Gwen et le livre de sable
Sinopsis de la película
En un desnudo desierto post-nuclear, habitado por una reducida tribu humana, un fenómeno desconocido -el Makou- va sembrando las dunas de televisores, maletas, cafeteras… Una niña de 13 años y una anciana intentarán desvelar el misterio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gwen et le livre de sable
- Año: 1984
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
5.9
45 valoraciones en total
¿Para qué poner un título más largo? Gwen le livre de sable es una de esas películas inaccesibles y desconocidas que de cuando en cuando sorprenden. Dirigida por el cortometrajista Jean-Francois Languionie, es una cinta poética, metafórica, cargada de magia, lenta pero realmente interesante, de las que se empiezan a ver y no hay forma de parar hasta el final. Es única, y como dicen por ahí: una película-isla.
El primer mérito de la obra es prescindir, casi al máximo, de la palabra. Una voz en off va poco a poco resumiendo lo que vamos viendo en pantalla, introduciéndonos en las motivaciones de los dos-tres personajes que aparecen a lo largo de la hora que dura la película. En este sentido, y en muchos otros, la cinta se asemeja más a la reciente De profundis o a Chronopolis , también francesa y de la misma época.
Pero sin duda, donde se lleva la palma esta historia es en su diseño artístico. Sencillamente impecable, y en muchísimos aspectos imitado – con matices- en películas mayoritariamente de Disney, siendo El Jorobado de Notre Dame o El Rey León dos ejemplos claros. El diseño de personajes, los fantásticos fondos casi desérticos, los contrastes de luz y color, la animación y el estilo único que, en comunión con la BSO, dan lugar a una cinta técnicamente brillante.
El guión es quizá donde más cojea, y es que abogar por una obra poética, lenta, muy pausada pero con gran interés, no es suficiente cuando en algunas ocasiones la falta de ritmo se hace evidente. No es que sea soporífera en algún pasaje, no, no es el caso, pero sí que para ser una obra de 60 minutos se antoja algo alargada. Aquí, se nota, que el director provenía del corto. Por lo demás, una obra a reivindicar. No es una Obra Maestra pero sin duda merece mucho la pena. Eso sí, requiere algo de paciencia y dejarse llevar por lo que se cuenta y se muestra.