Hana-Bi. Flores de fuego
Sinopsis de la película
Un policía llamado Nishi (Takeshi Kitano) se enfrenta a la enfermedad terminal de su esposa, al drama de un compañero que ha quedado parapléjico en una redada y a un grupo de mafiosos que le siguen la pista.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hana-bi
- Año: 1997
- Duración: 103
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Opinión de la crítica
Película
7.3
78 valoraciones en total
Hana-bi, flores de fuego… flores de pseudomuerte. Este es el significado de la película. No va destinada al público, va destinada al propio Kitano. Y es que a partir de 1994 en cada una de sus videos nos ofrece parcelariamente su biografía, su vida, su infancia. El padre de Kitano se llamaba Kikujiro, ¿os suena de algo? Como dice Beat Cuando mis hermanos y yo oíamos sus pasos, corríamos lejos a escondernos. Yo sabía que hacía negocios con la yakuza, pero para alimentar a la familia estaba obligado a trabajar como pintor
Demasiadas casualidades (pintores, mafias, violencia). Pero en su vida, él intenta corregir esos defectos. Es un buen padre. Nos hace reír con humor amarillo. Nos hizo reír en el verano de Kikujiro, pero a la vez te enseña la dureza de la vida. Es como un fármaco: tiene su efecto terapéutico (la buena vida, la risa, el ser friki, la amistad, la alegría, el dinero…) y su efecto adverso (accidentes, muertes, amenazas, extorsiones, tristeza, pobreza…). Clásico del cine japonés.
Con Flores de fuego Takeshi no va a conseguir su mejor película, pero sí realizarse como persona. ¿Os habéis fijado en el tic que tiene en el lado derecho de la cara? No es ni más ni menos que una secuela, una parálisis facial como consecuencia de un accidente en verano de 1994. El amigo Takeshi iba borracho como una cuba y decidió conducir su motocicleta. Mala cosa. Derrapó y se tragó todo un muro, sobreviviendo milagrosamente después de estar varios días en coma e ingresado en UCI.
Después de esto, siguió dedicándose al cine, seguía riéndose y encontró una nueva afición: la pintura. Eso mismo es Hana-bi, es un retorno, una pasada a su vida, cuadros de flores, yakuzas, ese humor estilo Kitano, niños por medio que son felices pero que se arriesgan a ver desgracias, sangre, nieve con sangre, árboles de otoño, melancolía,… es Hana-bi.
CALIFICACIÓN: Cómo fan de Takeshi, seguramente debería ponerle un 9. Es Kitano puro y duro, clásica, pero sólo la he aprobado (y porque le conozco bien y sé sus intenciones en este DVD). No obstante, como película dirigida al público, está claramente suspensa. No es recomendable como primera película para introducirse en este mundo. No es adecuada, no tenemos por qué saber su biografía. Es su vida ¿Estoy obligado a saber la vida de un actor o director? Se hace lenta en muchos momentos. Demasiados. Es clásico del cine oriental, pero además en esta vemos a un Beat muy poco hablador. De todas las de Takeshi (con está llevo 4) es la que menor puntuación se lleva. Los motivos ya se han comentado, especialmente los compañeros del FilmAffinity.
RECOMENDACIÓN: Vea la película tranquilamente, sin prisas y sin estar tentado de darle al STOP. Al terminar la película, si no ha entendido algo, vea los primeros 15 min. y los últimos 10. Después lea algo de la biografía de Takeshi. Entonces lo verá con ojos distintos, lo verá con ojos de flor, de flor de fuego. De flores de fuego ¿entiende ahora el significado de los cuadros?
Terriblemente hermosa, logra llegar al corazón lentamente y de manera demoledora. La historia es durísima. Y porque sabemos que Kitano no es una gran actor pero no sé que luz inspiradora lo tocó, para llegar a demostrar tantos sentimientos con mínimos gestos corporales. La dualidad de su personaje que es un salvaje total, pero que se transforma radicalmente cuando de su esposa se trata, es asombrosa, conmovedora. Tiene de todo desde acción, suspenso, escenas de violencia logradísimas y el sostén emocional del film: ese amor genuino e incondicional que el protagonista siente por su esposa. Muy de vez en cuando sucede lo que nos cinéfilos esperamos tan ansiosamente y es que una película nos entretenga, nos conmueva y nos deje pensando. Y el multifacético Kitano acá logra todo eso y mucho más. Hermoso, conmovedor el final.
Mientras que otros directores se exceden en la broma intercalada Kitano prefiere hacerlo de forma seria. En el momento de la gracia sus personajes adquieren las cualidades de Eugenio. Rostro seco, sin articulación. Se sabe que el chiste está ahí, se deja entrever, pero no en pantalla. Este gag irónico rebaja el tono dramático de la historia. De hecho, muchas de sus escenas de películas de yakuzas no son nada más que una burla en aumento.
En un documental de su vida en el que se resaltan sus numerosas virtudes (cómico, cineasta, escritor, pintor…) confesaba que cuando el actor no manifiesta en su semblante lo que él desea, prefiere colocar de nuevo la cámara, dando el personaje, ahora, la espalda al objetivo. Es una forma en la que el actor pierde protagonismo y realza, aún más, la percepción que tiene el japonés de la ‘payasada’ en los momentos sarcásticos. Y me gusta la idea. Mucho. Para mí, una película en la que el principal atractivo son los intérpretes restando importancia al conjunto de la obra es fallida en ciertos aspectos.
Junto a Sonatine, Hana-Bi es la cima de lo anterior, de su cine de gánster con mueca grotesca. El personaje de Kitano: frío, disparatado a pesar de su falta de efusividad. Todo envuelto con aire tragicómico y pistolas que apuntan de vez en cuando.
Luego llegaría El verano de Kikujiro, parodia del papel de yakuza al que tantas veces había dado vida en sus obras. En pocas ocasiones las collejas fueron tan efectivas y cachondas.
¿Se nota demasiado que me vuelve loco su humor irreverente y fresco?
Hana Bi es una película compleja y difícil de ver. A mi modo de pensar, buena parte de ella se convierte en un ejercicio de paciencia para el espectador, pues éste ha de debatirse entre dejar de verla por puro aburrimiento o mantenerse estoicamente en el sitio, alentado por las buenas críticas. Entonces, aparecen las pequeñas sutilidades, incluso la poesía visual, que Kitano nos deja en algunas secuencias, en escasos momentos. Para mí, estos instantes justifican ampliamente la visión del filme, que, no obstante, falla debido a las debilidades del guión y a sus sucesos poco creibles, contados de una manera aún más increible.
Esta controversia momentos geniales, espirituales y fantasticos (aún narrados a partir de la más cruda cotidianidad) versus conjunto general desequilibrado, es algo que encuentro extensivamente en el cine y ánime oriental. Kitano (y Hana Bi, por extensión) se ajustan a esta norma.
El señor Kitano aparte de las locuras de Humor Amarillo tenía otra faceta, la de hacer buen cine. Esta película es el tránsito de la belleza a la obra de arte, es una de esas joyas que surgen de vez en cuando. La verdad es que me la recomendó un amigo y desde entonces estoy pegado a la filmografía de este director, de este artista del género. Son de las películas que te dejan en un estado de tristeza absoluta que agitan y remueven tus sentimientos y te dejan planchado en el sofá o donde estés en ese momento.