I Want You
Sinopsis de la película
Helen trabaja en un salón de belleza, y su novio Bob es locutor de una emisora de radio local. Honda es un niño mudo que graba en secreto las conversaciones de los demás, su hermana Smokey es empleada de un bar. Martin es un tipo misterioso que comparte una oscura historia del pasado con Helen. Honda se enamora de Helen y comienza a grabar sus conversaciones con Bob…
Detalles de la película
- Titulo Original: I Want You
- Año: 1998
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
6
88 valoraciones en total
El comienzo de la película ya hace prever que será un relato oscuro, turbio, lleno de secretos. Winterbottom muestra una historia de personajes aciagos, atormentados y, en cierto modo, solitarios.
Para no caer en la típica relación de amor, sexo y tragedia entre los dos personajes, a priori, principales (Weisz y Nivola), se incluye a un tercero, un adolescente huérfano y mudo que se convertirá en la voz y oídos de algunos personajes ya que se dedica a grabar conversaciones ajenas. Por su parte, la hermana del chaval – o su cuerpo desnudo más bien – no aporta nada a la trama, sólo morbo.
Progresivamente, se van sacando a la luz las obsesiones, los secretos, los porqués del comportamiento de los personajes hasta llegar a hilvanar las historias en un todo comprensible. El modo de contarlo puede ser acertado o no. Lo cierto es que Winterbottom se vale de juegos de luces y, sobre todo, aprovecha las grabaciones del chaval para difuminar y distorsionar visual y sonoramente varias escenas. Sin embargo, no logra dotar de la fuerza necesaria a muchos momentos de la trama.
Así pues, I want you se queda en una historia coherente pero carente de intensidad.
Film un tanto oscuro de Winterbottom, en el que concibe una serie de complicados personajes que cruzan sus vidas, mientras subyace un enigmático y desconcertante acontecimiento, que imprimirá un impulso definitivo a la trama de los mismos. La película peca de un ritmo irregular y situaciones anormales, que perjudican el resultado final de la misma.
Melodrama criminal de una pretenciosidad en el límite de lo soportable. Saturado de personajes con mucha vida interior y quintales de afectación arty. La historia fatalista y tortuosa repitiéndose a si misma no carece de interés pero la puesta en escena resulta más agobiante y esteticista (lentes distorsionadas, close ups a mansalva, alteración del sonido, fotografía saturada) que turbadora y el tratamiento acaba por hartar, todo muy simbólico, todo muy hermético, todo muy metafórico y todo muy gratuito (el por qué de los huérfanos del Este entra directamente en el terreno de lo inexplicable). En definitiva un material olvidable y a evitar por parte de un director tan irregular como imprevisible que se mantiene a flote merced a algún momento logradamente enfermizo (el personaje de Nivola intentando recrear con unas prostitutas el pasado mientras escucha obsesivamente la canción más obsesiva de la historia, la extraña intimida de la protagonista y el muchacho que lo graba todo) y sobre todo por la adherente sensualidad de Rachel Weisz y la posibilidad de oír al colosal Elvis Costello, el músico definitivo del odio, repetir una y otra vez ese terrible, I Want You.
Michael Winterbottom intentaba revolucionar, allá por 1998, el panorama británico con esta muestra de cine independiente y libre, salpimentada con sexo de alto voltaje filmado con una estética muy personal. Aquí no hay racionalidad, sólo destellos de los sentimientos que huelen a tragedia.
La historia está narrada desde el punto de vista de Honda, adolescente que, mudo tras la muerte de su madre, se dedica a grabar conversaciones ajenas, hasta que se encuentra con Helen, una peluquera -vaya la fijación que tiene Winterbottom con las peluqueras- de mirada entre melancólica y desesperada, que no para de discutir con su novio. Los diferentes personajes van campando por la pantalla hasta que aparece, casi sin avisar, Martin, ex novio de Helen… que ha vuelto para recuperarla. Aunque acabe de salir de la cárcel por haber matado al padre de ella.
I Want You es una declaración de principios desde su mismo título. Te quiero ahora mismo en este mismo lugar. Defender la pasión como uno de los elementos fundamentales a la hora de conocer a una persona, y como génesis de la atracción, es muy arriesgado. Winterbottom nos habla de un amor que debe ser denso, y que está irremediablemente unido al sufrimiento. Los personajes caminan ciegos a la autodestrucción, mientras sus vidas se convierten en un poema maldito. Y esa es su belleza, aunque a muchos no les bastará para que ésta sea una buena película.
El tono narrativo es descarnado, brutal, epidérmico, sensual. La narrativa visual de Winterbottom, rompedora y moderna, se basa en un juego de contrastes de luz sorprendentes, y de unos planos que se limitan a dejar que los personajes se coman desasosegadamente la pantalla. Los azules de la piscina, los amarillos de la playa, los rojos de las intenciones, intensísimos y, sin embargo, sombríos, son los colores ideales para un ejercicio de introspección marcado por los instintos. Su artífice, Slawomir Idziak, autor de la fotografía de Azul.
Un último apunte: La canción de Elvis Costello da nombre a la película. Sencillamente brutal.
Amores de una vida rotos, plomizos, obsesivos e hirientes. Imposible olvidar la mirada de Rachel Weisz.
La película ofrece de manera original y pausada las diferentes piezas que conforman el puzzle de la trama, que finalmente van encajando no con toda la precisión que sería deseable. Y ello porque, a mi juicio, no se acaba de comprender bien a los personajes que son la clave de la historia, por lo que el film no llega a seducir. No obstante la interpretación de Rachel Weisz es notable a pesar de las carencias de su personaje. Puede verse.