Hamlet, el honor de la venganza
Sinopsis de la película
El rey de Dinamarca muere y su viuda Gertrude (Glenn Close) se casa a las pocas semanas con su cuñado Claudio. Hamlet (Mel Gibson), el primogénito, no puede olvidar a su padre, cuyo fantasma se le aparece en el castillo y le confirma que fue envenenado por su propio hermano.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hamlet aka
- Año: 1990
- Duración: 135
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Opinión de la crítica
Película
6.3
76 valoraciones en total
No soy una gran admiradora de William Shakespeare, pero tengo que reconocer que admiro a los que deciden realizar películas de esta índole siguiendo las obras del dramaturgo británico, algo que debe ser realmente complicado y poco comercial. Está claro que no es cine para todos los públicos y que hay que dedicarle algo de paciencia, pero en casos como éste merece la pena y mucho. Franco Zeffirelli me ha demostrado que Kenneth Brannagh no es el único que se maneja bien en estas adaptaciones y nos deja un trabajo serio y muy bien realizado, con un despliegue de medios y con un casting que no tiene nada que envidiar a Brannagh. Cuando comprobé que el papel de Hamlet era para Mel Gibson y el de su madre, la reina Gertrude, para Glenn Close, pensaba que se vería realmente ridículo y poco creíble, debido a la edad de ambos, pero una vez que empieza la película, el buen hacer de los actores me quitaron todas las dudas. Mel Gibson está francamente bien, demostrando que es un buen actor, capaz de interpretar a un personaje tan serio y complicado como éste. La maravillosa Glenn Close vuelve a dejar constancia de la pedazo de actriz que es. Se le echa de menos, ojalá haya actriz para rato. Junto a ellos una serie de actores británicos que se mueven como peces en el agua en obras como ésta, entre ellos el impresionante Alan Bates, su cinismo y maldad me han convencido, Ian Holm, quién a pesar de su pequeña estatura, se hace enorme actuando, Paul Scofield, con tanta personalidad que siendo su papel muy pequeño, el actor le da un carisma marca de la casa, y Stephen Dilane, quién me ha parecido muy correcto. Mención especial para Helena Bonham-Carter, actriz que no se me ha hecho nunca muy cercana, pero que tengo que reconocer que aquí está francamente bien como la desdichada Ofelia, su forma de interpretarla me ha encogido un poco el corazón.
12/12(18/01/17) Notable enésima adaptación del icónico drama del bardo de Avon, Hamlet dirigida por el florentino Franco Zeffirelli y protagonizada por un vigoroso Mel Gibson, además de estar en los roles principales de modo vibrante Glenn Close , Alan Bates , Paul Scofield , Ian Holm , o Helena Bonham Carter. El guión del propio realizador y Christopher De Vore (El Hombre Elefante o Frances) sintetizan el texto shakesperiano a la mitad (de las cuatro horas originales en teatro), para que el ritmo fluyera, añadiendo con inteligencia una escena inédita en la obra teatral, como es el funeral del padre de Hamlet, todo un acierto, pues acentúa y hace aún más penetrante el dolor del príncipe danés, asimismo redistribuyen escenas, diálogos (y soliloquios) de un personaje a otro, esto para los puristas (monolíticos y ultraconservadores) debe ser una herejía, para mí es sacudir y refrescar una historia que tiene en que ya se conoce todo su hándicap, con lo que alterar para dar otro enfoque puede estar bien, si se hace respetando la idea primigenia, y aquí esto brilla por lo notablemente que está tratado. Consiguen componer con solidez esta épica historia de magnicidios, fantasmas, celos, demencia, conspiraciones, complejos de Edipo, y muchas pasiones desatadas. Fue la primera producción de la compañía Icon Productions, co-fundada por Mel Gibson.
Los temas tratados son ya muy consabidos, hablándonos de la fuerza de la familia, de la venganza, de la duda, y lo hacen con la fuerza que da el material original, transmitiendo una tormenta de emociones y sensaciones que nos remueven. Zeffirelli impone tensión e intensidad dramática, conservando y maximizando las escenas míticas, edificando en un entramado opresivo de relaciones, con un protagonista que lleva con insidioso estilo el peso de la historia. Llama la atención la feista ambientación que me recuerda a la también shakesperiana Macbeth (1971) de Polanski, todo huele a medieval, gracias al excelente diseño de producción del italiano Dante Ferretti (habitual de Scorsese, Gangs of New York o Shutter Island), rodando en varios castillos británicos para dar la imagen del de Elsinor (Dunnottar Castle, Dover Castle, Dover Castle, Blackness Castle, y Rochester Castle), además de algunos interiores en Shepperton Studios, visionándose el exterior de la fortaleza encaramado a una roca donde las olas del mar rompen violentamente (alegoría de los sentimientos tormentosos del interior), con el patio embarrado donde las vestimentas se ensucian los bajos, dando impresión realista donde las paredes de piedra dan sensación de aridez, hay pocos adornos, con un fenomenal diseño de vestuario de Maurizio Millenotti (La Pasión de Cristo o Risen), sobrios, sin alardes, destilando veracidad cruda, todo esto filtrado por la formidable fotografía de David Watkin (Carros de fuego o Memorias de África), potenciando en sus tremendos primeros planos la expresividad de los actores, en un patinado que resalta el grisáceo-marrón de la piedra, acentuando el dramatismo cuasi-atávico de la obra, con valiosos planos generales que resaltan las interacciones de los personajes. Se suma la deliciosa música del maestro Ennio Morricone (Hasta que llegó su hora o La misión), aportando su toque sentido y grácil melódico.
Las actuaciones son el motor principal y gran atractivo del relato: Mel Gibson estaba en la cresta de la ola en esos momentos, y demuestra una enorme garra y carisma al hacer suyo al heredero danés, emanando garra, fuerza, electricidad, en una interpretación visceral, muy física, haciéndolo humano en su arranques de furia, bañándolo de dudas, angustia, dolor, amargura, exhibiendo nervio en su imitación de su descenso a la locura, quizás adolece de sutilidad, pero lo suple con brío y ardor, con un manejo gestual y de mirada incisivo, poseyendo una valiosa química con Glen Close, Glen Close nunca hasta ahora había actuado previamente en una producción de Shakespeare, en escenario o pantalla, y demuestra un sentimiento y carácter interpretando a la ambigua madre de Hamlet (curioso que solo ella es 9 años mayor que Gibson), creando con su vástago una compleja relación en la que se sugiere un latente amor que traspasa lo políticamente correcto a lo incestuoso, haciendo que los actos de Hamlet se mueven por una final línea entre la venganza por el posible asesinato del padre a los celos de su tío casado con su mater, la actriz modula maravillosamente sus ojos y rostro para dar dimensión a su drama, Helena Bonham-Carter realiza una fascinante interpretación de la voluble y frágil Ofelia, le imprime gran sensibilidad, debilidad, ternura, y un nivel trágico que se ve gradualmente como va degradándose mentalmente, sobresaliente en su rol, Hay tres actores británicos que han encarnado a Hamlet en alguna ocasión, son Alan Bates (como Claudio). Paul Scofield (fantasma del padre de Hamlet), y Ian Holm (como Polonio), Alan Bates resulta espléndido como el viscoso Claudio, le da matices, aristas, y un carácter consistente que da empaque al desarrollo del relato, Ian Holm como el consejero Polonio lo hace cumpliendo con su rol de apoyo, Paul Scofield en el papel del fantasma del padre de Hamlet borda con majestuosidad su escaso tempo en pantalla.
Mel Gibson realiza un papel espectacular en esta película, ha estado al nivel del protagonista de esta obra de Shakespeare, donde la venganza tiene el papel más importante. Las miradas llenas de sentimiento también juegan un papel muy importante. Se la recomiendo a todos aquellos a los que les haya gustado más obras de el gran escritor inglés, o más peliculas del director, como Romeo y Julieta.
Pues eso, hartos de ver a Mel empuñando armas de fuego y diciendo tacos, nos lo encontramos interpretando un soberbio Hamlet. Eclipsa a Glenn Close, a Ian Holm e incluso a la escurridiza y brillante Helena Bonham Carter. La rabia que desprenden sus ojos ante el asesinato de su padre y las dudas existenciales qie le paralizan me resultan tan creíbles y llenas de poder como falsas y vacías las vistas en la versión del pedante Kenneth Branagh.
También tengo grabada en VHS esta adaptación de la universal obra de Shakespeare sobre el incesto y el germen de la duda. Ya es una cinta vieja, con las etiquetas adhesivas amarillentas y medio despegadas. Ahí puse Hamlet a bolígrafo y en grandes letras mayúsculas. Hace bastante más de una década que no la hemos vuelto a poner en el vídeo, pero en sus buenos tiempos le dimos un buen tute. Hoy día quién va a verla en un formato anticuado y en una cinta gastada por el uso, si en DVD la calidad de imagen es muy superior… De todas maneras, la nostalgia impide tirar a la basura toda la colección de VHS y sigue estando en el mueble donde la pusimos.
Mel Gibson estaba a la altura como el príncipe Hamlet, agobiado por la añoranza de su padre asesinado, el odio hacia su malvado tío, el resentimiento mezclado de culpable amor hacia su incestuosa madre, la pasión reprimida por la infeliz Ofelia, la acuciante urgencia de la venganza… Las dudas y la rabia del joven príncipe danés desgarran con convicción la pantalla. Glenn Close interpreta a una Gertrudis sensacional. Helena Bonham Carter es el símbolo del desvalimiento y la pérdida de la razón por amor contrariado.
Puede que no sea la mejor versión de una de las obras más famosas de la historia, pero tampoco está por los suelos.