Gretel y Hansel: Un oscuro cuento de hadas

5 comentarios en «Gretel y Hansel: Un oscuro cuento de hadas»

1. Y de nuevo lo hicieron.
   
   Película que no llega ni a los 90 minutos porque hay muy muy poca sustancia. Ha sido una tremenda decepción porque es muy aburrida.
   
   Es una película muy lineal, en la que hay bastante escenas sin interés, que sobran. Porque pasan muy pocas cosas en realidad, de ahí que el ritmo sea leeeento…. el clímax repentino y muy simple. La escena del cazador?

   En realidad todo es muy simple en esta cinta que intenta ser minimalista en muchas ocasiones y barroca en otras.
   
   De ahí que visualmente esté llena de contradicciones, desde los ditintos tipos de arquitectura de lo edificios que aparecen. Por dentro y por fuera, un pastiche de contrastes que intenta crear un estilo que en el fondo no tiene.

   Pero lo peor es que aburre mucho, cuando media historia te la tiene que explicar una voz en off mala señal. Visualmente contradictoria y con algunos efectos cutrillos.

   La música merece una mención especial por mala, propia de película de serie Z de los 70.

   Lo mejor: la protagonista actúa muy bien
   
   Lo peor: sopoooooor

2. Me gusta que hagan enfoques alternativos de cuentos de toda la vida. Es una forma de adaptar una historia popular y conocida por muchos, sin que nos vuelvan a cansar con lo mismo de siempre.
   
   Sin embargo, esta idea funciona unas veces bien (Maléfica, Blancanieves y la leyenda del cazador) y otras francamente mal (Caperucita roja ¿a quién tienes miedo?).
   
   Veamos cómo han hecho esta versión oscura de los hermanos perdidos en el bosque.
   
   Sophia Lillis promete. La joven actriz de It puede tener un gran futuro si no tiene mala suerte… y si no elige proyectos como este. Pues sí, me temo que es mala, y mucho.
   
   Empezando por un diseño de producción penoso y pobre (las localizaciones y sobre todo los decorados no me llaman nada la atención), siguiendo por unos diálogos muy estúpidos y un desarrollo aburrido propio del peor cine independiente.
   
   Basta ver a esa primera criatura que aparece atacando a los niños para saber que esto es algo tremendamente cutre.
   
   Más cosas. Que me perdonen los políticamente correctos, pero ¿qué pinta un cazador negro en la Europa de esa época?
   
   La película, con una capacidad de atrapar al espectador equivalente a la de hablarle de física cuántica a un bebé, falla en absolutamente todo.
   
   Ni da miedo, ni engancha, ni entretiene. Si se ve con el móvil a mano, es fácil acabar mirando las redes sociales, que seguramente son más interesantes que escenas tan absolutamente lamentables y fuera de lugar como el momento de las setas alucinógenas.
   
   Por no hablar de los toques de Lynch o Haneke. ¿Cuánto se puede tardar en bajar por unas escaleras? Pues por lo visto lo que el director quiera. ¿Cuántos minutos inútiles puede haber? Pues casi toda la película.
   
   En serio, el interés que puede tener esto, no se lo encuentro por ninguna parte.
   
   Para lo único que sirve es para ponerse a prueba uno mismo a ver si es capaz de no dejar de verla a medias.
   
   Por cierto, la banda sonora es tan horrible como todo lo demás.
   
   La de Jeremy Renner y Gemma Arterton es El padrino comparada con esta.

3. En tiempos del empoderamiento femenino tocaba prostituir, una vez más, uno de los cuentos más famosos de los Hermanos Grimm. Sí, esa historia en el que dos hijos de un leñador muy pobre acaban siendo abandonados en el bosque para ser raptados por una bruja muy malvada. Para empezar se le da la vuelta al título del cuento, Gretel y Hansel, y con ello pretenden dar un soplo de aire fresco a una idea que se ve venir desde lejos. Y lo cierto es que no se podía pedir mucho más de lo que ya se vio en el tráiler, pues el director de cine Oz Perkins aún no ha sido capaz de crear un producto con un mínimo de decencia, Soy la bonita criatura que vive en esta casa (2016) y La enviada del mal (2015).

   Sería muy mezquino por mi parte olvidar que esta película de terror tiene ciertos elementos que la salvan por los pelos de un suspenso absoluto. La fotografía, las líneas rectas y la simetría de muchas de sus escenas son buenas hasta el punto de servir de fondo de pantalla de nuestro ordenador. Eso sí, es obvio que aquí hay manos que han trabajado en otros proyectos mucho más serios como por ejemplo Hereditary (2018), de Ari Aster. Pero todo esto no basta para tapar el gran vacío al que el espectador se tiene que enfrentar. La historia, centrada principalmente en la niña y su conexión con la bruja, no da para mucho y eso se nota incluso en un final desperdiciado y ridículo.

   En ningún momento sentí miedo o inquietud, ni tan siquiera simpaticé con los personajes por mucho que el director se empeñe en hacernos creer que estamos ante una película de terror psicológico, algo que queda muy lejos. Por último, la música a cargo de Robin Coudert no pega ni con pegamento del fuerte. En definitiva, una decepción.

   https://cineisaaccabrera.blogspot.com/

4. Un ejemplo claro de cómo utilizar una buena fotografía para cubrir una mala película. La composición, los colores y la iluminación son realmente buenos todo el tiempo, pero es una cinta vacía que parece no tener claro cómo contar la historia, y para ello, lo hace todo demasiado explícito. Lo siento por su estética pero si quitamos la imagen la película se entendería perfectamente.

   Parece ser que a los hermanos Grimm no se llevan muy bien con el género de terror. Después de varios intentos seguimos con la idea de adaptar Hansel y Gretel, quizás es el cuento más macabro de estos escritores, pero sigue sin funcionar en la pantalla. En este caso, Rob Hayes coge la premisa principal del cuento y crea una historia aún más fantástica, donde nada funciona. Personajes superficiales y poco desarrollados, que cambian de opinión de la noche a la mañana, enserio, no hay quien entienda. Por otro lado, está el intento de crear una cinta de terror psicológico. Un terror que pasa de generar tensión los primeros cinco minutos a volverse soporífero hasta el final.

   La realización es lo realmente interesante, el director suele aguantar los planos demasiado, buscando aquella tensión inexistente de la que he hablado antes. El gran perjudicado de esto es el ritmo haciendo que todo se vea demasiado lento. El director decidió derivar sus funciones al de fotografía, que se lo ha pasado realmente bien creando una estética preciosa, pero como consecuencia, parece no haber ningún tipo de lenguaje en los encuadres. Sinceramente, creo que se ha pensado demasiado poco lo que se quería y cómo se quería contar.

   Solo puedo decir que es una película demasiado larga, no por su tiempo, sino por la sensación que transmite. Nada está bien, incluso los actores son demasiado normalitos, esperaba mucho más de Sophia Lillis, pero con un guion así, tampoco se puede juzgar esto demasiado.

5. Atacar un clásico de los cuentos es siempre una buena idea. Al fin y al cabo, los cuentos clásicos están llenos de simbolismos y lecturas pisconalíticas tan enjundiosas que llevaron a interesantes análisis como PSICOANÁLISIS DE LOS CUENTOS DE HADAS.

   Lamentablemente, los creadores del film se pasan de frenada y abusan de la imaginería para llenar un metraje de apenas noventa minutos que acaba siendo narrativamente moroso. Y es una pena, porque en el apartado audiovisual, la cosa exquisita. Hasta el punto de que la imagen sea un fin en sí mismo, un tanto masturbatorio y en exceso artie (piensen en una mezcla de Robert Eggers y Tarsem, por ejemplo) que trata de contar con excesiva gravitas una historia de empoderamiento femenino con brujeria de por medio.

   Un film curioso – pero aburrido para mi. Eso sí – haría un videoclip imponente.