Grindhouse (Death Proof)
Sinopsis de la película
Película de terror dividida en dos partes, una dirigida por Tarantino y la otra por Robert Rodríguez. Ambas están separadas por falsos trailers de películas de terror, creados por los conocidos directores del género Eli Roth, Rob Zombie, Edgar Wright.
Death Proof , dirigida por Tarantino, gira en torno a un psicópata de la carretera llamado Especialista Mike, un asesino en serie que va aniquilando a sus víctimas, siempre chicas jóvenes, con su coche de especialista a prueba de muerte .
Detalles de la película
- Titulo Original: Grindhouse (Death Proof) aka
- Año: 2007
- Duración: 114
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Opinión de la crítica
Película
6.6
43 valoraciones en total
No tendría una valoración global tan hinchada. Este film es lo peor de lo peor de Tarantino, un despropósito vacuo, aburrido y pretencioso. Ninguna película de serie B a las que finge homenajear es tan tediosa como ésta, por Dios. Películas malas de este género las hubo y las habrá a mansalva, pero si algo tienen es que por lo menos son divertidas y generalmente entretenidas. Aquí tenemos absurdos diálogos insufribles, secuencias alargadas hasta el hastío… total para un choque frontal excepcionalmente bien filmado, eso sí, y una persecución final artesanalmente digna que no justifican en modo alguno el peaje de este insulso y fetichista thriller sobre ruedas.
Los grupúsculos de neumáticas zagalas que se dedican a recitar interminables parrafadas sobre marihuana y felaciones, beber como cosacas y bailar como strippers sin barra, a las que un correcto Kurt Rusell pretende escabechinar, no merecían mejor suerte, desde luego, a la par que la paliza final ya se la podría llevar perfectamente el señor director. Yo tengo claro que inicialmente el experimento Grindhouse debían ser dos episodios de una hora cada uno, pero al final se animaron a estirar los montajes y así poder estrenarlos por separado fuera de EE UU para duplicar beneficios. Robert Rodríguez con Planet Terror salió bien parado ofreciendo lo esperado: sangre y diversión a mansalva en una de las mejores malas películas del 2007. Tarantino en cambio, cayó en la peor de las mediocridades con un metraje casi tan irritante y dilatado como mi ojete al salir del cine.
Yo no sé si es que determinada crítica especializada ha sabido apreciar algo que está más allá de mi comprensión o es que al ver el sello del autor de Pulp Fiction han de catalogar cualquier excrecencia suya automáticamente como obra maestra para no quedar como ignorantes del séptimo arte. En ambos casos es bien triste el panorama, la verdad.
Tarantino se ríe del mundo. No hay que ver Death proof con pretensiones de ver una gran película pues estamos hablando de un capricho, una gamberrada, una locura surgida de una noche de borrachera con su amigo Robert, algo que se puede permitir subido al trono del éxito y la inmortalidad. Nos ofrece lo que las pelis de doble sesión de su juventud le aportaron, puro entretenimiento, pasar una buena tarde.
Qué es Death proof en concreto: Tías buenas, numerosos primeros planos de sus respectivos culos, coches a mil por hora, adrenalina, sangre, miembros amputados y un loco homicida. A todo ello hay que añadir los diálogos marca de la casa, que al principio hacen gracia pero que acaban por cansar, aburrir y no aportar absolutamente nada, y un motaje deliberadamente cutre, así como numerosas ocurrencias en homenaje a la serie Z setentera.
Sin duda lo mejor del film son Kart Russel, la música (en eso hay que darle un 10, como siempre) y lo bien filmada que está la película. La escena de la persecución final es un broche perfecto y desemboca en una explosión de genialidad delirante y muy cachonda, muestra del talento alocado de Quentin. Espero que en un futuro rebaje su grado de locura y vuelva al cine de sus inicios. Oh, fucking Tarantino!!, te doy un 7 por los buenos ratos que nos has hecho pasar, pedazo de loco.
Post data: comprendo al público americano, si después de este experimento tarantiniano me ponen Planet Terror salgo del cine desquiciado, me voy de cabeza al psiquiátrico.
Está claro que a Tarantino muchos le tenían ganas. Nada que objetar, excepto que, ya que buscan meterse con él (no con su cine: ya es algo personal), podrían esforzarse un poco y buscar mejores argumentos. O algún argumento, al menos. Cada cual es muy libre de cagarse en todo, claro, pero creo que tachar simplemente de mierda , bodrio o coñazo a todo lo que se te ponga a tiro no aporta nada. Creo que lo que no se le perdona a Tarantino es que no haga Pulp Fiction una y otra vez.
Pero bueno, vamos al lío. Muchos de sus detractores comentan, mientras echan espumarajos por la boca, que los diálogos de Tarantino ya no son como los de antes, que son intrascendentes, etc. Supongo que con intrascendentes quieren decir aburridos … Porque veamos: los diálogos en sus películas siempre han sido intrascendentes. Sus personajes siempre han ido por libre, siempre han tenido sus propios intereses. Y éstos son siempre ajenos a los de la historia. Como debe ser. Si no, no serían personajes: serían peleles. Tarantino ha llevado esta teoría hasta el límite. Sus diálogos no están diseñados para hacer avanzar la trama, es más, no tienen ninguna relación con ella. Y eso es precisamente lo que los hace tan divertidos, tan brillantes: la alucinante disociación, casi esquizofrénica, entre la palabra y la imagen. Pero es la acción lo que hace avanzar la historia. Es el predominio de la imagen sobre la palabra. Y esto, en Death Proof, es más cierto que nunca.
Lo que sí es cierto es que las secuencias son un poco largas. Parece que eso se lo debemos a la manipulación que ha sufrido el proyecto Grindhouse en su estreno europeo. Según he leído, se ha añadido bastante metraje a cada una de las películas para que alcanzasen por separado una duración estándar. Y todo gracias al afán recaudatorio de unos tipejos sin escrúpulos, los hermanos Weinstein. Si no fuera por eso, la película sería muy probablemente una obra maestra. Claro que también sería otra película. En fin… ¿Veremos por aquí alguna vez la versión íntegra de Grindhouse?
Sin embargo, el peso de la película no descansa en los diálogos, sino en la estructura…
Tarantino busca, absorbe, copia, imita, mezcla, recicla, sacude, engulle y finalmente pare refritos que señalan a su materia prima pero mantienen intactos sus vestigios fílmicos. ¿Ha tenido éxito algún cineasta reproduciendo el estilo tarantinista? ¿De copiar al copista con talento?
Ahora con Grindhouse tiene el espacio adecuado: un claro homenaje a las películas de los sesenta y setenta que se proyectaban en los cines especializados en el exploitation y la sesión doble, donde una película maltrecha y malograda, generalmente con los rollos dañados, era proyectada con un futuro incierto y fogoso.
Hay algo, por lo tanto, que separa las intenciones y visión de Rodríguez y Tarantino. Dos formas distintas de entender el homenaje. El primero busca los recovecos cómicos, gamberros y bizarros. El segundo imita, destruye y construye sin renunciar a su propio estilo.
Así, Death Proof es una revisión contaminada del slasher faltándole el respeto y destruyéndolo: psicópata sin enmascarar que utiliza otro tipo de medios para asesinar brutalmente a jóvenes en absoluto idiotas, imitando y apuntando directamente al Russ Meyer de Faster, Pussycat! Kill! Kill!, introduciendo innumerables guiños: Punto límite: Cero, Impacto, La huida y referencias propias (Pulp fiction) y reconstruyendo el género desde la simplicidad: fragmentada en dos partes de escasas pero dilatadas secuencias y un intermedio que sirve de enlace con Planet Terror.
Y aunque esa quiebra y ruptura del filme puede remitir a Psicosis, Tarantino es listo y desea que conozcamos a los personajes para dotarles de una entidad dramática. Que nos importe lo que hagan, lo que sientan o lo que les suceda. Y lo va a hacer con el arma principal y más afilada que tiene: los diálogos.
Con un plano secuencia ejemplar en una conversación en un restaurante y utilizando alguno de los trucos de William Castle, los ‘missing reels’ o rollos perdidos, que proporcionaban vacíos con elipsis tremebundas en los momentos claves de la cinta, Taratino demuestra nuevamente su cinefilia de videoclub y su indudable capacidad para hacer del refrito un arte que pocos pueden alcanzar.
La verdad es que soy Tarantinista, me gusta el director y me he visto todas sus películas, que con ligeros altibajos que luego explicaré, me han gustado.
Por lo tanto mi crítica es si cabe la de un fans, y este seguidor está francamente decepcionado por este engendro que ha creado Tarantino.
Me han resultado completamente insoportables los diálogos de las ¿niñas?, los cuales solo se sustentan en tres o cuatro palabras: Chupar, mamada, follar y cosas parecidas, totalmente lamentable. A mí si el tema iba de hacer gracia no me ha hecho ninguna en ningún momento, el lenguaje soez que ha caracterizado siempre a los personajes de Tarantino aquí se vuelve de mal gusto y súper hortera.
No me cuadran las ¿niñas?, muchas son actrices más o menos conocidas por intervenciones en Sin City, Embrujadas y otras peliculillas y series, y hacen personajes de yo que se que, no se si van de adolescentes, o de chicas veinte añeras o putones verbeneros de treinta, que es la verdadera edad de casi todas, ya que muchas los sobrepasan y algunas están muy cerca, por lo cual no se ubicar que edad se entiende que tienen en la película.
Para colmo la mayoría de ellas están tremendamente desacertadas en su papel, gesticulan en exceso, se ríen más de la cuenta por chorradas y sus papeles son poquísimo creíbles.
La peli en si es un bodrio, la salvan levemente el par de escenas de acción y la interpretación acertada de Kurt Russell, el cual salva su papel más por veteranía que por el encanto que pueda tener, pues está tremendamente desaprovechado.
No me gusta la espiral en la que ha entrado Tarantino, después de las geniales Reservoir Dogs y Pulp Fiction, bajo algo pero no mucho el pistón con Jackie Brown, y bastante con Kill Bill, que aunque a mi personalmente me gustó, reconozco que no les llega a las dos primeras ni a la punta del…
La banda sonora también baja enormemente, sin ser mala, a la de sus anteriores trabajos, lejos, muy lejos de Pulp Fiction y Kill Bill.
Es una auténtica pena que un director que no se prodiga en hacer películas pegue un pinchazo de esta índole, pues los fans estamos esperando como oro en paño sus películas para ver algo diferente, y esto es diferente, casi, casi una mierda.
También me sorprende el 7´2 que tiene esta película de media en FilmAffinity, sin querer meterme en la opinión de los demás no lo puedo entender. Me duele en el alma pero yo personalmente la suspendo con un tres, el cual considero muy generoso por mi condición de fans del director.