que cambiando las reglas y el paisaje. Algunos la tacharan de copia de la otra (la copia es más bien la tercera parte), pero Karate Kid II tienes más virtudes buenas que malas. Sale victoriosa de ese cambio de localización, el fin u objetivo de la historia es más convincente que un mero torneo y por qué no decirlo, es un placer culpable el ver a estos dos personajes de nuevo.
Nueva lección del señor Miyagi:
Para hombre sin perdón, seguir viviendo es más castigo que morir . Pues eso. La frase es aplicable a esta saga que se castigó viviendo más de lo que la correspondía.
La trama se repite, aunque su tratamiento empeora bastante más (el tema se siente más tópico y forzado si cabe, su repetitividad hace algo de mella en el asunto y el sosegado ritmo en su desarrollo que se daba en la anterior entrega, aquí es casi continuado). Al final resulta mucho menos interesante y profunda que la anterior.
De nuevo tenemos un film dirigido a un público joven con un argumento que se repite de nuevo: ahora es al señor Miyagi (y a su pobre pueblo de Okiyama) al que persiguen injustamente unos matones pandilleros…
Cuando el director John G. Avildsen le dijo a Sylvester Stallone a finales de los 70 que no dirigiría la segunda parte de Rocky porque no quería convertirse en un cineasta de sagas –lo que históricamente equivale a algo peyorativo como artista- lo decía muy en serio. Claro que después de una muy mediocre trayectoria, en la que salvaría La fórmula y tras el éxito de Karate Kid, a Avildsen no le importó cambiar de opinión. El tiempo vuelve a los hombres más pragmáticos.
Esta segunda parte del karateca Macchio, me parece la peor. El viaje a Japón es totalmente esperpéntico y en demasiadas ocasiones parece que aquello es Vietnam y no Okinawa en los años ochenta.
Básicamente parece un episodio cutre de series tipo El equipo A, y si la primera entrega era una película adolescente pero pensada para todos y con mensaje, esta se convierte en un producto para unos jovencitos muy determinados, los empalmados.
Ni siquiera el personaje de Miyagi consigue levantar la película, con ese guión aquello estaba ya tocado de muerte. Eso sí, la caja la hicieron, que ese es otro cantar.
En la primera película el protagonista absoluto era Daniel y todo giraba en torno a él. Ahora nos tocará conocer un poco mejor el pasado del Sr. Miyagi y la historia discurrirá por ese cauce.
Las interpretaciones son buenas, y me gustó mucho la ambientación de Okinawa o las fiestas que se hacen allí, sus celebraciones, sus ritos, su gente…
La banda sonora también es correcta y en fin es una cinta que me ha gustado bastante sobre todo, no ya por los valores que destila esta historia (valores que el cine actual dista mucho de tener y que por tanto brillan por su ausencia) sino por conocer algo más de los personajes de la primera entrega.
La película es bastante larga pero a mí al menos en esta primera vez que la he visto, no me ha parecido aburrida y la he visto de un tirón sin mirar el reloj en ningún momento.
Destacaría alguna cosa que no me ha gustado: cuando Miyagi y Daniel se hablan, supuestamente Miyagi habla en inglés (no es su idioma natal) y usa un inglés robótico, pero es un poco penoso ver alguna escena donde Miyagi habla con otra gente de Okinawa (incluso pasa esto con su ex-novia me parece recordar) y sigue usando ese inglés robótico en vez de hablar en su idioma natal con su gente, que para algo estaba en su tierra. Eso fue incomprensible. (?).
Alguien ha comentado que Japón queda a la altura del betún por como refleja Okinawa. Yo no he estado ahí pero partiendo que Okinawa es un pueblo ¿cómo se espera que sea?. Pues como se ve en el film, ni más ni menos, rústico, sencillo, que por cierto me encanta lo que nos muestra: que es ni más ni menos que la ambientación de Japón.
En resumen: no me ha parecido para nada una mala película y una digna continuación de Karate Kid. Tiene momentos emotivos y escenas de acción.