Hablamos esta noche
Sinopsis de la película
Víctor, el ingeniero responsable de la Central nuclear de Zapater, une a sus problemas profesionales un divorcio inminente, un hijo homosexual y una nueva relación sentimental. Cuando faltan unos días para la inauguración de la central, un ingeniero muy amigo de Víctor, culpable de un grave accidente laboral y adicto al alcohol, le advierte de la posibilidad de un fallo en el funcionamiento de la planta. Nada garantiza la veracidad de esta advertencia, pero para averiguarlo ha de suspenderse la inauguración.
Detalles de la película
- Titulo Original: Hablamos esta noche
- Año: 1982
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
4.9
31 valoraciones en total
Esta película me sorprendió negativamente, porque más que cine de autor era un culebrón cutre que ni siquiera llegaba a los estándares de los venezolanos y mejicanos. Rodada como un telefilme casposo, con una historia sobrepasada (leer spoiler) si uno tiene ganas de reirse con tanto despropósito, aunque no fuese la intención de la cineasta, pues la verdad es que pasa un buen rato con el cúmulo de situaciones como corrupción, nepotismo, adulterio, más adulterio, engaños, homosexualidad, estupro, venganzas, odios familiares, traiciones, suicidios a tutiplén y creo que también fumaban. Vamos, que lo tiene todo excepto el incesto, la necrofilia, el canibalismo y los chistes racistas. A lo mejor en la segunda parte… Angela Channing era español y trabajaba de ingeniero nuclear.
Una película coyuntural que pretendía ser un retrato crítico de los valores dominantes en aquella sociedad española de 1982, que estaba a punto de decidir con sus votos la llegada al poder de un gobierno socialista después de más de 40 años, de la que la cineasta Pilar Miró era militante y ocuparía la Dirección General de Cinematografía. El divorcio, cuya ley acababa de entrar en vigor, la homosexualidad, la cuestión nuclear, los valores economicistas como motor único de la práctica política, quién nos lo iba a decir, si la pobre Pilar Miró se encontrara entre nosotros ahora, se quedó corta en sus cálculos. Eran los debates de la calle, en los que se desenvuelve este yuppie de los años ochenta y, por lo demás, una caricatura del machismo que hará las delicias de las feministas. Sobre el papel, se trataba de una idea sugestiva, en reflejar la sociedad de la UCD (Unión de Centro Democrático) reside la mayor virtud de la cinta.
Un film escrito por Antonio Larreta y la propia directora Pilar Miró, en el que se nos invita a asistir a unas cuantas jornadas en la vida de un ejecutivo arribista, pero físicamente con encanto personal. Víctor Ibáñez (Victor Valverde) es ingeniero y director de la central nuclear de Almoracid, que se encuentra en la fase previa a su puesta en funcionamiento. El ingeniero tiene depositadas todas sus esperanzas de ascenso en la corporación que le ha prometido su presidente, gracias al buen trabajo desempeñado en la nuclear. Mientras, se verá enfrentado a una serie de problemas éticos y personales que intentará esquivar sin el menor escrúpulo.
Pese a la muy loable intención de la Miró, el resultado disto mucho de los propósitos, el guión avanza por senderos previsibles, no hay progresión dramática suficiente para captar nuestra atención, el protagonista carece de entidad y densidad, Víctor Valverde me parece un actor muy plano y poco expresivo, no transmite ese egoísmo, esa insolidaridad ante la soledad y la angustia plasmada en el alcoholismo de su compañero Luis María, que no entiende, la maldad calculada que exige su personaje, los diálogos acentúan el carácter discursivo del film, algunos temas no están suficientemente desarrollados, la homosexualidad del hijo. Ni siquiera la pasión erótica con Clara, la nueva amante, es convincente, falta química, chispa y emoción. Aún así, me parece interesante como documento de una época. Continúa en spoiler para no destripar la peli.