Give Me Your Hand

3 comentarios en «Give Me Your Hand»

1. Mientras en España seguimos saltando la comba de películas tan facilonas en esencia como Intocable o The Artist, el cine francés es lo suficientemente variado e interesante como para ofrecer historias de directores desconocidos o nombres noveles que valen muchísimo la pena. Donne-moi la main explica el viaje de dos hermanos gemelos que mediante autostop y con tan solo una mochila a sus espaldas se disponen llegar al País Vasco para asistir al funeral de la madre que nunca conocieron. Desde el primer momento la película es una road-movie de paisajes y de silencios. Los protagonistas no hablan y expresan su pena y sus frustraciones peleándose en lo que parece un juego de hermanos o un ajuste de cuentas. En el trayecto aparecen y desaparecen personajes, los personajes se retan, se conocen y conocen al otro, y las diferencias insalvables salen a la luz más allá de cualquier unión cosanguínea. Aparentemente no sucede nada pero en realidad todo está ante nuestros ojos. Porque la esencia de la road movie no está en el destino marcado del viaje sino en las vivencias del propio recorrido. Hay un poco de todo, seguramente poco preciso, en Donne-moi la main, pero no hace falta que nos expliquen más para entender y disfrutar de lo básico. Un espacio perdido recorrido por dos personas en silencio es cine, mucho cine. Si quieren que les cuenten una historia con un principio y un final, y en medio varias sorpresas, esta no es su película. Si en cambio creen que las historias verdaderas son las que fluyen con el caos y el realismo de aquello que no parece dominado por un guion, Donne-moi la main será la bocanada de aire fresco que nadie se atreve a ofrecernos en pantalla grande.
   
   @Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
   
   http://cachecine.blogspot.com

2. Intenta reflejar la relación de dos gemelos y como es indisoluble a pesar del odio que llegan a profesarse. Es una relación con tanta ambivalencia, que llegan a hacerse mucho daño en todos los sentidos: traiciones, golpes, abandonos…pero vuelven, y vuelven queriéndose, pues se saben eternamente unidos.
   
   Por otro lado la historia se hace larga y aburrida en muchos momentos. Aunque la fotografía puede ser excelente en momentos, y la presencia constante de los protagonistas, que son muy atractivos, compensa la falta de sustancia. Quizás el autor ha querido dar solo pinceladas, crear una atmósfera sobre esta relación tan particular. Una relación, la de los gemelos, a la que no solemos tener acceso los demás. Pero no se explican muchas cosas, como la muerte de la madre, la duración eterna del viaje (aunque pretender un road movie entre Francia y el norte de España, exige muchas paradas)
   
   La parte homosexual del guión quizás venga a cuento para crear diferencias entre los hermanos, y para completar la variedad de aventuras sexuales de estos chicos.
   
   No es una gran película, pero se disfruta estéticamente, por los actores, y con la tensión ambivalente entre ellos, que es muy pasional.

3. Los guiones basados en un road movie tienen muchas posibilidades de éxito, siempre que el guionista tenga idea de lo que está escribiendo. Este no es el caso, porque los dos hermanos pasan por varias circunstancias pero ninguna de interés para el espectador. No hay una progresión dramática, como suele haber en este tipo de películas, ni los dos protagonistas gemelos nos dan algo de interés en la mayor parte de la historia. Solo, de vez en cuando, un poco de sexo con gente que aparece por la carretera y si mostrar demasiado. Y como dos niños caprichosos, de vez en cuando, entre ellos se producen peleas y discusiones sin ton ni son. Van desde Francia a España al funeral de su madre y en toda la película no hay nada que nos indique cual era su relación con la madre, ni siquiera hablan de ella. Ya a mitad de película surge el drama pero no sabemos muy bien como, ni porque. Como clave para distinguir quien es cada quien: Antoine tiene la ceja partida, toca el arpa de boca y lleva sudadera marrón verdosa, mientras el otro, Quentin, dibuja, sin la ceja partida y lleva sudadera azul. Y llega el final, y ahí es cuando confirmamos que hemos estado viendo una película francesa, realizada al estilo francés en el peor sentido de la palabra.