Hanussen (El adivino)
Sinopsis de la película
A finales de la Primera Guerra Mundial, Klaus Schneider se recupera de sus heridas en un hospital. El médico que le atiende descubre que está especialmente dotado para la hipnosis y la adivinación y decide ayudarlo a desarrollar esas facultades. Años más tarde, Klaus se traslada a Berlín, cambia su nombre por el de Hanussen y ejerce de adivino e hipnotizador. Llega a predecir el auge y el trágico final del Tercer Reich, lo que lo coloca en una delicada situación.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hanussen aka
- Año: 1988
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
6.4
45 valoraciones en total
Se ve con interés, sólo el final me ha parecido decepcionante.
Es la historia de un hombre que tenía el don, la habilidad o el ingenio de ver o de adivinar próximos acontecimientos futuros. Los nazis lo utilizaron para propaganda y auge de su partido.
Predijo, entre otras cosas, la victoria de Hitler y la consecución de la cancillería alemana, la matanza de Rohem o el incendio del Reichstag.
Lo mejor de la película es lo bien que describe el ambiente político que se respiraba en Berlín pocos años antes de que el partido nazi y Hitler se hicieran con el poder de Alemania.
De padre actor y madre cantante, el 2 de junio de 1889, nació en Viena, Austria, Harschel Steinschneider, un judío que, años después, bajo el hombre de Erik Jan Hanussen, sería internacionalmente reconocido como vidente, hipnotizador y astrólogo, principalmente en los años en que el nazismo brotaba en Alemania, cuando se convirtió en un personaje muy apreciado por Adolf Hitler, desde el mismo momento en que, personalmente, le dijo: La nación germana estará a su merced. Más adelante -se ha afirmado-, el propio Hitler y algunos de sus colaboradores, se convirtieron en clientes asiduos del Palacio del Ocultismo donde, Hanussen, atendía diariamente. Se dijo, además, que fue este astrólogo el que enseñó al canciller alemán sus técnicas de control de masas (manejo de voz, posiciones corporales, gestos y otros recursos), así que, para Hitler, fue un personaje imprescindible, hasta que…
Esta historia y lo que ocurriría después, es lo que, con algunas variables (incluido el nombre de pila del personaje), alguna mentirilla (como la de que Hanussen nació el mismo mes y día que el líder nazi), y dispuesto a limpiar al personaje de su compromiso ideológico con el nacionalsocialismo, es lo que va a contarnos el director, István Szabó, en esta tercera aventura relacionada con el auge y caída del imperio austro-húngaro, pero, más relacionada aún, con los Vicios del Poder que tanto daño han causado a la humanidad a lo largo de la historia.
Escrito de nuevo por Szabó, en compañía de Péter Dobai, el guion de, <>, resulta bastante ameno, y en aras de un mayor sensacionalismo, se da por sentado que los poderes del vidente eran absolutamente ciertos, aunque se ha especulado que, en algunos aciertos, se había hecho con informaciones previas. No obstante, el efecto que este aspecto produce en los espectadores, no creo que consiga estimularlos o impactarlos demasiado, primero, porque se trata de hechos históricos conocidos por todos, y segundo, porque, lo que de verdad importa al director, es recrear la manera como, los más ávidos detentores de poder (en este caso, los nazis), están dispuestos a servirse de cualquier herramienta para manipular y someter a las masas en su propio beneficio.
La manera como, Hanussen, tramita cada encuentro con los personajes más disímiles, es de una sutileza admirable -los diálogos son impecables- y de aquí se deduce que, el control de la mente sirve, principalmente, para cuidarse de las intromisiones y las impertinencias.
Una vez más, Klaus Maria Brandauer, lleva con acierto el fuerte peso del personaje principal, Erland Josephson (Dr. Bettelheim), es el mentor que logra con él los más insospechados avances, y Adrianna Biedrzynska (la bella Wally), es la esposa dispuesta a seguir a su hombre hasta que el destino los alcance.
La historia de Erik Jan Hanussen, ya había sido llevada al cine, en 1955, y bajo la dirección conjunta de O.W. Fischer y Georg Marischka, pero, el filme no tuvo ninguna resonancia. Puesta la historia, ahora, en manos de un director calificado como István Szabó, el resultado es a otro precio y esta trilogía, a todo nivel, es cine trazado para dejar huella.
No todos en el mundo del cine pueden decir que al realizar una trilogía, como la que hizo el director húngaro István Szabó en los años ochenta, el resultado fueran tres nominaciones a mejor película extranjera y una estatuilla en los Oscar. Tiene mérito la cosa.
La última de ellas, era a priori la más fascinante, recrear la vida de Erik Jan Hanussen, uno de los magos del ocultismo en la Alemania de entreguerras ya es un punto de partida apasionante.
Sin embargo Hanussen, el adivino es la más floja de las tres sin lugar a dudas, y lo es por varios motivos, aunque los principales son dos: Un monstruo como Klaus Maria Brandauer no se siente del todo cómodo, y a pesar de no estar mal, su personaje está muy por debajo de otros que nos ha brindado uno de los mejores actores europeos del siglo XX.
Y luego está la historia, completamente desaprovechada. Se tenían todos los requisitos para una obra maestra, y sin embargo Szabó prefiere mucho más utilizar la narración para plantear cuestiones atemporales como la homosexualidad, la ambición, el amor, la envidia…que siendo interesantes no dejan de hacer al final una instrumentalización de la película para ser ellos los protagonistas.
Hay varios aspectos muy importantes en la película que son debatibles. Uno es que en la cinta los poderes de Hanussen se dan por seguros y otro que se exculpa al mentalista de casi toda relación con Hitler, cuando sabemos que sí participó como asesor suyo en las elecciones de noviembre de 1932. Por último Szabó obvia la posibilidad de que Hanussen hipnotizara o no a Marinus van der Lubbe –que ni siquiera aparece en la película-, el autor del incendio del Parlamento alemán, que el adivino anunció dos días antes. En fin que los mimbres daban para mucho más.
Eso sí, el final como siempre en las obras de Szabó, demoledor. Eso es tensión y lo demás son tonterías.
Por ello y a pesar de todo la recomiendo, acercarse a uno de los mejores directores centroeuropeos de los últimos treinta años es una necesidad y tener su trilogía una obligación.
Nota: 6,4.
Nominado en los Premios Oscar y en los Golden Globes como Mejor Película Extranjera. En el Festival de Cannes fue nominado a la Palma de Oro. En los European Film fue nominado Klaus Maria Brandauer como Mejor Actor.
Klaus Schneider (Klaus Maria Brandauer), a finales de la primera guerra mundial es internado en un hospital militar, debido a ser herido en la cabeza. Allí es atendido por el Dr. Bettelhein (Erland Josephson), que descubre la especial sensibilidad del soldado herido para la hipnosis y las premoniciones. Años más tarde, Klaus se traslada a Berlín, cambia su nombre por Eric Jan Hanussen, y ejerce como adivino e hipnotizador. Su popularidad se acrecentará debido a una premonición acertada del hundimiento de un trasantlántico. Pero predecir el auge y el trágico fin del tercer Reich, lo pondrá en peligro ante los poderosos nazis.
Original guión que nos muestra aquella Europa Central de la Segunda Guerra Mundial, con una gran puesta de escena y excelente escenografía, nos muestra una premonición trágica en la historia mundial, como fue el inicio del poder del imperio nazi, visto desde las premoniciones de un simple adivino. Trama llena de un suspenso lento, muy a lo europeo, pero que no deja de ser efectivo y muy bien elaborado por István Szabó, uno de los referentes del cine húngaro.
Film nominado al Oscar como Mejor Película Extranjera. Esta realización de Szabó es un buen film que cuenta la vida del adivino apodado Hanussen en tiempos del nazismo. Contada de mi punto de vista algo parca con un guión correcto, llama la atención las escenas en que el protagonista mira a cámara. Hanussen tiene en Klaus Maria Brandauer a un gran intérprete que permite sumar mucho a la calidad final de la película.