Gerontophilia
Sinopsis de la película
Lake es un joven con alma de viejo que descubre un día su fijación por los hombres ancianos. Aun así, Lake tiene una novia de su edad, Desiree. A veces se pregunta si su fijación por esos hombres mayores es innatural e insana (además de si es sexual). Cuando su madre consigue un puesto de enfermera en un asilo, Lake no se lo piensa y se ofrece para trabajar durante el verano.
Detalles de la película
- Titulo Original: Gerontophilia
- Año: 2013
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
Película
6
23 valoraciones en total
Me he llevado una sorpresa, no se si buena o mala, con esta película de Bruce La Bruce, porque se aleja bastante de la forma de hacer cine de este director y de la forma de tratar el tema del amor en sus anteriores películas. Aquí lo he visto más cineasta, como si ya hubiera aprendido a hacer cine, pero al mismo tiempo tan comedido que me ha parecido estar viendo una de esas películas románticas tan del gusto general, pero sin mayor profundidad. Y mira que el tema da para una mayor introspección en los personajes, tanto del joven como del anciano. Se queda solo en la superficialidad, en la anécdota de la historia y le falta mayor calado psicológico en el análisis de esa relación. No bastan cuatro declaraciones de amor, además del sexo, para que entandamos lo que ocurre, pero le falta una mayor proyección humana, con más fuerza en la relación. De imagen está muy bien y ahí es donde se ve que Bruce La Bruce entiende de cine y sabe utilizar varios recursos para que su película no quede en una simple telenovela de primera hora de la tarde. La música juega bien en la diferencia de edad de los dos protagonistas principales y es de agradecer que no sea en absoluto protagonista. Y, por último, destacaría la buena dirección de actores con la que consigue que ninguno de los dos protagonistas absorba al otro, uno por su juventud y atractivo físico y el otro por su experiencia. Muy recomendable para mentes cerradas que ven el amor entre los seres humanos de una forma estereotipada.
Bruce LaBruce presenta su película más accesible, por decirlo de alguna manera, pero no por eso distante al resto de su filmografía, que al fin y al cabo todas tratan el mismo tema: el amor.
Lake es un chico que trabaja como salvavidas, vive con su madre, tiene una novia feminista y gusta de los hombres mayores. Su madre consigue un trabajo en un geriátrico y también le consigue empleo a su hijo en el mismo lugar.
Allí Lake conocerá al señor Peabody, un hombre de más de 80 años de quien se enamorará mientras lo atiende. Lake tendrá que hacerle frente a una sociedad que rechaza en automático todo lo diferente. Ni siquiera su insurrecta novia lo asimila del todo bien.
A LaBruce le gusto provocar y ahora presenta una historia de un amor subversivo, que transgrede todo orden y lo hace de una manera luminosa, cada acción de sus personajes significa una lucha contra lo establecido, con el amor como arma principal.
Lejos de los lugares tan transitados por películas de temáticas similares, acá no hay lugar para el escándalo ni grandes tragedias, por el contrario, el cine de LaBruce es un riesgo constante, y se permite jugar con pasajes propios que recuerdan algunas películas anteriores, en claves de sueños o estados mentales productos del gozo, usando ralentíes, colores, subjetivas y una banda sonora inmejorable.
Y más allá de un discurso dignificador para con las personas de la llamada tercera edad, Gerontophilia nos recuerda que el amor y la pasión no se extingue con los años y que los viejos no son sólo un bulto que debe ser olvidado al dejar de ser importantes para una sociedad que los condena a una terrible soledad.
En Gerontophilia el humor está presente como en todo el cine de su director, LaBruce se permite momentos que aligeran el relato pero que no le restan potencia ni honestidad a una historia de un amor a contracorriente y revolucionario, una película totalmente disfrutable, que difícilmente saldrá de la cabeza de quienes la miren.
Interesante película que nos muestra distintas realidades e interpretaciones del amor, con un excelente guión de temática controvertida abordado con mucha ternura.
Destaca una escena en que se ve un plano de los dos protagonistas, seguido de otro idéntico en el que los personajes han cambiado de posición. En principio podría pensarse que ha sido un error de montaje, pero inmediatamente se ve que es la imagen reflejada en un espejo y que a continuación se muestra de nuevo el plano inicial. Posiblemente el director ha utilizado este recurso para hacernos ver como una parte de la sociedad percibe una realidad del amor invertida, errónea, pero que al retomar de nuevo el plano inicial, su intención es mostrar que esa imagen no es más que el reflejo de la realidad tal como es, sin alteraciones, limpia, natural, sin convencionalismos ni etiquetas, una realidad más del amor.
Sorprende la contradicción de la madre del protagonista, que critica y se escandaliza del amor valiente que vive y hace feliz a su hijo pero que cierra los ojos al que recibe de su propia pareja, humillante y maltratador.
Contra todo lo previsible, me ha parecido una película muy tierna. Muy honesta en su fondo, una hermosa forma de mostrar que en este mundo nuestro podemos encontrar absolutamente todas las peculiaridades posibles, sin que ello signifique una desviación de lo natural .
No he podido evitar enfrentarme a Gerontophilia con un pequeño pero persistente poso de recelo: para no ser hipócrita, admito que no estuve libre de prejuicios, en el sentido de que esperaba en cierta medida escandalizarme. Sin embargo y probablemente para beneficio nuestro, creo que La Bruce esta vez no ha pretendido para nada provocar, sino más bien todo lo contrario. He sentido la película muy natural, en su tema central nada forzada (si bien en su conjunto sería injusto tildarla de gran obra y algunas de sus piezas laterales no acaban de cuajar del todo). Consecuencia directa del tratamiento que se da a un tema que potencialmente puede ser mecha para el prejuicio más inmediato (incluso yo, que habitualmente me vanaglorio de evitar involucrarme en prejuicios de esta clase, he admitido esa espinita de resquemor), es que toda sombra de duda se disipa. En definitiva, una excelente manera de derrumbar prejuicios: la naturalidad. De hecho, no creo que haya otra manera, no tan eficaz.
Bravo.