Housewife
Sinopsis de la película
La madre de Holly mató a su padre y a su hermana cuando ella tenía solamente siete años. Dos décadas después, convertida en una adulta que tiene dificultades para distinguir la realidad de las pesadillas que la acechan, Holly conocerá a un famoso mentalista, que afirma estar destinado a ayudarla.
Detalles de la película
- Titulo Original: Housewife
- Año: 2017
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
Película
4.8
73 valoraciones en total
Hace unos años no imaginaba estar aquí escribiendo sobre cine de terror de un director de cine de terror turco, pues no es un país muy dado a producir este tipo de cine. Pero primero Can Evrenol se abrió paso con su potente cortometraje Baskin, que años más tarde se convertiría en su primer exitoso largometraje. Hoy estamos para hablaros de su segundo largo, Housewife, se nota que el director turco ha ido madurando con los años y su nueva obra es más completa en todos los sentidos que su anterior trabajo.
Holly tuvo un gran trauma de pequeña, pues vio cómo su propia madre asesinaba a su hermana y luego intentaba lo propio con ella. Los años pasaron y Holly construyó una familia propia, pero cuando deciden visitar a un grupo llamado Umbrella of loveland Mind sus miedos del pasado florecerán de nuevo.
Can Evrenol, da un gran paso en su carrera, esta vez debuta con una producción americana, pues su primer film estaba realizado en Turquía. Esto significa parte del equipo artístico nuevo, lo que se refleja de manera positiva al haber trabajado con gente con experiencia en grandes producciones.
La dirección de Can sigue firme pero continúa cometiendo el mismo fallo que personalmente vi en Baskin. Este fallo es el ritmo, también veo el mayor problema en su guion, escrito junto a Cem Özüduru, los cuales ya firmaron su primer largometraje. Veo un patrón en ambas cintas, un comienzo interesante, hacia mitad de película decae en interés, solo para remontar de manera espectacular en su último tercio. Esto es así en sus dos producciones, pero Housewife no se resiente tanto pues en general es un film mucho más redondo.
Su anterior cinta ya destacaba en el apartado artístico, que tenía muchísimas reminiscencias a H.P. Lovecraft. Este ambiente oscuro, vicioso y terrorífico persiste en su nueva película. Es más, parece casi un spin off de este universo perverso creado por el propio director. Creo que ha sido un acierto hacia donde ha encarado la ambientación de este film, una mezcla obvia entre el macabro universo lovecraftiano y un toque de giallo, lo que transforman a Housewife en un producto único en su especie. Pese a sus carencias, principalmente en ritmo, es totalmente recomendable el darle una oportunidad, tanto si te gustó Baskin como si no.
A destacar el desenlace de esta película, sin duda es de esos finales que no se olvidan fácilmente, todo un carrusel de emociones y sobretodo terror es lo que te espera con la nueva película del gran Can Evrenol. Sin duda esta cinta posiciona al director turco entre los más destacados en la actualidad del cine de terror independiente.
http://www.terrorweekend.com/2017/10/housewife-review.html
Para mi gusto no demasiado convincente film de terror fantástico, que tiene como uno de sus elementos positivos el diseño y argumento, muy lovecraftianas.
En cuanto al diseño artístico y la puesta en escena debo confesar que he visto un buen trabajo pero si me atengo a su desarrollo narrativo se me ha quedado algo dispersa, embarullada y sin demasiado mordiente que digamos.
Su parte final cierra bien la historia (remite demasiado a La semilla del diablo ) y es consecuente con lo visto anteriormente, pero esto, la historia, que tiene muchas posibilidades creo que, aunque sugestiva, se pierde en vericuetos que disminuyen el interés del espectador.
Y eso que el prólogo es bueno y te atrapa, pero más tarde, quizás por su parco ritmo baja su intensidad dramática y va como dando saltos, aportándonos datos que más tarde se tornarán imprescindibles, pero de forma algo desmadejada.
La clásica película que ves que podría haber sido mejor de lo que es, pero al final no te convence, dejándote una sensación agridulce.
Bien la fotografía pero, en mi caso, no mucho más, y es una pena. Pero como siempre digo, para gustos están los colores. No es nada desdeñable, eso es cierto.
https://filmsencajatonta.blogspot.com.es
Parece un chiste de película. Arranca interesante con una protagonista que ve como su madre asesina a su hermana y a su padre. 20 años después se la ve felizmente en pareja pero con algunos traumas de dicho pasado. Ya en el desenlace entra en una secta donde se vincula con un mentalista y es aquí donde derrapa todo intento de algo coherente. Escenas sumamente confusas, inentendibles y sádicas (desollamientos de piel, cuchillazos en los ojos, embarazo gestado en 1 segundo con un parto violento…). No se entiende nada y no resuelve ninguna de las cuestiones. No hagan caso a las críticas intelectualoides, es una pérdida de tiempo monumental.
Segundo largometraje de Can Evrenol tras Baskin , esta vez con reparto y producción internacional, y con una historia en principio muy diferente a la de su película anterior, pero con bastantes puntos en común: como en aquella, en Housewife hay sueños que se entremezclan con la realidad, sectas con líderes carismáticos y algo cabrones, sexo chungo, y escenas de violencia bastante gráficas (lo que no significa tampoco que haya mucho gore, que de hecho no lo hay). También como en aquella, la trama es bastante simple, y el último acto está lleno de excesos diversos y momentos surrealistas.
Ya desde la primera escena, la de la tragedia familiar ambientada en un caserón medio a oscuras en mitad de una noche nevada, Evrenol consigue crear una atmosfera sórdida pero absorbente apoyada en la ambigüedad moral de sus personajes, en una primorosa fotografía en tonos azules y rojos que remite a Mario Bava y Dario Argento, en una música sutil pero magnética y vagamente enervante, en un erotismo turbio que está presente a lo largo de todo el metraje, en una puesta en escena muy cuidada y en un ritmo pausado pero firme. Esta atmósfera se va viendo salpicada de momentos genuinamente perturbadores, de escenas oníricas de aspecto surrealista…y también, para qué negarlo, de algunos sustos muy poco eficaces que no aportan gran cosa. Esos sustos (apariciones repentinas al estilo de la nueva escuela del terror ) son lo peor de la película, junto a un nivel interpretativo que, excepción hecha de Clementine Poidatz, David Sakurai (su personaje, por cierto, a medio camino entre el líder sectario, el coach de esos, y el comercial vendemotos, es de lo más peculiar que se ha visto en el género en bastante tiempo) y Alicia Kapudag, es bastante flojo por no decir otras cosas.
Luego está el final, que a muchos les cabreó bastante en su momento, y que no deja de ser…(sigo en spoiler)
En todo caso, una película peculiar, atrayente y extraña, recomendable para los que gusten del cine de terror menos convencional o de los cuentos con un trasfondo perverso.
Can Evrenol nos descubrió con Baskin que el infierno turco no sólo está en las prisiones… prisiones terrenales, se entiende. El horror más pesadillesco encauzaba así una creación donde cierta referencialidad —algunos vimos trazas de Silent Hill, otros encontraban un primer acercamiento al universo Lovecraft— teñía una atmósfera de rojo hasta hacer devenir el microcosmos construido por el cineasta en algo, por momentos, asfixiante.
Housewife se advierte como una cinta continuista de aquella Baskin, aunque con una sobresaliente diferencia. Si en el primer largometraje de Evrenol todo era arrastrado sin muchas contemplaciones hacia un mundo cuyo horror se concretaba en sus primeros compases a través de su demencial tejido, en esta nueva aportación hay un avance sinuoso hacia esos mismos vínculos temáticos, una cadencia narrativa que nos sumerge con extraña sutileza —hasta donde lo permite, claro está, el estilo del director— a un terreno de interrogantes e inquietudes, hasta que ya no hay vuelta atrás y se desata —de nuevo, con menos premura— su alucinado universo.
Su prólogo ya nos sume en ese sugerente enigma que propone desde el primer momento. Sangre, adolescencia y un horrible crimen. Así, se nos emplaza a relegar cualquier atisbo de verdad a un costado, surcando las aguas de un espacio donde pasado, presente y sueños se encuentran en una existencia ilusoria cuyos lindes se escapan, por momentos, a nuestro control.
Evrenol no crea con ello un lugar intangible. La estrecha relación entre ese pasado tortuoso y el pesadillesco devenir no imperan en la realidad de Molly, una realidad que sigue siendo perceptible, asentada sobre una estabilidad que, aunque inquieta por ese estigma, no se antoja perturbada. Housewife no emplea los mecanismos habituales del cine de terror, buscando en un tono imperceptible, arrojado con personalidad y perspicacia, la atmósfera adecuada para ir perpetrando un relato que se escinde en parte del núcleo macabro y amenazador que en el fondo posee la crónica establecida desde un buen principio.
Hay cierta mesura que contrasta, pues, con aquella inmersión a pleno pulmón que suponía Baskin, y es en esa característica donde se encuentra la clave de un film a ratos vaporoso: no se sabe bien donde está la línea entre lo real, lo verídico, y el estrato quimérico. Así, Housewife deriva en un imaginario mucho más rico, que lejos de fomentar capas o proponer cuestiones en torno a su estado, fluye en un ambiente calmo, preparando de este modo al espectador para lo que está por venir, un insólito estallido de locura.
El color invade la pantalla —rojos y azules predominan induciendo una singular composición entre ambos mundos—, y Housewife se alimenta de una estética dúctil, que no se aferra al horror como eje único de la narración, y que va ejerciendo de forma gradual un crescendo a través del cual acompaña a la perfección el relato. La tonalidad de su fabulosa banda sonora, que conduce con firmeza a ese clímax sobre el cual se sostienen buena parte de las posibilidades del film, crea una unión perfecta entre lo visual, cromático y sonoro, llegando así a su atmósfera, tan tenue como penetrante.
Si bien la construcción erguida por Evrenol nos lleva irremediablemente a un último acto donde se desata la alucinación más febril, y aquellos ecos de Lovecraft insinuados terminan desencadenando la más enfermiza de las resoluciones, no hay que cometer el error de pensar que el film edifica sus cimientos sobre esa brutal conclusión. Aquello a lo que, en definitiva, nos terminamos enfrentando, es una liberación de los estímulos que se habían estado sugiriendo durante toda la obra. Es entonces cuando el enajenado universo del turco se desnuda por completo, deslizándose a un perturbador abismo en el que lo único que cabe preguntarse es si estamos ante una genialidad o ante una demencial insensatez.
La respuesta, una vez más, está en el cine de Can Evrenol. Radical, barroco, extraordinario. Una ventana abierta a la locura que conviene no cerrar o, al menos, dejar entreabierta.
Crítica para http://www.cinemaldito.com
@CineMaldito