Gamer
Sinopsis de la película
En un futuro, en un juego denominado Slayers, uno de los participantes puede controlar a millones de seres humanos a través del sistema multijugador. En el Slayer juego y espectáculo están envueltos en un híbrido aterrador. Humanos controlados por humanos a gran escala, juegos en red donde personas representan a personas para siempre. La Tecnología del control mental se ha extendido, y el corazón de ese controvertido e hiperviolento juego es su creador, el multimillonario Ken Castle (Michael C. Hall). Su última creación es un juego de disparo en primera persona, que permite proyectar las fantasías más salvajes de cada uno ante un público global, utilizando prisioneros reales como avatares que luchan contra la muerte. Pero Kable (Gerard Butler), un poderoso guerrero controlado por el joven Simon, intentará liberarse a sí mismo y al resto de jugadores del mundo…
Detalles de la película
- Titulo Original: Gamer (Citizen Game)
- Año: 2009
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
5.1
77 valoraciones en total
Acción videoclipera de baja calidad: Bloodhound Gang y Marilyn Manson ponen las notas a las escenas dotadas al azar de hilo musical. Parece mentira que pueda existir pero existe, esta versión entremezclada de Metrópolis y Bikini Bandits es una vergüenza absoluta para todo el que tenga que ver con el cine que haya participado en ella. Es absurda, no están logradas ni las escenas de acción y la historia es lo que vulgarmente se conoce como una puta mierda o quizás incluso peor. Además, está plagada de errores que harían sonrojarse a un estudiante de la L.O.G.S.E. Para muestra un botón: El alcohol no se mea. Vale ya de movimientos de cámara compulsivos, no queremos más operadores epilépticos, queremos gente sana e inteligente dirigiendo películas y no a estúpidos directores frustrados de la MTV (a.k.a. culos y tetas TV). ¡Dónde está la gente con clase que antaño dirigía películas! Nunca había tenido tan claro como con Gamer que a una película le sobraran 95 minutos de metraje.
Escribo esta crítica no para considerar la calidad de su visionado, ni tampoco para valorar el estilo de dirección de sus realizadores, ni la solvencia de su guión. Esta es una (humilde) llamada masiva al público para que no paguen por semejante despropósito. Por amor de dios, no pagueis por ver esto.
Con un guión de seis páginas (el guión más paupérrimo de los últimos años), una dirección alocada, sin sentido y agobiante, una simpleza casi insultante, un ritmo excesivo que sin embargo no evita que te duermas en el asiento, una nula empatía con sus bordelinos personajes, unas elipsis (imposibles) lejos de ser explicadas… la lista podría ser interminable. Tan sólo tiros, tiros, bombas, violencia desmesurada (aunque para nada trascendente en su contexto) generan uno de los mayores fiascos del año. Dudo que guste a nadie, a excepción de un público muy relacionado con el mundo de los videojuegos (no es mi caso).
Gerard Butler pone empeño al personaje más espantoso que pueda imaginarse (¿Qué hace este hombre aquí?). Algunas escenas son definitivamente ridículas, rozando la vergüenza ajena.
Por cierto, para todos aquellos que defiendan el estilo de Mark Nedville y su colega, he de deciros que personalmente me divertí mucho con Crank 1 (tampoco es que siempre exija máxima calidad cuando voy al cine), pero Gamer es mala con diablura.
Espero que mi crítica permita a muchos evitarse un gasto inútil.
Cuando vas a ver Gamer, sabes lo que vas a ver. No es ni una comedia romántica, ni un drama social. Es una película de acción con un ritmo trepidante, que no es de extrañar si antes hemos visto Crank o Crank 2. Tíos cachas matándose, muchos disparos y alguna que otra imagen algo subida de tono hacen de esta película un excelente producto para ir a ver con los amigos un sábado por la tarde.
Es evidente el paralelismo entre la película y los videojuegos actuales del estilo Call of Duty, Halo o Counter Strike, con el morbo añadido de saber que lo que un chico de 17 años puede controlar, es un ser humano, pero al ser a través de una pantalla, no se da cuenta de que juega con vidas. Esta pequeña reflexión puede hacerse tras ver la película, pero sólo será el comentario que hacer a una chica, para justificar el hecho de que has ido a verla.
El Counter strike y los Sims son dos videojuegos a los que nunca he jugado pero a los que he visto jugar en muchas ocasiones y de los que conozco -porque he preguntado- su mecanismo. Son dos de los juegos más populares de realidad virtual, pero imagino que debe haber muchos más.
Entiendo que los autores de este film han querido llevar al límite de lo imaginable una supuesta evolución de esta clase de juegos, la idea de la que parten parece interesante, aunque nada original: convertir la realidad virtual en algo tan real que no se pueda diferenciar entre una u otra.
Pero ocurre con demasiada frecuencia que las buenas ideas mueren a medida que se van desarrollando, quizás porque no eran tan buenas como su formulación parecía indicar. En la película que nos ocupa, ni siquiera se podría decir que se haya sabido plasmar el planteamiento inicial en algo digno de ser creíble ya desde un principio, me refiero, como puede pensar cualquier que vea la película, en la interrelación entre el jugador y la persona que es jugada, es decir, sobre la que se ejerce una acción de juego, por cierto, muy distinta si es el juego de sociabilidad o es el juego bélico, y no se entiende por qué informáticamente debería ser así.
El desarrollo argumental posterior es tirando a pobre, sin caer en lo patético, si exceptuamos la escena final en la casa del genio informático. En fin y ya para acabar, otra película apocalíptica de un futuro terrible a causa de una evolución errónea de la tecnología, que pasará sin pena ni gloria, eso sí, y para ser honesto, aburrirme, lo que se dice aburrirme, no me aburrí, algo es algo.
Gamer es una gran decepción. Pensaba que Gerard Butler sabría escoger mejor sus papeles.
Con Gamer nos encontramos con un guión que no es muy original ( Perseguido , Carrera de la muerte ): unos convictos condenados en el corredor de la muerte tienen la oportunidad de conseguir la libertad si aguantan 30 batallas a vida a muerte con todo tipo de armas. Kable (Gerard Butler) es el que más lejos ha llegado. Tiene la peculiaridad de que al llevar un chip implantado puede ser dirigido por otra persona (el joven Simon), como si se tratara de un videojuego.
En las secuencias de acción hay toneladas de balas, explosiones y trocitos de carne volando, pero la cámara tiene tales sacudidas que es imposible discernir algo concreto. Tiroteos demasiado confusos.
Lo único reseñable es el pequeño número musical.
La estética visual, llamativa y colorida, aunque de un gusto dudoso, a ritmo de videoclip, tiene una función puramente ornamental.
Su pretenciosidad, con aires de grandeza, con el dominio del planeta en juego, juega en su contra.
En definitiva, una película que no permanecerá mucho tiempo en el disco duro de los films recordados.