Jugando con la muerte
Sinopsis de la película
Dos chicas adolescentes pasan el rato gastando bromas telefónicas, llamando a números al azar y susurrando Sé lo que has hecho… . Cuando una de sus víctimas resulta ser un asesino que acaba de matar a su mujer y cree que las chicas han sido testigos del crimen, empieza la caza…
Detalles de la película
- Titulo Original: I Saw What You Did and I Know Who You Are!
- Año: 1965
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
Película
5.6
29 valoraciones en total
Un año de después de rodar aquella joyita llamada El caso de Lucy Harbin 1964, el especialista en lúdico cine de terror, William Castle, volvió a contar con Joan Crawford en el reparto de esta absorbente, divertida e inquietante película basada en una novela de Úrsula Curtiss (también responsable de la novela que dio lugar a la magnífica ¿Qué fue de tía Alice 1969), donde se nos cuenta las consecuencias derivadas de una broma telefónica llevada a cabo por dos adolescentes y una niña, que se encuentran solas en casa por haber acudido sus padres a una cena con unos amigos a 90 millas de distancia y que consiste en llamar a un numero al azar y decir vi lo que hiciste y se quién eres.
John Ireland en el papel de Steve Marak, ese marido objeto de una de las llamadas de las chicas justo tras asesinar a su mujer a puñaladas en la ducha (impagable el homenaje a Psicosis), está realmente bien y Joan Crawford como Amy Nelson, la vecina solterona que ve que la ocasión la pintan calva para ocupar el lugar de la difunta, llena la pantalla en cada una de sus magnificas intervenciones (a pesar de figurar como cabeza de cartel, su personaje es secundario y sin mucho peso en la historia, de hecho tan solo le llevo 4 días rodar sus escenas), estando el resto del reparto a la altura de el espíritu de la producción.
Atentos a los tráiler de la película después de los créditos finales (son una delicia) y al cachondo y vacilón parlamento al mejor estilo Htchcock (puro incluido) de William Castle.
Interesante y preciso psycho killer sobre el peligro de los juegos y de las fantasías eróticas de dos adolescentes.
Con varias referencias a Hitchcock, este film de William Castle no alcanza, para mí, la calidad de otras obras de su autor como Homicidio o El caso de Lucy Harbin , por ejemplo, pero tiene alto valor cinematográfico. Además, esta película, en mi opinión, sirve de modelo, tanto en contenido como en estética, a muchos psycho killers y thrillers de terror posteriores de todos conocidos: los de Brian De Palma, John Carpenter, Sean S. Cunningham o Wes Craven, por solo citar un puñado de directores.
En resumen, una cinta muy sugestiva cuyo mayor defecto –intuyo– es cierta musiquilla, que a veces no resulta muy adecuada con la situación dramática de los personajes, y sus más altas virtudes –anotaría– son la trama, el clima inquietante, de extrañeza y de suspense y la tensión argumental: todo ello muy conseguido a través de una pertinente puesta en escena y de un guion sencillo, directo y acertado.
Recomendable.
Enseguida la pantalla se tiñe de una atmósfera argumental de tensión viscosa y de mal presagio al que también contribuye el título original de la película y su adaptación al español.
Las escenas encierran apremio, también urgencia visceral y necesidad de respuesta porque en cada escena se dilucida la lucha entre el candor y la maldad, y en esa dialéctica de contrastes W. Castle dibuja una línea psicológica de permanente desazón.
Es de justicia señalar que la historia de U. Curtiss posee todos los ingredientes del gran cine negro y que el guión -W.P. McGivern- realza cada situación con el adecuado aderezo cinematográfico.
Gran interpretación de S. Lane, de A. Garret así como de J. Ireland y de J. Crawford en sus atormentados papeles respectivos.
Quizás una de las mejores películas del ínclito William Castle, ya que ha resistido bastante bien el paso del tiempo, amén de que se le reconozca como predecesora de muchas pelis de psycho killers (aunque en esta ocasión el asesino no lo sea…) que vendrían décadas después.
Castle maneja bien sus hilos y escasos elementos y con pocos personajes consigue mantener el interés aunque bien es cierto que alarga demasiado el clímax final. La peli no llega a hora y media y se le podría haber recortado unos diez minutos o así.
Lo que pone más de los nervios no es el conseguido suspense a lo largo de la cinta, sino el comprobar lo gilipollas que es la protagonista (el personaje, claro), una chica joven que no para de meter la pata. Pero, claro, si no, no habría película.
Bien John Ireland y buena banda sonora de Van Alexander.
La verdad es que, aunque clara serie B, se sigue con interés y resulta entretenida en todo momento.
https://filmsencajatonta.blogspot.com