Gamberro de instituto (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2017). 2 temporadas. 16 episodios. Cuando el sospechoso de una gamberrada épica en un instituto afirma ser inocente, un cineasta se pone de su parte en esta sátira sobre los programas de crímenes reales.
Estreno 2ª temporada: 14 septiembre 2018. Al contar con una historia y caso diferentes, cuenta con ficha independiente: https://www.filmaffinity.com/es/film400453.html
Detalles de la película
- Titulo Original: American Vandal aka
- Año: 2017
- Duración: 30
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Opinión de la crítica
Película
6.8
81 valoraciones en total
No esperaba que fuera un falso documental tan bien recreado y tan metódico con la mezcla justa de un curioso documental con una toque de profundidad en algunos personajes.
Algo muy cuidado y con gran calidad por parte de Netflix, ya que en mi opinión encajaría en un estética mas parecida a la de HBO (que en mi opinión tiene mejores títulos, aunque es otro debate)
La serie tiene un excelente ritmo e insisto el mismo guión también ofrece una mezcla entre comedia y un mas clímax sentimental. (algo mas típico, pero que en la ejecución esta llegado muy bien acabo)
La comedia NO es tan adolescente como parece por culpa de la dichosa sinopsis y la primera impresión que nos llevamos al visualizarla en el catalogo de Netflix. La comedia SI que es ágil y muy inesperada, ya que al tratarse de penes dibujados no parece muy novedoso pero otra vez en la ejecución de los gags, con la buena atmósfera creada y un excelente trabajo técnico etc…
Hasta la sátira de los Dramas Judiciales es buenísima!! Muy lograda, en parte porque las actuaciones son bastante aceptables y en algunos casos como Tyler Alvarez, Eduardo Franco, Carlos luna…Muchos lo hacen francamente bien. AH! y el abogado…Buff !! Ese hombre lo hace genial, el guión es bastante fresco la verdad.
Me recuerda en algunos aspectos a Lo que hacemos en las sombras también un puto disparate.
Las redes sociales (Youtube, Instagram) tienen gran protagonismo en algunos aspectos, algo que lo hace bastante diferente en algunas ocasiones.
LO MEJOR:
-El guión, mucha risa la verdad, bastante fresco, a carcajada limpia.. LITERALMENTE, en MUCHAS escenas.
– El casting, un elenco no de primera linea pero lo parece, magníficos.
– Muchas escenas, en especial los juicios, las recreaciones del crimen…TODOS los ingredientes para hacer algo entretenido….
LO PEOR :
-En ocasiones es muy profunda para tratarse de este tipo de falso documental, no en lo personal sino en lo visual, algo bastante arriesgado y que para algunos ojos quedara extraño y quizás para otros algo soso.
P.D: ¿he nombrado al abogado del consejo escolar? me mata xD
–
Después de un tiempo teniéndola pendiente, por fin pude verla y la verdad es que no me defraudó. Y es que consiguió algo que hacía algún tiempo que no me pasaba, encontrar una serie que se me hiciese amena y que pudiese ver un capítulo tras otro sin importarme demasiado cuantos llevase seguidos. Además los capítulos no son largos, lo que ayuda también a crear esa sensación de necesidad de ver uno más.
También creo que es una serie que ha conseguido integrar elementos de diferentes géneros de forma efectiva. Es una serie graciosa, con la que no te vas a partir, pero que consigue mantener un tono cómico de forma continua y consigue impregnar ese misterio que te hace querer saber más cuando acaba cada capítulo. Asimismo, también tiene esa parte dramática, con una importante carga crítica, que genera reflexión sobre diferentes temas, pero que no le quita dinamismo.
En definitiva, la recomiendo totalmente. Habrá series mejores en muchos aspectos o en todos, eso que lo valore alguien más formado en el tema, pero desde luego me parece que es de lo mejor que he visto este año.
Esta serie se nos presenta como un formato de falso documental que parodia al género de muy buena manera. En vez de tratar un caso sobre un asesino en serie, un hecho tan turbio que la gente ha ocultado, o algo del estilo, habla sobre una broma pesada en la que alguien ha grafiteado penes en todos los coches de los profesores de un instituto (no es broma) y el consejo se lo ha atribuido, sin a penas pruebas, al alumno problemático por excelencia.
Visto de esa forma, se puede ver como una serie totalmente de coña, hecha para buscar la risa fácil y atraer al público más joven… y la cosa es que es eso, solo que también es mucho más.
A lo largo de la investigación, los dos alumnos autores del documental indagarán en alumnos con personalidades que a todos nos suenan, con profesores que más de lo mismo, se centrarán en las pruebas que tomarían unos jóvenes de 16 años en los tiempos que corren, y se harán las bromas que harían estos mismos. ¿Qué quiero decir con esto? Que es REALISTA.
Lo que empieza como un divertimento, se va transformando poco a poco en un retrato de la juventud muy acertado, en una visión sobre la justicia de los mejores años de nuestra vida muy ruin, en una introspección de los mismos protagonistas cuestionando sus actos, y, sobre todo, en un análisis de la personalidad, el respeto a uno mismo y la imagen que proyectamos en nuestro entorno.
American Vandal es una de esas obras que hay que ver al menos una vez, en la que ríes, en la que te sorprendes, en la que sientes nostalgia, en la que te identificas e, incluso, en la que lloras.
171/10(15/08/18) Jugosa serie del canal Netflix que parodia con ingenio los docudramas basados en hechos reales (epítome es la Obra Maestra del propio canal Making of murdered, de la que incluso hay un guiño en el cuarto capítulo, también con cosas de The Jinx), creando un falso documental que hace sátira sobre un acto gamberro en una high school (alguien ha grafiteado penes en todos los coches de los profesores del instituto y el consejo escolar se lo ha atribuido, sin apenas pruebas, al alumno problemático por excelencia). Son ocho episodios creados por Dan Perrault y Tony Yacenda, con Dan Lagana como el showrunner. A Yacenda y Perrault se les ocurrió la idea para la serie a principios de 2016 y posteriormente la lanzaron a Netflix, acordó distribuirla después de asegurarse de que sería más que un simple boceto de broma dick . Yacenda y Perrault, que habían trabajado anteriormente en videos cortos para publicaciones como Funny or Die y College Humor, se unieron al showrunner Dan Lagana, quien recientemente trabajó en la serie de televisión Dead beat. Lagana se hizo cargo de la contratación de escritores para el espectáculo, eligiendo individuos con relativamente poca experiencia en la escritura para televisión. A través de esta comedia se puede también extraer una radiografía de la vida escolar y de la juventud desorientada y sin referentes morales a los que asirse se da a la ociosidad. Como defecto le pongo que el metraje es demasiado, con la mitad de entregas habría subido la intensidad y la solidez, mientras que a mitad del trabajo se encuentra cierto pesadez narrativa que hace se estanque el desarrollo derivando hacia el drama juvenil (perdiéndose el humor), estirándose sin recursos que cautiven e impulsen cuando se ralentiza. Netflix renovó la serie para una segunda temporada de ocho episodios, que se estrenará en 2018, tras la resolución del caso de la primera temporada, la serie sigue la investigación que realizan Peter y Sam sobre un nuevo vandalismo ocurrido en una escuela secundaria de índole privada y católica. Alvarez y Gluck regresarían como Peter y Sam, investigando un nuevo crimen.
La serie sigue las consecuencias de una costosa broma en una escuela secundaria que dejó a veintisiete automóviles de los profesores vandalizados con imágenes inapropiadas. El payaso de la clase Dylan Maxwell (Jimmy Tatro) es acusado del crimen por la escuela, por lo cual es expulsado, hasta que un estudiante de segundo año, Peter Maldonado (Tyler Alvarez) realiza una investigación sobre el incidente para descubrir si Dylan fue el verdadero responsable del vandalismo.
La serie comienza en sus primeros capítulos enganchándote en sus redes de comedia bufa, por el modo de pervertir y burlase de los muy serios y solemnes docu-dramas a los que parodia, utilizando sus mismos resortes, de montajes, transiciones para dar intensidad, cabezas parlantes, voz en off manipuladora en sus reflexiones, por su desarrollo de intriga policiaca whodonit, donde hay muchos sospechosos con sus motivaciones y coartadas frágiles, ello evolucionado con mucha agilidad, con un ritmo feroz en cada capítulo se trata un tema, un demandado, una teoría, siendo el centro el instituto (Hanover High School, en realidad el Palisades Charter High School en Pacific Palisades-California-USA), un microcosmos con sus propias cloacas y secretos a flor de piel, ilusiones y resquemores que al agitarlo los (ficcionados) documentalistas comienzan a caer líos y vendettas latentes, esta puerta de entrada hace que el espectador se enganche. Pero a medida que se suceden los capítulos va aminorando la comedia en favor del drama que hace un retrato de la juventud actual, despreocupada, nihilista, superficial, sobre el mundo perverso en el que se mueven estos volubles adolescentes, donde prima el postureo, las falsas apariencias, esto potenciado por el uso tóxico de las redes sociales (Twitter, Snapchat, Facebook, Instagram,…), de cómo estas distorsionan al proyectar personalidades paralelas de chicos que se están formando.
La serie rebosa autenticidad, con un modo de exponer el caso de forma vibrante, con recreaciones por ordenador espectaculares, con descriptivos dioramas a pizarra, con mucho uso cámara en mano (gracias a una excelente cinematografía de Adam Bricker), con una música (de Darien Shulman) notable que aumenta la sensación de dramatismo impostado, con entrevistas que rebosan veracidad por lo buenos que son los intérpretes, haciendo que el humor brote de modo natural, sin histrionismo o exageraciones, ello pone en la palestra como estos documentales realistas se pueden banalizar por su sobreexplotación. Siendo las estrellas en la sombra los documentalistas (Peter Moldanado y Sam Ecklund), dos nerd idealistas, que encuentran un filón en esta posible injusticia, sabiendo los creadores de la serie entrelazar con incisivo tono la investigación con los propios nerd, haciendo a medida que fluye el relato una sutil introspección de este binomio, impulsando una reflexión sobre como las ansias de verdad puede dejar víctimas colaterales por el camino, esto potenciado por pequeñas dosis de implicación obsesiva que les hace ser expulsados del colegio, estar marginados de muchas de sus pesquisados, e incluso chocar con el propio tipo al que intentan defender, esto provocado por unas indagaciones que desnudan y dejan sin protección a muchos de los indagados, dejando traslucir que tras la coraza de autoconfianza se hayan seres débiles, con sus propios fantasmas internos.
Mi primer contacto con American Vandal fue a principios de agosto, cuando Netflix lanzó su primer trailer a través de YouTube. Al principio pensé que se trataba de algún tipo de broma, algo que Netflix había subido para sacar un puñado de carcajadas a sus seguidores. Era imposible que una empresa de tal calibre se estuviese dejando tanto dinero en una serie cuya premisa era descubrir quién había pintado unos penes enormes en los coches de los profesores de un instituto. Así que podéis imaginaros mi sorpresa cuando hace unos días entro a Netflix y me encuentro con que la serie no solo era real, sino que además ya estaba subida en su totalidad. De pronto surgió en mí una curiosidad que joder, tenía que satisfacer cuanto antes.
Antes de nada, aviso para navegantes. Si hay una serie que debe ser vista sí o sí en versión original, es ésta. No es que el doblaje al castellano sea malo persé, sino que se les han asignado voces bastante maduras a personajes que se supone tienen alrededor de dieciséis años, lo cuál es bastante anticlimático y puede sacaros bastante de la historia. Dicho eso, empecemos con la crítica.
El primer capítulo es bastante engañoso y en parte nos hace creer que la serie va a estar más dirigida hacia la comedia, al mismo tiempo que nos hace dudar de si una propuesta tan alocada como ésta va a dar de sí para completar toda una temporada de ocho capítulos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que a partir del segundo episodio podemos ver que la prioridad de American Vandal no es tanto sacar una sonrisa al espectador, sino más bien crear un misterio que se antoja más enganchante y atrapante que los de la mayoría de series policíacas. Cada vez que crees que la intriga está apunto de resolverse surgen nuevas pruebas que hacen cambiar tu perspectiva hacia el caso, y es precisamente ahí donde se encuentra su maestría: en partir de una premisa tan tonta como un alumno dibujando penes en los coches de sus profesores y acabar mostrándonos lo que parece ser una pseudo-conspiración que afecta a todo el instituto.
Lo mejor de la serie es sin lugar a dudas su realización. No es solo que capte a la perfección la esencia de los programas que intenta satirizar (esos programas sobre crímenes reales que tan de moda se han puesto últimamente), sino que además está realizado con una mayor calidad y un mayor tacto que estos. Cuando trata de ser cinemática la fotografía es excepcional, y además hace un excelente uso de las redes sociales, a su modo una excelente crítica al uso que hacemos de ellas en nuestro día a día, en especial hacia esas stories que pueblan a día de hoy todas las grandes redes sociales. Es una pena que tan solo tenga ocho episodios de media hora cada uno, en apenas una tarde puedes haberte visto la temporada al completo. No os equivoquéis, la duración es perfecta, pero su formato es tan atractivo y enganchante que estoy deseando que le salgan imitadores para poder calmar mis ansias de ver más.
En definitiva, una serie entretenida y ante todo enganchante. Recomiendo verla sin prejuicios, ya que la premisa puede echar para atrás a más de uno y hacelres pensar que solo es otra historia más sobre adolescentes. Es lo que yo creía, pero me equivocaba. Y joder, vaya si me alegro de haberme equivocado.