Habitaciones cerradas (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2015). 2 episodios. Melodrama ambientado en dos épocas, la actualidad y las primeras décadas del siglo XX, centrado en la historia de una poderosa familia burguesa de Barcelona. Violeta Lax (Bea Segura), la nieta de Amadeo Lax (Alex García), un famoso pintor de principios del XX, viaja a Barcelona para supervisar las obras de remodelación de una antigua mansión que se convertirá en un museo dedicado a su abuelo. Pero la aparición de un cuerpo momificado en una habitación secreta llevará a Violeta a descubrir el oscuro pasado de su familia. Enigmas ocultos que le servirán para conocer más de cerca a Teresa Brusés (Adriana Ugarte), su abuela y, sobre todo, para descifrar la cara más oculta y desconocida de su venerado abuelo. En casa de los Lax hace tiempo se impuso un pacto de silencio: Amadeo exigió que ningún miembro de su familia recordara jamás el nombre o el destino de la esposa que le abandonó justo en el momento en que estalló la Guerra Civil.
Detalles de la película
- Titulo Original: Habitaciones cerradas
- Año: 2015
- Duración: 185
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Opinión de la crítica
5.6
32 valoraciones en total
Una grata y fantástica sorpresa: la apuesta del director y guionistas poniendo de manifiesto temas tan escabrosos como la violencia de género desde otro punto de vista y otros tipos de violencia la convierten en un thriller psicológico relacionados con la burguesía catalana de primeros del siglo XX pero sin embargo existentes en cualquier época. Esa valentía del director para ponerlos de manifiesto y dejarlos de esa manera latentes para entramar aún mas la historia me pareció comparable a la agilidad de directores americanos como David Lynch en Twin Peaks.
Es evidente que en otras series españolas se nos plantean temas más comerciales y de fácil lectura a modo de entretenimiento que están bien para un público menos exigente, pero para mí que aprecio la originalidad tengo que decir que la disfruté y mucho. Felicito desde aquí a Lluís Maria Güell y su equipo por esta apuesta tan valiente y original.
Gracias.
Un drama romántico de época contado en dos tiempos, los primeros años del siglo pasado, y los primeros de éste, para reflejar la obra de un pintor de la alta burguesía catalana y la ambiciosa obra para realizar una casa museo por el Ayuntamiento en la vivienda familiar donada por él mismo al municipio.
La miniserie comienza con el requerimiento a la nieta del pintor para que dé su visto bueno a las obras, y escondida detrás de una pintura aparece una puerta con un cadáver dentro.
Gran puesta en escena que va decayendo paulatinamente, en el que la investigación por la muerte queda a un lado para presenciar un drama romántico sobre el pintor y su obra. Pequeños giros en la investigación, aunque queda todo muy plano.
La presencia de dos actrices españolas que a mí personalmente me apasionan, Laia Costa y sobre todo Adriana Ugarte me impiden que suspenda esta obra, que es lo que objetivamente se merece.
Aprobado, 5.
Con todos los tópicos (malos) de una teleserie de época rodada en España, con tremendos fallos de casting (¡como te vas a creer que Ramón Madaula es el padre de la protagonista si apenas parecen llevarse 10 años!), unos actores inexpresivos, y una dirección torpe a la que remata un montaje confuso, el producto es algo como casposo y retro, pero retro del malo.
Quizás deberían haber revisado la serie La Saga de Los Rius o Fortunata y Jacinta para rodar algo medianamente aceptable y no este mediocre subproducto televisivo, que no llega ni a la calidad de los telefilmes alemanes de Antena-3 los domingos a la tarde.
Dice la Biblia, en Lucas 17:2, aunque en los evangelios de Mateo y Marco viene lo mismo, algo así como Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los provoca! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo tiraran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeñuelos . Para el que no lo sepa, el escándalo no es hacer mucho ruido sino, según Santo Tomás, una palabra o una acción que constituye para el prójimo ocasión de ruina espiritual. Es decir, cuando induces, ya sea de modo directo o indirecto, a otro/otra a cometer un pecado. En realidad, esta no es la parte más importante de Habitaciones Cerradas pero sí la que más me afecta. De cómo este desvergonzado, cruel e infame pintorzuelo lleva por el camino de la perdición a Montserrat (mi querida Laia Costa), una joven tan inocente que se deja manejar de la peor forma posible. Prácticamente le pasa todo lo malo que le puede suceder a una mujer.
Yo es que no doy crédito a lo que veo y mira que estamos acostumbrados a barbaridad tras barbaridad en este mundo de la ficción en lo que lo desagradable cada vez cotiza más al alza. De hecho, me pregunto que a qué mente más retorcida y sádica se le ha ocurrido dibujar una historia tan desagradable aunque en una elegante Barcelona de la primera mitad del siglo XX, desde 1915 a 1936, para ser más exactos. La culpable es una mujer, Care Santos, la autora de la novela original, publicada en el 2011, lo cual es más grave porque exhibe una misoginia de tal calibre que no recuerdo ninguna otra de ese nivel. Mi único consuelo es que al repugnante tipejo éste, el pintor Amadeo Lax (Alex García), lo calé ya de niño, cuando me pareció mezquino, orgulloso y egoísta. Lo malo es que nadie se da cuenta. Incluso al final se atreven a homenajear a este hombre libre , así le dicen, como si fuera el bueno de la historia, cuando destruye allá donde pisa.