Invasión zombie

5 comentarios en «Invasión zombie»

1. La saturación en el mercado de las zomedias comienza a ser importante. Esto hace más difícil encontrar una propuesta dentro del género capaz de cumplir las expectativas generadas. En Cockneys Vs. Zombies vemos un honesto intento de hacer pasar un buen rato al espectador. Y de hecho lo consigue. Todos sabemos lo complejo que es hacer reír y en esta película hay un gran número de gags al estilo inglés que arrancarán, como mínimo, una sonrisa al más serio de los mortales. Esto, por si mismo, es una razón de peso para verla. Eso sí, sin prejuicios ni perspectivas demasiado elevadas. También subrayar el componente de crítica social referenciada en el film. Los tejemanejes de corporaciones bancarias y grandes constructoras están a la orden del día y es una de las premisas principales del argumento.
   
   Sin grandes alardes técnicos, el director alemán Matthias Hoene rueda a la inglesa su primer film de zombies. De forma correcta y sin presunciones busca que, una película con un presupuesto bastante modesto, cumpla con dignidad. El resultado puede considerarse de aprobado alto. A excepción de los efectos de maquillaje en algunos zombies, que pueden ser bastante mejorables (se ve gente con peor cara a la salida de cualquier After). Lo cierto es que la mayoría de ellos están bastante bien elaborados.
   
   Mediante un guión sencillo y directo, nos introduce rápido dentro de la trama para acompañar las vicisitudes de los protagonistas de la forma más surrealista posible. Es evidente, que llega un momento en el cual se echa de menos algo más de sustancia y para la conclusión, es fácil pensar que está un poco traída por los pelos. Pero hablamos de una zomedia y en estas películas no es imprescindible un guión sorprendente y sin lagunas o una gran calidad técnica en la forma de rodar. Sólo son necesarias grandes dosis de humor insolente y cientos de muertos vivientes por todas partes. De esto, Cockneys Vs. Zombies va repleta.
   
   Con motivo de las obras en la villa olímpica londinense un antiguo mal, que convierte a los muertos en seres ávidos de carne humana, sale a la superficie. Mientras tanto, Andy y Terry, dos hermanos que viven en el East End londinense, junto a un estrafalario grupo de amigos, deciden atracar una sucursal bancaria. Con el dinero, intentarán salvar la residencia de unos abuelos del barrio que va a ser demolida por una constructora sin escrúpulos. Al salir del banco descubren la ciudad tomada por hordas de zombies caníbales. Su prioridad ahora es rescatar a esos adorables ancianos lo antes posible.
   
   Entretenida, excéntrica y también muy gamberra. Incluso tiene un trasfondo de crítica social muy ácida, algo poco usual en este tipo de producciones. Recomendable para cualquier aficionado dispuesto a divertirse con las zomedias de la actualidad.
   
   http://www.terrorweekend.com/2013/02/cockneys-vs-zombies-review.html

2. Para los que llevamos visto mucho, y es mi caso, está película no tiene nada del otro mundo, no deja de ser un film zombie górico mezcla horror y humor, donde cualquier parte del cuerpo es expuesta a la pantalla rebozada en salsa de tomate, mucha salsa de tomate, y todo ello con el típico humor inglés, pero sin qué aporte nada al género y por supuesto sin nada de atractivo, ya qué el guión es simple y destinado a hacer caja.
   
   Lo mejor sin duda alguna, es la carrera del viejo en taca-taca contra el zombie (Tampoco es una idea original, ya que está sacada de un corto de animación).
   
   En fin, amantes del género y para aquellos que deseen desconectar de las típicas películas, pero no ofrece nada más.

3. Una de zombies leeentos. Nada nuevo bajo el sol.
   
   Los zombies son más lentos que un anciano en taca-taca, tiene su gracia. Pero tampoco es que sea para morirse. Pese a algún momento gamberrete, la peli está bastante vista ya y, lo que es peor, desaprovecha alguna situación que daba para bastante más.
   
   Una chorrada de humor macarra, que rehusa servirse del terror, o del mero susto, en su pretensión de ser más cómica de lo que en realidad es.

4. Situando la acción en uno de los barrios más históricamente conflictivos de Londres, la película sigue a una pareja de hermanos que decide que la única forma de conseguir dinero para salvar la residencia de ancianos de su abuelo es atracando un banco. Para ello reúnen a un grupo de especialistas (la prima, el amigo tonto y el negraco desequilibrado veterano de la guerra de Iraq), roban el dinero, toman rehenes y salen del banco… para descubrir que se ha desatado un apocalipsis zombie.
   
   No tratéis de buscar la Londres de tarjeta postal desierta y ensangrentada de 28 días después. Esto es el East End, el barrio chungo al que sólo te dirigirías si vives o trabajas en él. Suciedad, entrañas y desenfreno quedan envueltas para regalo en la enésima comedia de terror que proporcionará risas aseguradas al espectador que guste del gore.
   
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   LO VIEJO Y LO NUEVO – Adrenalina y lentitud en el East End
   
   (o Ancianos en taca-taca vs. Zombies)
   
   Y es que el acercamiento habitual ante este argumento, si no nos encontrásemos ante una comedia, sería el de la odisea del grupo de jóvenes que trata de rescatar a los ancianos que se encuentran encerrados (suponiendo que sigan vivos) en su residencia…
   
   Pero no. Matthias Hoene acierta de pleno empleando la narración simultánea de las peripecias de ambos grupos, evitando así que la película se tome demasiado en serio a sí misma contándonos todos los tópicos de una invasión zombie (el tan manido caso del personaje mordido-pero-no-es-nada-sólo-un-rasguño es un ejemplo de lastre de la película). De este modo, el entrañable grupo de ancianos, suspendida la incredulidad, se convierte en un desahogo cómico, adalid del surrealismo en la película, partiendo del mismo hecho de que se sorprenden menos (o nada) de la existencia de zombies.
   
   Así, mientras ambos hermanos tratan de mantener unido a un improbable grupo al que se le han sumado los dos rehenes del banco, lidiando con el arsenal humano y bomba con temporizador que es el veterano infectado, los vejetes se atrincheran en una cocina luchando con lo que tienen y dando lugar a una de las situaciones más cómicas del filme: no voy a destriparla (nunca mejor dicho) pero incluye somnolencia, un taca-taca y unos zombies completamente romeros .
   
   Desde el primer momento el guionista deja claros los papeles de cada personaje y tampoco admiten cambios en su personalidad a lo largo del filme, ajustándose completamente a unos roles que, si bien limitan la capacidad de sorpresa o innovación, sí que juega todas las bazas que nos ha presentado, desde la placa metálica en la cabeza del mencionado veterano hasta las prótesis varias del ejército de ancianitos.
   
   En definitiva, es una película con no demasiada munición pero que sí quema todos sus cartuchos, a caballo entre un humor absurdo-surrealista y una comedia de acción con litros de gore. Ante todo, es un alegato, una carta de amor del director a su tierra natal y un desahogo cómico bastante crítico con nuestra realidad, como la mayor parte de las películas de temática zombie.
   
   No es ninguna obra maestra, pero ni aspira a serla ni lo buscaba desde su planteamiento.
   
   Carcajadas que salpican sangre con sabor a un film notable.

5. Comedia de zombies, con inevitable comparación a otras en su mismo subgénero como la conocida y aclamada Zombies Party o la menos conocida pero también aclamada Fido.
   
   Película con maquillaje bueno, historia entretenida y algunos gags simpáticos que va perdiendo fuerza a medida que avanza para llegar a un final que deja mucho que desear. Le resultará entretenida y divertida a quien le guste la temática de los zombies e incluso a algún espectador más que busque echar un par de risas sin complicarse la cabeza.
   
   Tiene un punto interesante en presentarnos a los Cockneys , apelativo que se les da a las personas que viven en los bajos fondos del East End londinense donde se sitúa la acción del film y según les retrata la película tienen una jerga un tanto extraña con rimas un tanto absurdas.
   
   Entretenida, film menor que Zombies Party o Fido. Mi nota es un 5 sobre 10. Sin ese final chapucero le hubiera dado el seis.