Jóvenes ocultos 2: Vampiros del surf
Sinopsis de la película
Secuela directa a DVD de Jóvenes Ocultos (Joel Schumacher, 1987), ambientada en la ciudad surfera de Luna Bay, California, donde los vampiros se dedican a acabar con cualquiera que se cruce en su camino. A ese mundo oscuro llegará Chris Emerson y su hermana pequeña Nicole. Tras perder a sus padres en un accidente de coche, ellos se mudaron a vivir con su excéntrico tío Jillian. Una noche, Nicole entrará por accidente a un local lleno de vampiros y será mordida. A partir de ese momento, Chris tratará de localizar y destruir a la banda de chupasangres antes de que la transformación de su hermana se complete. Para ello, Chris buscará la ayuda de un experto: Edgar Frog (Corey Feldman).
Detalles de la película
- Titulo Original: Lost Boys 2: The Tribe
- Año: 2008
- Duración: 104
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Opinión de la crítica
3.5
61 valoraciones en total
Cuando hablan de que segundas partes nunca fueron buenas tendrían que poner esta película como ejemplo. Me encantó la primera parte, así que al ir a verla, esperaba encontrar algo que me recordase a ella, pero nada más lejos de la realidad, lamentable bodrio, no se salva ni Corey Feldman (quién te ha visto y quién te ve).
En 1987, Joel Schumacher realizó Jóvenes Ocultos, un film convertido en película de culto por innovar sabiamente el género de vampiros. Entre sus múltiples referencias musicales y cinéfilas (no sólo Tarantino tiene la exclusiva de ello), su hábil mezcla de géneros (humor y terror), su estética moderna para la época, su buena elección en el reparto y su ágil ritmo narrativo, la película alcanzó un mayor éxito del esperado.
Veinte años después, P.J. Pesce (Abierto hasta el amanecer 3) decide aprovecharse del éxito mencionado con una secuela tan infame, que directamente fue a DVD sin pasar por la gran pantalla.
Desde el minuto uno se puede comprobar la falta de imaginación y talento del señor Pesce. El argumento es el mismo: una persona ha sido contagiada por beber sangre de vampiro, la única manera de salvarla de la maldición será acabar con el jefe de un nido de chupasangres.
La elección de actores parece una parodia: el villano es un hermanastro de Kiefer Sutherland que desgraciadamente no heredó el talento interpretativo de la familia, repiten Corey Feldman, pluriempleado como cazavampiros, sacerdote y fabricante de tablas de surf (lo que me dejó sin palabras) y Corey Haim, a quien sólo recordaréis de niño (ahora es irreconocible tanto por el físico como por el hundimiento total de su carrera artística), para terminar tenemos una importante colección de jovencitas muy atractivas, las cuales aprovechan cualquier oportunidad para quitarse la ropa, consiguiendo así que el espectador no se duerma, porque aquí ni ritmo ágil, ni giros de guión, ni buenas interpretaciones, ni sorpresas, ni secuencias de acción mínimamente decentes, ni humor, ni terror, ni nada de nada.
En una época en la que se mira con nostalgia a los 80 (ejemplos claros son la inminente realización de El equipo A, Los masters del Universo y El coche fantástico) una película como Jóvenes Ocultos 2 resulta un auténtico insulto. Aunque no es lo peor, porque el film deja abierta la puerta a una tercera parte la cual, si la información que manejo no es errónea, está en fase de preproducción. Eso sí que da miedo y risa a la vez.
Dos palabras: vampiros surfistas. Con esta promesa, ya no premisa, no debería ser necesario decir nada más. Pero claro, a veces se pide demasiado, y en vez de conseguir una segunda parte de una película que nos iluminó los ojos cuando no levantábamos un palmo del suelo, han introducido un pequeño homenaje a aquellos jóvenes ocultos mientras intentaban simular que la película tenía vampiros y surfistas, cuando en realidad trata de los problemas familiares de ambos protagonistas.
Una vez unos surfistas estaban cansados de la popularidad y el reconocimiento de los circuitos y campeonatos en la playa, así que por cuestiones del azar acabaron en manos de los nosferatus. Después de ese inesperado encuentro, se convirtieron en vampiros para comenzar un nuevo estilo de vida, una nutrida oportunidad en la que la fama de antaño sólo era considerada como una ínfima cualidad que añadir a sus encuentros festivos, en los que disfrutaban de bellas damas con las que compartir fluidos y mantenían jocosas bromas para mostrar su complejo interior, conocido comúnmente como intestinos fuera de su lugar. Entre estos nuevos divertimentos, por supuesto, se encuentra el surf nocturno.
A esta pequeña y extraña ciudad costera llegan los dos hermanos protagonistas, él es un desterrado héroe del mundo del surf y ella es la guapísima e inquieta hermanita pequeña de largos cabellos. El hermano, como responsable del equipo, debe cuidar por el bienestar de su pequeña familia, pero ella no considera que su juventud deba marchitarse en el interior de su mazmorra viendo los Goonies (guiño).
Llegó el encuentro, el vampiro de melena ondulada y rubia seduce a la muchacha en busca de una compañera de juegos. El hermano se percata del escandaloso nuevo estatus de su hermana, y se encuentra a Edgard Frog, afamado creador de tablas de surf y cazavampiros (guiño, guiño) en una misma noche. Descubre una nueva dimensión de problemas añadidos. No solo no tiene trabajo, además su hermana se enamora del gilipollas de turno que la quiere matar para una vida eterna juntos y se hace amigo de un colgado que saca sus ideas apocalípticas de los cómics.
El fin de todo entorno conocido se acerca peligrosamente.
Así que al final de la película no queda claro cuál era la intención de todos estos personajillos, divertirnos a base de parodias, asustarnos ante la idea de surfistas descerebrados que sólo tienen un futuro prometedor muertos o moralizar lo que es un hecho, que los hermanos mayores sean tan protectores con sus hermanitas como para dedicarse a matar vampiros. Edgard Frog, eso sí está claro, era necesario para justificar el título, porque nada nos podía recordar a los jóvenes ocultos de antaño, excepto la excusa de la existencia del hermano pequeño de un vampiro (guiño, guiño, guiño).
Que tenga que ir al cine a ver películas de terror tan pésimas. La verdad es que me esperaba algo peor viniendo de donde viene, directamente del videoclub, pero, me ha gustado y claro está que no es como la anterior, pero, hubiera estado bien haberla visto en el cine, sin duda hubiera merecido mucho más la pena que otras que nisiquiera comentaré.
Menuda decepción de película, ni punto de comparación con la gran primera parte. Actores flojisimos, guión de andar por casa y practicamente ninguna escena que valga la pena.
Comparar al grupo de vampiros de esta película con los de la primera parte es de risa, aqui los pintan como chicos surferos que dan de todo menos miedo, sobre todo el cabecilla del grupo.
Si te gusto la primera parte dudo que te guste esta y si no te gusta la primera ni te acerques a esta secuela.
Lo mejor : Los cameos de Tom Savini y Corey Feldman ( que sale bastante poco) y alguna canción que han recuperado de la primera parte.
Lo peor: Todo lo demás