InuYasha: The Final Act (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2009-2010). 1 temporada. 26 episodios. Inuyasha, Kagome, Miroku, Sango, Shippo y su amigo neko-mata Kirara, ahora están en la última etapa de su búsqueda para poner fin al esquivo demonio, Naraku y todo el caos y el mal que ha causado, y en última instancia deshacer el karma desafortunado de la Joya de las Cuatro Almas. El viaje, sin embargo, no será fácil, ya que sus enemigos restantes sacan todas las dificultades posibles para asegurarse de que no logran su objetivo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Inuyasha Kanketsu-hen (TV Series)
- Año: 2009
- Duración: 25
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Opinión de la crítica
Película
7.6
31 valoraciones en total
Menos mal que he visto esta serie en diferido, a tiempo pasado, porque si hubiéramos tenido que esperar por lo menos cinco años entre el final de Inuyasha (2000-2004) y el comienzo de la presente, en el 2009, nos podía dar algo. De todos modos, lo más seguro es que nos hubiésemos quedado con las ganas de saber el desenlace porque Inuyasha: The Final Act no se ha doblado al castellano, sino tan sólo al catalán, afortunadamente conozco esta lengua, así que me he salvado por los pelos. Aprovecho el momento para denunciar que desde que las televisiones generalistas no emiten anime, es decir, desde hace una década larga como mínimo, muy pocos dibujos animados japoneses se doblan al castellano. Así que, o los ves en japonés subtitulado, lo que no es muy agradable, o te quedas con las ganas. La conclusión es que nos hemos empobrecido porque aún haciendo el esfuerzo de verlo en su formato original, queda como un producto muy minoritario que no tiene impacto social. Así que invito a las televisiones a que vuelvan a emitir anime, como en los buenos tiempos.
Dicho esto, vayamos a esta Inuyasha: The Final Act . De entrada le tenía un poquito de miedo por los años transcurridos. De hecho, en el primer capítulo aparece un teléfono móvil, lo que no salía en la serie primera. Y es que el manga original se publicó en 1996 cuando esta tecnología no existía, al menos en la vida cotidiana. Pero tras doce años pues ya es completamente habitual. Pero sigo con las comparaciones. El dibujo no está mal, guarda el estilo original, aunque los personajes, pero en concreto ellas no son tan guapas como nos tenían acostumbrados las antiguas entregas. Otro problema ha sido la rapidez con la que han querido despachar tantos capítulos. Para hacernos una idea, los 356 primeros capítulos del manga fueron adaptados en 167 episodios televisivos pero ahora en 26 se ha querido fundir los 202 restantes del manga. Este esfuerzo se percibe sobre todo en las primeras entregas, donde el atropello es evidente. Luego parece que se serena un poco pero a pesar de todo se hecha en falta que hubiera tenido el ritmo pausado del Inuyasha más antiguo.
Con todo, la serie mantiene el nivel porque conserva el espíritu de su antecesora, sobre todo en los personajes. Los seguidores de Sesshōmaru deberían alegrarse porque cobra bastante protagonismo sin que ello vaya en menoscabo de los demás, salvo por Koga, que desaparece. En cualquier caso, lo expuesto en mi crítica de Inuyasha vale para ésta. Efectivamente, Rumiko Takahashi sigue sin arriesgar, es decir, no se profundiza, por ejemplo, en las complicadas relaciones románticas que se intuyen. Deberíamos preguntarnos si es factible el enamoramiento entre humanos y demonios. Y hablando de demonios, vaya fallo que en toda la serie no hayan puesto una hermosa demonia y/o que despierte el interés afectivo de algún varón. Pero volviendo a lo de antes, se nos presenta un desenlace que supuestamente es positivo pero que en realidad no me gusta, además de ser un pegote (SPOILER). En el fondo, es una pena porque había material para un gran anime pero esta subida de nivel sólo aparece en tres o cuatro ocasiones, eso sí, cuando lo hace me ha hecho llorar.
Esperado tanto porque después de un parón de 5 años que dejaba la serie inconclusa había ganas de que volviera el anime, como, porque después de ser alargada todo lo posible, hacía falta que se le diera un desenlace digno y definitivo.
InuYasha: The Final Act (o InuYasha Kanketsu-Hen), más que una secuela, es en realidad la última temporada del anime Sengoku Otogi Zōshi InuYasha (o simplemente InuYasha), constituido por los 167 episodios que preceden a esta etapa y adaptan los primeros 36 tomos del manga de Rumiko Takahashi. Y puesto que continúa la historia desde donde se quedó al finalizar el primer anime de InuYasha, es necesario haber visto la serie anterior (o haber leído el manga).
A diferencia de lo que ocurría en el anime previo, en Kanketsu-Hen no hay historias originales. Todo lo que se muestra está extraído de las páginas del manga (con la única excepción de los pequeños añadidos en el episodio de Hitomiko). Es más, se omiten algunas historias secundarias del manga para centrarse en la principal que, además, está comprimida en 26 episodios (para 20 tankōbon). Por este motivo, el ritmo de los primeros episodios es excesivamente rápido, atropellado, y no se dedica a determinados momentos importantes el tiempo que merecen (incluyendo situaciones tan variadas como entrenamientos y la obtención de nuevos poderes, y muertes). Además, algunas de las historias que se cierran en esta temporada concluyen de forma decepcionante, por un motivo u otro, aunque aquí la culpa está en la propia mangaka que no supo o no quiso terminarlas de otra forma (ver spoiler).
Tampoco hay personajes nuevos, excepto secundarios que apenas aparecen durante un episodio y Byakuya, una de las escisiones de Naraku. Al contrario, el elenco principal se va reduciendo al ir concluyendo las diferentes subtramas. Hay personajes que mueren y personajes que se retiran, hasta que sólo continúan la lucha los miembros del grupo de InuYasha, y junto a ellos el grupo de Seshōmaru. Efectivamente, el hermano mayor de InuYasha ha ido ganando importancia en la trama de la serie pasando de personaje esporádico (en las primeras temporadas) a principal, y de villano a antihéroe, construyendo a su alrededor un equipo paralelo al de su medio-hermano, también con yōkai y humanos. De esta forma, InuYasha y Kagome comparten protagonismo con Seshōmaru en varios de los momentos determinantes de esta temporada, llegando a desempañar un papel fundamental en el desenlace. Eso sí, el clímax de la serie es para los que son protagonistas absolutos desde el primer episodio, InuYasha y Kagome, e incluye pequeños añadidos respecto al manga donde quedaba algo incompleto.
Un punto a favor de este anime (en el que supera ampliamente a la serie previa) es que tanto el dibujo como la animación mantienen un nivel más constante que en anteriores temporadas y, en general, mejor. Destacando los detallados fondos, mucho más cuidados en esta temporada puesto que se emitió en HD. Pero, por otro lado, se abandona casi definitivamente (aparece una sola vez) el llamativo efecto de estela que se utilizaba en InuYasha cuando Seshōmaru se movía a gran velocidad (quien viera la serie sabe a qué me refiero) y que ya había ido desapareciendo gradualmente a lo largo del anterior anime, y también desaparece el látigo de luz de este personaje que se creó expresamente para el anime convirtiéndose en una de sus técnicas más recordadas. El resultado son unos combates mucho menos vistosos de lo que deberían ser para un personaje como Seshōmaru quien, dada su importancia en esta última etapa, participa en muchas de las batallas más importantes.
El diseño de los personajes es muy similar al del anime anterior y, afortunadamente, diferente al de las tres primeras películas y prácticamente idéntico al de la cuarta. Los cambios respecto a la primera serie con muy sutiles y casi insignificantes, salvo quizá el color del pelo de Kagome, que es más claro y azulado, distanciándose del de Kikyō (lo que hace que se parezcan aún menos cuando deberían ser casi clónicas).
Respecto a la banda sonora, se han recuperado los temas compuestos por Kaoru Wada para el primer anime, pero desafortunadamente no incorpora ninguno nuevo (se echa en falta especialmente un leitmotiv para Byakuya). Cuenta con un opening a cargo del grupo Do As Infinity, que ha estado muy vinculado a este anime (intérpretes de los endings 2 y 5 de la primera serie y del ending de la cuarta película), correcto tanto en la música como en el apartado visual, aunque por debajo de los mejores de InuYasha. Y tres endings igual de correctos.
En cuanto a su distribución por España, este anime jamás fue doblado al castellano y, cuando no hay planes de que vaya a hacerse años después de finalizada, lo más probable es que nunca llegue a doblarse, así que no ha llegado a emitirse por televisión ni ha salido a la venta. En cambio sí se dobló al catalán para su emisión por la televisión autonómica (donde se emitió, creo que acertadamente, como una temporada más de InuYasha), manteniendo el reparto original y la calidad del doblaje de la anterior etapa, y también el maldito defecto de traducir y versionar los openings y endings (único fallo destacable de esta edición).
En definitiva, InuYasha Kanketsu-Hen finaliza definitivamente la historia de InuYasha después de 167 episodios, 4 películas y 1 OVA (ver spoiler). Tiene un ritmo más ágil, lo que tiene ventajas, pero también presenta inconvenientes, especialmente en lo rápido que despacha algunos eventos importantes. Supera visualmente a la anterior serie, sobre todo en los preciosos fondos, y cuenta con los grandes temas musicales de Kaoru Wada, aunque no añade ninguno nuevo. Y es, ante todo, una serie (o, mejor dicho, una última temporada de una serie) imprescindible para cualquiera a quien le gustara InuYasha y quiera ver animado el final de su historia.
(Sigue en el spoiler, sin spoilers hasta que se indique)
Por fin el final de esta serie que tanto tiempo llevamos esperando los aficionados. La espera a merecido la pena pues es un final perfecto que te dan ganas de que continúe pero como toda serie, película … tiene un final.
La banda sonora es muy bonita por Kaoru Wada y el opening por el grupo Do as infinity con la canción Kimi ga inai mirai.
Que decir… soy un fan incondicional de Inuyasha, he visto el anime, he leído el manga y lo único que puedo decir es que es un anime indispensable. Que te hace soñar, reír, llorar, cantar, sonreír… etc.
Nota: 10… ¿se puede un 11?
Llegó el tan ansiado final de «Inuyasha». Recordemos que la anterior temporada termina con un final interrumpido que nos deja con cara de tontos. Que «Kanketsu-hen» adapte los últimos veinte volúmenes del manga de Rumiko Takahasi en solo veintiséis capítulos es un dato que ya nos pone en alerta. ¿De verdad es posible que esto quede bien?
Una vez vista te das cuenta de que no del todo, porque las prisas son muy malas consejeras, así que el resultado es una precipitación constante en una especie de carrera por terminar que no deja tiempo para la reflexión tranquila, para la cristalización de las historias, para un paladeo de los acontecimientos y, ya el remate, para un desarrollo cabal de las tramas. Hay historias (muy) buenas y algunos desenlaces conmovedores, pero todo esto requería, repito, de tiempo. Igualmente, la animación será muy espectacular en algunos detalles técnicos pero no supera en absoluto a la original en cuanto a diseño: obsérvese que la mayoría están más feos, con caras aniñadas y pequeñas frente a la corporeidad y el atractivo que tenían antes. Sango y Sesshomaru son un ejemplo. Algo que, en cambio, sí me ha gustado mucho es cómo los caminos de los personajes se van uniendo y encontrando en unos giros inesperados para establecer extrañas e increíbles colaboraciones. Es interesante ir repasando la serie y darse cuenta de las consecuencias indirectas de determinados actos y decisiones, y de cómo influye o contrasta con lo que luego pasará. Es curiosísimo.
Bueno, vamos a lo importante: Sesshomaru. Qué decir del mejor personaje de toda la serie. Qué decir de su grandeza, de su maravillosa e increíble progresión que culmina en «Kanketsu-hen», donde tiene un enorme y heroico protagonismo para deleite de todos sus seguidores. Por favor, un spin-off para Sesshomaru ya, y para Rin también, cómo no. Se comenta mucho, por cierto, qué hay realmente entre un demonio de centenares de años con apariencia de veinte y una niña de ocho, y las opiniones son para todos los gustos (y perversiones). Para mí, sin ser malpensada, está clarísimo que se trata de la relación más potente de «Inuyasha». Por lo que se muestra y por lo que no, por lo que imaginamos y por lo que deseamos, por el carácter de uno y del otro, por lo que significa el haberse conocido en la vida de ella y en la vida de él. Atención al capítulo nueve, en el que Sesshomaru demostrará de qué está hecho de verdad su corazón. Magnífico.
Hablando de relaciones, la principal historia de amor, la de Inuyasha y Kagome, es la menos emocionante en comparación con el resto, incluso la de Kikyo e Inuyasha. A mí me gustan más Miroku y Sango, sin ir más lejos, quizá también porque me atrae más el monje que el medio demonio, algo «mujeriego» pero de aguda inteligencia y mucha clase. El único conflicto de los protagonistas es un triángulo amoroso incomprensible con la ambigua de Kikyo. La indecisión de Inuyasha respecto a sus sentimientos, a mi entender a veces malinterpretados, nos sacará bastante de quicio, mientras que a Kagome deberían haberle buscado otro candidato que pudiera competir con Inuyasha. No, Koga no es un candidato.
Aun así, «Kanketsu-hen» gusta y mantiene el interés. En spoiler comento muchas cosas sobre la serie completa que no debes leer si no la has visto. Yo te aconsejo que lo hagas.