Inside No. 9: Wise Owl (TV)
Sinopsis de la película
Todos recuerdan al Búho Sabio , por supuesto. El pájaro mandón de dibujos animados que protegía y aconsejaba a los niños en la década de 1970. Esas viejas películas informativas tuvieron un efecto duradero en todos, especialmente en Ronnie, quien ha pasado toda su vida tratando de hacer lo correcto.
Detalles de la película
- Titulo Original: Inside No. 9: Wise Owl
- Año: 2022
- Duración: 29
Opciones de descarga disponibles
Si lo deseas puedes obtener una copia la película en formato HD y 4K. Seguidamente te mostramos un listado de posibilidades de descarga activas:
Opinión de la crítica
Película
6.6
56 valoraciones en total
266/17(15/08/22) Notable sexto y último episodio de la séptima temporada de la serie antológica creada por los polifacéticos Steve Pemberton y Reece Shearsmith (que también protagonizan todos los episodios) para la BBC. Dirige Louise Hooper (también dirigió en esta temporada el episodio Mr. King), para un relato remanente de la costumbre de los creadores de que el broche conclusivo a las temporadas sea un capítulo de terror (The Harrowing, Seance Time o The Stakeout). Wise Owl es en este sentido un capítulo aterradoramente turbador, manejando resortes infantiles buenistas y dándoles la vuelta. Ello con el leit-motive de unos clips animación 2D de información pública en UK de la década de 1970 y 80, protagonizados por el niño Tony (voz del hijo de siete años de uno de los vecinos del productor Richard Taylor) y su gato, llamado Charley, con la voz de Kenny Everett, quien maullaría la lección del episodio, donde se les asustaba a los niños para que no hicieran esto o aquello que era potencialmente peligroso (como tocar una torre eléctrica, jugar cerca de un lugar de aguas profundas, hablar con extraños o jugar con fósforos), siendo la brújula moral el animal. Al parecer esto marcó a los creadores de esta serie, que decidieron darles un vuelco a estos (para ellos) inquietantes clips, aquí el tándem ha cambiado al minino por búho, que repite como un mantra ‘Twit You’ (‘No seas bobo’, traducen), y a Tony por los niños Ronnie y su hermana Joanne. Estos dibujos serán parte integral del episodio cual parte de la mente del protagonista encarnado por Ronnie (Reece Shearsmith), salpicando las ‘lecciones’ por el metraje, en una evolución que se va tornando en desgarradora conforme avanzamos hacia el final.
Un protagonista solitario, huraño, taciturno (en cierta medida me recuerda bastante al Donnie Wahlberg de El Sexto sentido), con el que en sus misteriosa personalidad iremos desentrañando el porque de su triste existencia, para llegados al tramo final sentirnos conmovidos con su situación, ello en una media hora espléndida de imaginación (el sueño con esa impactante aparición entre sombras), siendo un giro punzante que se te queda por su fuerza dramática. Los Pemberton & Shearsmith citaron tanto a los thrillers Possum (2018) de Matthew Holness y a Spider (2002) de David Cronenberg como influencias para el episodio. Episodio que si digo cual es el tema central hago el gran spoiler, solo digo que hay que verlo. Sobre todo, habla del peso de como la infancia nos marca en muchos aspectos para el futuro.
Un minutaje que comienza hábilmente desconcertando al espectador, al que se le va goteando información, lo van llevando de un lado a otro, hasta que todas las piezas encajan y te sientes empatizado por su sufrimiento. Sentimos la paranoia de Ronnie siendo perseguido por fantasmas en este claustrofóbico hogar sembrado de oscuridad. Incorporando ácidas dosis de humor negro, como es la presencia mordaz de Pemberton como un vecino entrometido, siendo delirante en lo que ha quedado el conejo disecado.
Comienza de forma desorientadora, lo hace con un corto de animación donde una cometa de unos niños (los mencionados Ronnie y Joanne) cae sobre una torre de alta tensión, y Ronnie va a subir por la misma para cogerla, pero aparece un búho y le conmina a n o hacerlo por el peligro de electrocutarse y oímos por vez primera aquello de ‘Twit you!’. Podemos pensar todo el capítulo será animado, pero no saltamos a conocer al protagonista humano, dejando la animación, es Ronnie de adulto (con una peluca inspirada seguramente en el Anton Chigurh de No es país para viejos), vive en una triste casa, gracias a una prodigiosa labor de cinematografía de James Moss (5 episodios a sido DP de la serie) a media oscuridad, rodeado de decenas de animales disecados por todos lados, que él tiene la sensación le observan, provocando en el espectador inquietud. Parece vas a suicidarse metiéndose en la bañera y tirando una radio al agua, cuando alguien toca a la puerta, sale de la bañera y se acerca a la puerta sin abrirla, pero entonces hay otro corto en animación con los mismos tres protagonistas, en este caso el búho le advierte de no hablar con extraños, de ahí que no abra la puerta, ni conteste, y lo que trasluce es que Ronnie no tiene bien la cabeza. E intentamos dilucidar con las migas de pan que van dejando de donde viene esta tara psíquica. Asistimos a una videollamada entre Ronnie y su madre Dinah (Georgie Glen), donde nos enteramos que algo le pasó a la hermana de Ronnie, y pensamos él tuvo la culpa, de la potencial tragedia, también sabremos que Ronnie ha tenido asistencia psiquiátrica. Seguimos a Ronnie por este pavoroso hogar, donde escucha aleteos de pájaros en habitaciones vacías, incluso ve una pluma sobre la cama.
Asistimos de modo en animación a la celebración de cumpleaños de la madre, Joanne coge una cajita de fósforos para prender las velas del pastel, Ronnie dice que eso no está bien (que un niño haga fuego), pero vemos al búho aparentemente borracho en el sofá diciendo más o menos que: ‘Porque no?’, en lo que es un viraje siniestro de este personaje. Tras esto volvemos al mundo real y Ronnie está mirando un espejo y en el reflejo ve tras él un globo flotando, rebelándose una quemadura tras su oreja, más miguitas. Vemos también una foto rota de Joanne. Hay muchas más pistas que nos van cayendo en este incisivo rompecabezas (no quiero spoilear de más).
Aún así, comentaré la sensacional secuencia onírica-pesadillesca. Ronnie en su patología diáfana duerme en el suelo en un saco de dormir, aparentemente despierta y despacio y de modo acojonante va apareciendo por la puerta del salón un hombre des nudo (se le ven incluso los genitales), pero con cabeza de búho, se le queda mirando ante el pavor ahogado de Ronnie, tras lo que desaparece en la penumbra, fascinantemente espeluznante.