Grito de piedra
Sinopsis de la película
Dos alpinistas de muy distintos métodos se enfrentan en la escalada de un pico situado al sur de la Patagonia, en el Cerro Torre. Además, ambos comparten el amor de la misma mujer. Durante la expedición sobreviene la tragedia, cuando uno de los compañeros de Hans, Roccia, muere en un accidente. La lucha entre la juventud y la veteranía se ha saldado con resultados dramáticos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Schrei aus Stein aka
- Año: 1991
- Duración: 106
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Opinión de la crítica
Película
6.3
31 valoraciones en total
68/21(25/03/08) Bella cinta que retrata como pocas la belleza de la naturaleza, la fusión entre el hombre y la Tierra, para esto Herzog es un maestro, lo hace como nadie. El argumento es muy simple, la lucha entre dos alpinistas por conquistar la cumbre del Cerro Torre en la Patagonia, cada uno con una visión distinta de lo que significa escalar, con una mujer amada por los dos para completar el triángulo, es en la historia con la mujer donde el film pierde interés, pero el argumento pasa a un segundo plano cuando entran en acción la fuerza de las imágenes, un festival para la vista, que es soberbio en su final. Recomendable para todos los amantes de las últimas fronteras y por supuesto de la naturaleza. Fuerza y honor!!!
El Cerro Torre se alza a poco más de 3000 metros sobre la Patagonia sur como un alfiler de roca con capuchón de hielo. Su sola contemplación, rodeado de otras cumbres igualmente salvajes y remotas colocan nuevamente al hombre en la naturaleza, empequeñecido ante su majestuosidad y belleza. Tal vez sea la necesidad de volver a experimentar ese sentimiento la que empuja a algunos de nuestros semejantes a desafiar sus límites, a encaramarse por paredes verticales, a ascender allí donde el oxígeno es más leve que un suspiro y el frío tan persistente como el tiempo.
De todo ello trata esta película de Herzog, una apuesta interesante por atrapar, en la medida de lo posible, el espíritu del alpinismo. Pero junto a ello se sugiere también una doble verdad, la que encarnan los alpinistas puros, que arriesgan su vida desinteresadamente, incluso desdeñando el reto deportivo en favor de una realización personal, y la que ejemplifican otros, que tratan de convertir su gloria personal en un espectáculo público y en un beneficio privado. Los dos personajes principales de la película transmiten esta dualidad, y su competencia, más que deportiva, es de carácter ético y moral. El Cerro Torre actúa casi como una montaña mágica o del destino, pues es en ella donde los personajes se revelan tal cual son.
El filme, que aprovecha con maestría los espacios naturales en los que está rodado, empleando grandes planos generales, amplias panorámicas y tomas desde helicóptero, se beneficia también de un magnífico sonido, que capta eficazmente la furia de los elementos. Sin embargo, el guión es bastante pobre y algún personaje parece de relleno, como Katharina, si bien hay otros más pertinentes, como el documentalista interpretado por Sutherland o el productor americano, que condensa los aspectos más irónicos y humorísticos de la película. Otros son deliberadamente trascendentes o enigmáticos, como la india y el escalador chiflado fanático de Mae West, cuyos papeles no se me antojan suficientemente explicados.
De desarrollo en ocasiones algo lento, tiene un tramo final muy logrado y espectacular, que logra elevar el resultado final, circunstancia que no nos deja del todo satisfechos, pues uno se queda con la impresión de que la historia podría haberse manejado mejor. Pese a ello hay que valorar el interés del realizador por acercarse a este mundo tan peculiar y por aportar una solución a la eterna pregunta: ¿Por qué los hombres escalan las montañas? Quizás todo sea más sencillo de lo que parece y podamos simplificar la respuesta como lo hizo el gran alpinista George Mallory: Porque están ahí .
Una película que logra captar de manera sorprendente las dificultades del mundo de la montaña y sus diferentes problemas, tanto naturales como sociales. Una buena historia de montaña, sin exageración pero con pasión y dramatismo. Puedes sentir, gozar y sufrir junto con los personajes. Una película imprescindible para todo alpinista o escalador.
Sólo por ver las vistas del Cerro Torre, de 3.128 m. de altura, una montaña situada en la Patagonia Argentina, con una forma particularmente bella y de las más difíciles de escalar en la Tierra, sólo por contemplar la trama de esta película situada en el intento de subir a la cima de este magnífico pico, allá por donde podríamos decir se halla el fin del mundo, merece dedicarle un trocito de nuestro tiempo contemplativo
Las imágenes son espectáculares y sin duda lo mejor del film. Además nos retrotaen al Cerro Torre tal como era años atrás, con su especie de verruga de hielo característica que le brotaba de la mismísima cima, verruga que se cayó o derritió años después de la filmación de esta película.
En cuanto al argumento es en principio bien interesante, pero luego decae en la inconsistencia y el facilismo, en el mal desarrollo de la historia y en un peor acabado.
En 2003 Kevin Macdonald dirigió un film parecido, Touching The Void (GB 2003), sobre otra gran montaña sudamericana famosa por su resistencia o dificultad, en este caso el Siula Grande situada en los Andes Peruanos, y resultó una filmación muchísimo mejor que ésta en todos los sentidos, tan apasionante y sobrecogedora que a su lado Grito de piedra casi parece un film de aficionado.
Fej Delvahe
El documentalista Werner Herzog realiza un excelente trabajo mitad ficción, mitad bibliográfico de la ascensión al Cerro Torre. La Patagonia es un sueño para alpinistas que durante la década de los cincuenta, veían en sus cumbres vírgenes, retos de enorme dificultad. Las cumbres, corredores y glaciares llevan los nombres de aquellos pioneros alpinistas que en muchos casos dejaron sus vidas en aquellas nieves.
El Cerro Torre, tiene una de las mayores incógnitas del alpinismo. Si bien la primera ascensión se le atribuye a la escalada que en 1959 realizaron el italiano Cesare Maestri y el escalador austriaco Toni Egger, no existen pruebas fehacientes de que llegaran a la cumbre. Las pruebas fotográficas, quedaron en la mochila de Egger, que desapareció en el descenso. Y aunque en 1976 se encontró el cuerpo de Egger, la cámara fotográfica, nunca apareció.
Es esta la historia que Herzog usa como pretexto para montar su película. Que si bien está llena de fallos de script, si quedan reflejados ciertos sentimientos y pensamientos de aquellos amantes de los hielos. Considero a Grito de piedra como pionera en películas de temática alpina, lejos de otros productos palomiteros que por nada reflejan el mundo alpino. Es por tanto, una película no apta para gente alejada de este mundo. Es más, es una película para montañeros de los de antes: de aquellos con crampones de correas, con polainas hechas de calzas, con piolets de madera, con cuerdas casi tan rígidas como alambres y pesadas como serpientes, con hornillos sin botones y linternas sin LEDS. ¡Qué tiempos aquellos!