Hombre blanco no identificado

Entre las 20:00 h. del 1 de julio y las 07:00 h. del 2 de julio de 2002, Doug Bruce se perdió. Aquella mañana, cuando viajaba solo en el metro de Nueva York, no podía recordar su nombre, dónde trabajaba, quiénes eran sus amigos ni cuánto dinero tenía en el banco. Se encontró sin identidad alguna. Hombre blanco no identificado , nombre con el que fue inscrito en el hospital, es la historia real, contada en primera persona, de cómo Bruce, un corredor de bolsa, lucha por aprender quién era y por saber en quién se va a convertir.
¿En qué medida, nuestro pasado, los millones de momentos que vivimos, contribuyen a convertirnos en lo que somos? Si elimináramos todos esos recuerdos, ¿que quedaría de nosotros?, ¿qué proporción de nuestra personalidad e identidad viene determinada por nuestra experiencia vital?, ¿y qué hay antes de todo ello? El documental, producido por un viejo amigo de Doug Bruce, Rupert Murray, que se interesó inmediatamente por saber cómo se sentía su amigo al perder la memoria, es una reflexión profunda sobre todas estas cuestiones y sobre el significado del yo puro. Uno de los relatos más crudos, basado en hechos reales, visto en televisión.
Hombre blanco no identificado narra paso a paso como Doug, sin ser consciente de ello, salió de su casa y se metió en el metro de Nueva York. Los médicos definen ese momento cómo el estado de fuga, que se produce cuando un individuo pierde la capacidad para recuperar información sobre su pasado, pudiendo llegar a no saber quién es. Pero lo que hace tan interesante para los médicos este estado de la mente es que quienes lo padecen no son conscientes de ello, pudiendo permanecer así durante horas, días o semanas, hasta que, sin saber por qué, comprueban con horror que no saben quiénes son, saliendo en ese instante del estado de fuga. Doug abrió los ojos en un metro casi vacío, a kilómetros de su casa, y lo primero que vio fue un lugar en el que no recordaba haber estado nunca. No sabía a dónde iba, ni de dónde había salido, e inmediatamente después se dio cuenta de que no sabía quién era. Le entró miedo.
Dos resonancias magnéticas, dos tomografías computerizadas, 26 análisis de sangre y una barbaridad de análisis psiquiátricos no han podido diagnosticar qué es lo que provocó la que es la más rara y más asombrosa forma de perder la memoria: la amnesia retrógrada.
El documental sigue a Bruce durante dos años en la búsqueda por recuperar su identidad. Rupert Murray, director y amigo, reúne docenas de fotos de su niñez, décadas de vídeos caseros, entrevistas con miembros de la familia, amigos, antiguas novias, psiquiatras, neurólogos y filósofos, con la impactante participación de Bruce en todo el proceso. Con 35 años, intenta reconstruir la relación con los miembros de su familia que no reconoce y se enamora de una mujer que tan sólo sabe de su vida después del accidente. Citando a John Locke, uno de los especialistas entrevistados en el documental, se observa cómo Bruce es ciertamente el mismo hombre, pero se podría cuestionar si es la misma persona .