Hannah y sus hermanas
Sinopsis de la película
Tres hermanas de caracteres muy diferentes, hijas de un matrimonio de actores, mantienen entre sí una estrecha relación. La mayor, Hannah, la que tiene un carácter más fuerte, está casada con un rico empresario y su vida parece equilibrada, perfecta. Actriz de éxito, esposa y madre ejemplar, se ha convertido en el centro de gravedad de toda la familia. Holly, la segunda, sensible e inestable, sueña con ser actriz. Lee, la pequeña, es una ex-alcohólica que vive en una buhardilla del Soho con un pintor minimalista mucho mayor que ella. Mucho menos afortunadas que Hannah, las hermanas suelen recurrir a ella cuando necesitan consejo o tienen problemas económicos. Pero esta situación comienza a tambalearse cuando Elliot, el marido de Hannah, se enamora de una de las hermanas de su mujer.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hannah and Her Sisters
- Año: 1986
- Duración: 106
Opciones de descarga disponibles
Si deseas puedes obtener una copia de esta película en formato HD y 4K. A continuación te citamos un listado de opciones de descarga activas:
Opinión de la crítica
7.8
66 valoraciones en total
Siempre me ha parecido injusto el sistema de puntos que tiene el tenis para situar en el ranking. Pero ese sistema es una metáfora de las relaciones de pareja. Un día eres el número uno, has ganado todos los torneos habidos y por haber, eres el único, tienes tantos puntos que hasta te sobran. Iluso. Pasa el tiempo, los torneos siguen jugándose. Y claro, si el año pasado ganaste Wimbledon, como ahora llegues a la final y no triunfes, ya pierdes puntos. ¿Por qué? porque no partes de cero, sino que defiendes los del año anterior, o sea, todos. Cuando estás en la cumbre sólo puedes caer, nunca ascender, y mantenerte es una quimera. Lo más gracioso es que hay otros jugadores, que incluso puede que tuvieran 15 puntos frente a tus 19456, y estuvieran perdidos en la tabla, pero que, amigo, precisamente por eso tienen todo a ganar. Cada golpe que a tí se te da por descontado, en ellos es un drive fuera de serie. Ahí estás muerto. Suben 500 puestos de golpe al ganar el trofeo de la galleta, y tú vas caminando hacia atrás irremediablemente. Y si se te ocurre lesionarte tres mesecitos…adiós. Cuando te quieres dar cuenta, has pasado a ser un segundón pasto de la compasión ajena en el mejor de los casos. Y tienes dos opciones: o te retiras asqueado del sistema, o sigues en él peleando trofeos, intentando ganar el máximo posible para recuperar prestigio, honor y gloria.
Me gusta mucho Hannah y sus hermanas, y me gusta porque Woody, a su inteligente y mordaz forma, nos muestra el amor tal y como es, hermoso y fugaz, divertido y triste, cambiante. Y él lo acepta así, con ese irrepetible Caine adúltero enamorado como un chiquillo, con gente que deshace y rehace sus relaciones de forma a veces dolorosa pero con una soltura de la que muchos no somos capaces. Porque todo sistema tiene sus inadaptados, que no son capaces de integrarse, y eso les lleva a una infelicidad permanente, a tener un poso de tristeza incluso en los momentos más dichosos. Por eso me encanta la película, porque me sirve de espejismo mientras dura, me veo en ese mundo y me veo sin tanto drama, no pasa nada porque la vida sea una rueda donde nadie es imprescindible, ni siquiera uno mismo, que se cree tan único, en la que la persona que te quería con devoción ahora hace el amor con otra y le mira igual y le dice las mismas cosas. Incluso tú mismo puedes llegar a hacer lo mismo. Mejor, ¿no?, sin esa capacidad de mutar el ser humano estaría anclado en la tristeza de los amores pasados. Hay que seguir viviendo, dicen. Y seguro que tienen razón. Todo Allen es un poco eso, es romántico, es nostálgico, pero sus personajes viven al día, se enamoran, se desenamoran, sufren, ríen, se encuentran y desencuentran….Es un conocedor del ser humano, de las cualidades buenas y malas que tiene, y las plasma en la pantalla, no haciendo un juicio sumarísimo a nadie, al revés, todos son tratados con cariño, todos deberíamos ser tratados así, tan imperfectos, tan a la intemperie.
Mi gafapasta predilecto vuelve a ofrecernos otra soberana lección de cine demostrándonos, de modo fehaciente, como detrás de una comedieta aparentemente convencional puede ocultarse una historia tan profunda y conmovedora como la vida misma.
Woody conoce como pocos los temores, obsesiones y anhelos del urbanita moderno. Pero no solo los conoce y los padece, sino que es capaz de volcarlos sobre el celuloide con una naturalidad insultante. Eso es lo que me fascina de Woody. Bajo esa peripatética imagen de ‘chiquilicuatro’ hiperactivo, neurótico e hipocondríaco se esconde un cineasta genial. Pocos como él son capaces de tomarle el pulso a Nueva York y a su sufrido ciudadano con tan certero diagnóstico.
Mención aparte merecen los intérpretes de sus pelis. En ésta, el elenco tira de espalda. Allen al margen, encontramos a Mia Farrow, Maureen O’Sullivan, Max Von Sydow, Carrie Fisher o Barbara Hershey, pero a quien me gustaría destacar especialmente es a Michael Caine y Dianne Weist. No en vano se proclamaron ese año meritorios ganadores de sendos oscars como mejores actores de reparto. Aunque, de hecho, me los creo a todos. Porque son de carne y hueso. Como todos nosotros.
Las magníficas comedias de la vida que Woody Allen de la parte central de los 80 eran el perfecto reflejo de un mundo cotidiano y de a pie, donde el espectador del planeta Tierra podía fácilmente identificarse. Uno de esos mundos fue el de Hannah y sus hermanas, película en la que Allen se sirve de uno de los mejores y más acertados repartos de su filmografía para contarnos las aventuras y desventuras de un núcleo cualquiera de personajes que (mal) viven en sinfonía unas tribulaciones que el amor depara a cada instante.
El gran reparto pasa por Michael Caine o Barbara Hersey, por Mia Farrow o Diane Wiest, por el propio Woody Allen. Toda una serie de relaciones articuladas y entrelazadas, que confluyen y dispersan así como ordenan el capricho de la casualidad. Buena culpa de ello reside en un guión magistral de Allen, quien a base de pequeños relatos construye con apenas unas pinceladas un retrato conciso y preciso de la psicología y la personalidad de cada personaje.
Los diálogos se encuentran ya en las antologías de la mejor imaginaria Allen. El modo en que éste fotografía la ciudad de sus pasiones realza la importancia que en el film tienen los paseos, las salas de cine, las calles. Las tres hermanas están espléndidas y cada una de ellas muestra en su rostro los avatares por los que se encuentran pasando en todo instante. La película tiene momentos increíblemente románticos, especialmente con la pareja Caine-Hersey. El magnífico casting se completa con dos ilustres veteranos de mil batallas: la propia madre de Mia Farrow, Maureen O’Sullivan, y el fetiche bergmaniano por excelencia, Max Von Sydow.
Escrita y dirigida por Woody Allen, se rodó en NYC (Columbia University, Greenwich Village, Central Park), Beverly Hills Hotel, Teatro Regio (Turín, Italia), etc., con un presupuesto estimado de 6 M dólares. Nominada a 7 Oscar, ganó 3 (guión original/Allen, actor reparto/Caine, actriz reparto/Wiest). Se estrenó el 7-II-1986 (EEUU).
La acción principal tiene lugar en NYC, en 1984/85, a lo largo de un año. Narra la historia de Hannah (Mia Farrow), sus hermanas, Holly (Dianne Wiest) y Lee (Barbara Hershey), su marido Elliot (Michael Caine), su ex-marido Micky (W. Allen), sus padres y otros familiares y amigos. Hannah es la mayor, está felizmente casada, es madre de 4 hijos, trabaja como actriz teatral de prestigio y es la columna vertebral de la familia. Mickey, hipocondíaco y neurótico, productor de programas de TV, fue su primer marido y es el padre de sus hijos. Holly, ex-cocainómana, es díscola, no tiene trabajo fijo ni vida sentimental estable. Lee vive con un pintor mayor, Fredrick (Max Von Sydow), es ex-alcohólica en tratamiento y se siente agobiada por los consejos paternalistas de su pareja, que la trata como a una niña. Elliot es un próspero asesor financiero, que mantiene una relación amorosa con Lee.
La película hilvana episodios de las vidas entrecruzadas de los personajes, que bajo una apriencia de sosiego y normalidad, ocultan insatisfacciones, frustraciones, desarraigos y amarguras. Se plantean interrogantes sobre la vida, la muerte, el dolor, la enfermedad, la fidelidad, los hijos, la religión y las grandes tragedias de la Humanidad (Auschwitz, Gestapo, nazismo). Micky apoya su reflexión en las aportaciones de grandes pensadores, como Nietzsche, Sócrates (corruptor de menores), científicos (Freud y sus discípulos), creadores literarios, como Tolstoi ( La única cereteza absoluta a la que puede llegar el hombre es que la vida no tiene sentido ), y en la constatación de que la cultura dominante está basada en el autoritarismo, espectáculos vacuos (lucha libre, desfiles de belleza) y discursos destructivos (predicadores fundamentalistas). Se añaden numerosas citas cultas, de óperas ( Rigoletto , Aida , La Traviata ), música ligera (Cole Porter), teatro clásico ( Hamlet ), teatro moderno ( Casa de muñecas ) y cine (Jerry Lewis, Hnos. Marx, Maureen OSullivan). Según el film, Manhattan es el mejor lugar del mundo.
La música ofrece 10 temas excelentes: Concierto para harpa (Bach), Im In Love Again (Porter), Isnt It Romantic (Rodgers) y otras. La fotografía mueve la cámara con sobriedad y precisión, resalta detalles, usa símbolos (rotura espejo), se recrea en escenas colectivas y muestra bellos edificios neoyorquinos poco conocidos. El guión, rico en matices, detalles y sugerencias, es una pieza de gran nivel. Enlaza la acción con las estaciones del año. La interpretación general es magnífica. Destacan Farrow, Allen, Caine, Wiest, etc. La dirección crea una obra potente, sugerente y conmovedora, profundamente humana.
Cuando vi la última película de Allen me dejó un tibio sabor de boca, no es que Macth Point sea una mala película, me parece más interesante que casi todo el cine actual , pero creo que está lejos de las mejores del realizador neoyorkino. Necesitaba recuperar algo del mejor Allen, así que volví a Hannah , ella siempre estaba en mi memoria y no me podía decepcionar .
Realizada en un periodo esplendoroso, Hannah y sus hermanas es una película de muchas realidades todas muy cercana a mí , personajes con los que me identifico o a los que reconozco , el hipocondríaco, el torpe enamoradizo, el ser superior que no tiene conexión con el mundo, la insegura que va cambiando continuamente buscando definitivamente su horizonte, la persona amada cuya belleza te atrapa te tiene loco y por ultimo Hannah, ese ser en quien todo el mundo se apoya , a la que acudimos porque la creemos perfecta sin darnos cuenta de que también tiene inseguridades, que necesita compresión, ayuda.
Durante dos años asistimos a la vida , a los fracasos y a los éxitos de un grupo humano que Allen retrata con cariño, con devoción, en ese tiempo los vemos sufrir, enamorarse , engañar y ser engañados. Reunidos periódicamente alrededor de una buena comida, de una deliciosa melodía tocada en el piano familiar comprendemos que las razones del amor, de la existencia son incompresibles, intangibles.
Por si fuera poco esta película contiene la mejor escena que Allen ha rodado jamás , Caine enamorado locamente de Barbara Hershey se encuentra (cuantos encuentros no fortuitos llenan el cine de Woody ) con ella en una calle , acuden a una librería y él le recomienda un libro E.E.Cummings. Cuando ella lee en la soledad el poema recomendado y sus ojos se humedecen , uno tiembla recordando a ella … ni siquiera la lluvia tiene las manos tan pequeñas.