Hellraiser VIII: Hellworld
Sinopsis de la película
SINOPSIS: Los cenobitas se apoderan del ciberespacio. Cuando cinco acérrimos jugadores de un juego de internet son invitados a una fiesta especial organizada por la web HELLWORLD, están a punto de enfrentarse a una noche de terror como creían que solamente podía existir en el ciber espacio. Tras la muerte de uno de ellos en extrañas circunstancias, ocurrida un año atrás, y estrechamente vinculada con el mundo de Hellraiser, los cinco no pueden evitar seguir visitando la web ni acudir a la fiesta organizada por ésta. Una vez en la mansión donde se celebra la fiesta, cada uno de ellos experimentará en solitario diferentes tipos de terror. No parece haber manera de comunicarse entre ellos y todo desemboca irremediablemente en Hellraiser y su mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hellraiser: Hellworld
- Año: 2005
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
3.7
40 valoraciones en total
Hay que decir que no está mal, es una película de terror que se ve realmente bien y está muy bien hecha pero poco queda del origen de aquella famosa caja y el terror de la primera parte.
Esta octava entrega es más casi una continuación de Saw que una entrega más de Hellraiser ya que el desenlace parece más el final de Saw.
Es la verdad que es una película muy currada y al final te llevas una sorpresa pero es la verdad que no añade nada nuevo a la saga y tampoco al cine de terror, el señor Bota dirige muy bien y tiene momentos muy bien grabados y montados, falla un poco el desenlace pero los amantes del género disfrutarán.
Tiene de todo, gore, sangre, sexo, morbo, intriga…muchas cosas, no es que sean de lo mejorcito pero se ven muy bien e incluso entretienen.
El señor Bota se había ocupado ya de las anteriores entregas y sin duda de sus películas, es la octava la mejor de todas, no es que la ponga en un pedestal pero se ve muy bien y también entretiene.
Tercera película de Rick Bota en la saga Hellraiser y la última en la que Doug Bradley hace de Pinhead. Hay que decir que no tiene casi nada que ver con las anteriores y mientras la tónica en las anteriores había sido el hecho de que alguien abriese la dichosa cajita y apareciesen los cenobitas aquí ya desde el principio se nos muestra que los protagonistas saben de que va la historia aunque lo consideren un juego llamado Hellworld (aparece hasta una camiseta de Pinhead) Los protagonistas acuden a una especie de fiesta para iniciados en tal juego y….hasta aquí puedo contar…
Es una película de factura correcta, con algunas buenas interpretaciones (como curiosidad aparece Henry Cavill, que luego sería Superman) aunque con cierto propensión al esterotipo en los personajes .Pero bueno, para ser una octava película de una saga y encima no estrenada en cines es bastante digna.
O como una saga de terror serio (en horas bajas, eso si) engendro esta burla de los slashers adolescentes.
– Has estado apartada del reino oscuro mucho tiempo, Chels, ¿que te parecería engancharte de nuevo?
– Pues como con cualquier otro juego, ultra violento lleno las veinticuatro horas al día, totalmente banal y mega popular, de rol multijugador masivo online.
Tras esta demostración de intenciones, vamos, diálogos naturales 100%, nos podemos imaginar lo que nos espera. La típica historia de unos adolescentes chupiguays que van a una fiesta chupiguay y se lo pasan chupiguay. Hasta que todo se tuerce y, bueno, empiezan a morir mientras corretean histéricos por toda la casa.
Vamos que tenemos los ingredientes del tan manido género:
– Protagonistas planos y estúpidos por los que sentir cero empatia cuando les cortan la cabeza.
– Un slasher que los quiere matar a todos vaya usted a saber porqué.
– Un espacio cerrado en el que trascurre la acción. (esto es opcional en el género pero muy socorrido)
– Ración doble de sexo gratuito.
– Un súper giro final. (Vale, yo confieso: a mi me pillo desprevenido…)
Ah, y sale Pinnhead muy de cuando en cuando, como de costumbre en la saga. Si has podido tragarte las siete películas anteriores, con esta también puedes, campeón.
Bueno, como conclusión, quiero decir que la película tampoco es tan mala como la he pintado. Si te la tomas a cachondeo es entretenida. Y bastante mejor que la sexta o la séptima entrega, triste pero cierto.
Octava entrega de algo que no se parece ni el las forma ni el fondo a aquella legendaria primera película.
El suspenso le cae seguro, para qué vamos a engañarnos, pero tiene un par de detalles salvables que la elevan un poquito por encima de lo que cabe esperar en algo que, ya para empezar, tiene el poco prometedor título de Hellraiser VIII.
En primer lugar, y sirva de aviso, para encontrar aquí algo del espíritu del primer Hellraiser, hay que utilizar un microscopio electrónico. Si alguien espera ver algo que recuerde lejanamente, ya sea en fondo o en forma, a la atmosfera de pesadilla de la obra de Baker, a la extraña belleza insana, casi poética, de sus excesos gore y su sadismo o a la fascinante liturgia, brillante alegoría de la condenación, que es la dichosa caja de LeMarchand girando inexorable, va de culo. Esto que tenemos aquí, al menos en lo esencial, es un Slasher. A saber: un montón de niñatos (tíos guaperas y, lo que más se agradece, tías buenas que te cagas, todo ellos descerebrados de libro) perseguidos por el psicópata de turno, que en este caso, y para ofensa general a todos los seguidores de la saga, no es otro que el mismísimo Pinhead, degradado aquí a la categoría de matarife barato. Es más, es evidente que con la mayor desvergüenza se han utilizado los escasos elementos del universo Hellraiser presentes, puramente colaterales, como puro gancho comercial: me apuesto el riñón izquierdo a que hasta cinco días antes del estreno esto se llamaba Viernes 13 XII o Halloween IX: lo mismo hubiera dado… De hecho, tiene todos, toditos los elementos del género, para que no se diga… : gritos a mansalva, zumo de cereza por litros y muchas tetas, tetas, tetas…
Dicho esto, pareciese tratarse de un subproducto digno de la inmediata ejecución de todos los participantes en tamaño despropósito. Y por ahí andamos… Pero, afortunadamente, algunos detalles suavizan la sensación de nausea. En primer lugar, hay que reconocer que el nivel técnico de la dirección es digno: la cámara esta dónde debe estar y se mueve con soltura y cierta elegancia, dándole al conjunto un acabado algo mejor de lo que cabe esperar para un directo a DVD. Por otro lado, las actuaciones, por lo general, son más o menos decentes (o, al menos, un poquito menos bochornosas de lo esperado). Eso sin mencionar la presencia del gran Lance Henriksen, que destaca en el conjunto como una virgen en un prostíbulo.
Pero, sin duda, lo mejor de la película (sin ser bueno) es su relativamente original giro final, que dando un vuelta de tuerca al argumento (o intentándolo) hace que el conjunto resulte bastante menos ofensivo y considerablemente más coherente con su desarrollo y con la saga que lo visto hasta entonces, salvando parte de los muebles. Por desgracia, hay que decir que dicho giro argumental, a pesar de lo bueno de la idea, está pesimamente desarrollado y se queda a medias, dejando un insatisfactorio sabor de boca.
Lo dicho: una mala película de Terror, pero no completamente catastrófica. En peores garitas hemos hecho guardia.