Furtivos
Sinopsis de la película
Ángel (Ovidi Montllor) es un cazador furtivo que vive en un bosque con su madre (Lola Gaos), una mujer tiránica y violenta. En uno de sus escasos viajes a la ciudad, conoce a Milagros (Alicia Sánchez), una chica que ha huido de un reformatorio y que es la amante de un delincuente llamado El Cuqui. Ángel la protege y la lleva a su casa. La animosidad de la madre hacia Milagros, así como la atracción que Ángel siente hacia ella desembocarán en un drama.
Detalles de la película
- Titulo Original: Furtivos
- Año: 1975
- Duración: 99
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Opinión de la crítica
Película
7.3
22 valoraciones en total
(Aviso: el título de mi crítica contiene un chispeante juego de palabras.)
Es Fugitivos una película construida sobre la sutileza, sobre un juego de insinuaciones y medias verdades que atrapa. Borau realiza con éxito un drama rural que no tarda en convertirse en suspense con gotas de terror. Lo hemos visto en otras películas: personajes aislados, marginales, que forman una comunidad cerrada. Su vida discurre depresivamente pero en paz, hasta que llega un elemento extraño, de fuera, que desestabiliza el equilibrio del lugar. Aquí esa comunidad la forman una madre y su hijo, huraños montañeses que regentan lo que ahora se llamaría una casa rural . Así que, cuidado con las casas rurales que visitáis.
No sé qué sería de esta película sin Lola Gaos… probablemente menos buena. Realiza aquí una actuación soberbia, construyendo un personaje duro como la roca de los montes. Sus perfiles angulosos y su voz rota parecen fundirse con el entorno. Realmente puedes creer sus amenazas, pero al mismo tiempo entenderlas e incluso quererla… ¡E incluso reírte con ella! Tremendo.
Borau y Manuel Gutiérrez Aragón, por su parte, firman un guión ejemplar, sostenido por una buena dirección. Mientras veía la película me parecía increíble lo inteligente que considera al espectador. Hay que estar con mil ojos para que no se nos pasen los detalles, incluso los elementos más importantes de la trama se resuelven con acertadísimas elipsis, alusiones… A diferencia del mal cine, que grita al espectador, Furtivos susurra lo que ocurre, te lo escribe en una nota por debajo de la puerta…
Como punto negativo nombraré. particularmente, la música. Creo que Vainica Doble no fueron EN ABSOLUTO las adecuadas para esta película. Su música, que a mí personalmente no me gusta, resta intensidad a las escenas. También nombraré como punto negativo el doblaje, que como siempre arranca de la película por su artificialidad.
Película imprescindible dentro de la filmografía española.
El porqué de que el cine español esté, ya históricamente, a mucha distancia de otras cinematografías está ejemplificado por el hecho de que no ha habido ningún gran, pero verdaderamente gran, director que haya mantenido una carrera conservando un cierto nivel (aunque sea con altibajos), exceptuando, claro, a Buñuel, que no cuenta ya que no desarrolló su cinematografía en España. El que más se acerca a eso es Berlanga, pero sólo se mantuvo en forma durante los 50 y 60, luego bajó mucho. Por contra la lista de los que han hecho muy buenas (o buenísimas) películas, pero muy puntualmente (o una sola vez) es muy extensa: Juan Antonio Bardem, Fernando Fernán-Gómez, Nieves Conde, Mur Oti, Llovet Grácia… o los extranjeros Ferreri, Vajda, Neville… o los interesantes Saura, Aranda, Armendáriz, Camus, Chávarri, Portabella, Jordá… Luego está Erice, pero Erice no dirige… Evidentemente a los actuales ahora no se les puede valorar.
Borau es otro de los paradigmas anteriores. Director pasado a crítico de cine, ex presidente de la real academia, apenas ha dirigido un puñado de películas y muy irregulares. Sin embargo Furtivos es un peliculón. Aún cuando la censura en España ya estaba expirando, es difícil de creer que este duro, pero que muy duro, drama provincial ambientado en la última etapa del franquismo la pasase.
Ángel se ve atrapado entre dos mujeres, su posesiva madre (impresionante Lola Gaos) y Milagros (irónico nombre), chica explosiva (por adjetivarla de un modo políticamente correcto) que se ha escapado del reformatorio, amante a su vez de un conocido delincuente, y de la que se enamora perdidamente. La aparición de ésta última en la apartada casa del bosque de Ángel y su madre, detonará un seguido de acontecimientos de consecuencias difícilmente predecibles, aunque nada halagüeñas… El reflejo que hace la película de la España profunda no es nada complaciente y deja en evidencia las carencias y las miserias de un país muy atrasado en muchos aspectos. Esto sumado al papel del dudoso Gobernador Civil (encarnado por el propio Borau), amante de las cacerías y de la comida de la madre de Ángel, con su particular ética profesional, no ayuda precisamente a comprender la vista gorda hecha por la censura.
El guión es realmente excelente. Aunque desde el principio presientes que la cosa no va a acabar muy bien, no sabes por donde explotará. El increscendo dramático está realmente conseguido y todos los acontecimientos están dotados de pleno sentido, para acabar con muchísima coherencia. Con todo, a nivel visual la película supera a su guión. Los encuadres de Borau son tan acertados como sugerentes. El ritmo del montaje (con alguna que otra elipsis casi antológica) es todo lo brusco y seco que reclama la historia. El uso del color o del atrezzo, a menor escala, es tan sutil como impecable. Y los personajes, a parte de bien escritos, están interpretados a muy gran altura. No, si cuando quiere, el cine español merece mucho la pena.
239/13(25/11/12) Obra Maestra del Cine español, un clásico imperecedero, José Luis Borau nos obsequio con una de las mejores radiografías que se hayan hecho jamás de la España profunda, un desgarrador fresco emparentado con la posterior ‘Los Santos Inocentes’. ‘Angel (gran Ovidi Montllor) vive con su posesiva madre, Martina (colosal Lola Gaos), en una aislada casa en los montes de Segovia, es un alimañero en un coto privado, caza a los depredadores de los ciervos, los lobos, para que cuando llegue el gobernador civil, Santiago (gran José Luis Borau), con sus amigotes tengan cacería, Ángel para sacarse un sobresueldo hace de furtivo. Un día en la capital por casualidad una muchacha, Milagros (gran Alicia Sánchez), le aborda para que la ayude a escapar de un reformatorio, Ángel la socorre y esta le paga con sexo, él se enamora de ella, se la lleva a su casa en la montaña, allí los problemas surgen entre la pareja y la ultraprotegedora madre que ve en Milagros a una rival en el afecto de su retoño. Extraña que esta dura película se rodara con la censura aún trabajando, con desnudos, sexo, personajes amorales, nítidas insinuaciones de incesto, violencia animal, claras alegorías a la incompetencia de las autoridades, en la figura del Gobernador, y con un final desgarrador (spoiler), aún así esta intentó torpedearla exigiendo su recorte en 40 planos, tras muchas luchas, se pudo exhibir en el festival de San Sebastián eliminando algún metraje, según Borau sin importancia. Furtivos es un cuento de hadas de terror, está el Rey, el Gobernador, y cambiando los papeles está el príncipe atrapado, Ángel, en un mundo cerrado y endogámico por una bruja, su Madre Martina, está el bosque envuelto en brumas y misterio al que llega la heroína, Milagros, un soplo de aire fresco que viene a traer la felicidad al príncipe atrapado, en forma de sexo y amor, un cuento retorcido y lúgubre. Borau escribió el magnífico guión con Manuel Gutiérrez Aragón, Borau quería hacer una película con Lola Gaos que le había maravillado en ‘Tristana’, y a fe que le regalo uno de sus mejores trabajos. El director pretendió reflejar la España tardofranquista en esta obra, el bosque representaba para él el país, Martina sería Saturno que devora sus hijos, Santiago el Gobernador podría ser un cuasi-Franco paternalista (el símil de ser cazador), ansiaba controlarlo todo pero no se enteraba de mucho, y por debajo unos siervos que ansiaban salir del regazo enfermizo de la Madre, metáfora de lo perdido que estaba el país. Ello envuelto en una extraordinaria puesta en escena, una ambientación soberbia que nos traslada el sabor de una España Negra, tétrica, ayudado por una excelente fotografía de Luis Cuadrado (‘La Caza’ o ‘El Espíritu de la Colmena’), con un ritmo vigoroso, con un salpicado de escenas para el recuerdo (spolier), dolorosa la de Ángel echando a su Madre a rastras de la cama, la paliza al lobo, o el fresco costumbrista con los cazadores, con un increscendo dramático asfixiante, dejándonos unas gloriosas elipsis (spoiler), derivando en un tramo final antológico, uno de los grandes de la Historia del Cine (spoiler), de los que te deja una huella perenne. Los personajes están espléndidamente construidos, en pequeñas pinceladas sabemos cómo son, además está interpretados de forma sublime, un sembrado de personas amorales y perdidos, unos perdedores, fresco de una nación sin rumbo, un Ovidi Montllor que jamás ha estado mejor, crea a un ser perdido que busca salir de un ambiente patológico, transmite pasión, amor, ilusión, esperanza, y lo hace con un lenguaje corporal sobrio, sin estridencias, sobresaliente, está Alicia Sánchez como Milagros que borda su rol de pícara que utiliza su cuerpo como arma, que se debate entre dos amores, pero que sabe dar luz a Ángel, denota una gran fragilidad, espléndida, y luego está el tercer lado del triángulo pasional, Lola Gaos como Martina, esta está a otro nivel, su actuación es magistral, nadie puede creer que no sea Martina, su cruenta y latente violencia es emitida de modo excelente, su lenguaje físico es poderío, el gestual es brillante, su mirada son dos puñales que te atraviesan, su voz es un susurro apagado lastimero, es capaz de combinar intimismo perverso como cuando desviste a su hijo, con la furia más desatada, cuando la vemos apalear al lobo (me niego a entrar en polémicas sobre si fue real) demuestra una ira infinita con lo que el caldo de cultivo está sembrado para que todo nos lo esperemos de ella, su labor traspasa la pantalla, desborda realismo, un portento en uno de los papeles más colosales que ha dado el Cine, por cierto, nos podemos imaginar que Ángel es Norman Bates y Martina su madre, una especie de precuela de ‘Psycho’. Es reseñable José Luis Borau como el gobernador, hace de un paternalista buenista, un tipo obsesionado con dar caza a un ciervo que para mí representa la fuerza indómita de España. José Luis Borau creó este Clásico y ya se le acabó la genialidad, hizo mucho más cine pero nunca se acercó al nivel de esta, acaba de morir y este es mi tributo a alguien que aunque no hubiera hecho más filme, será loado por siempre por este colosal retrato de la degradación moral de España. Fuerza y honor!!!
Después de haber filmado la atractiva Crimen de doble filo y algún que otro film más Borau llegó a conocer el triunfo total con Furtivos una obra ya mítica de la que ya se ha dicho todo. Pero se puede insistir en el fascinante dominio expresivo de la inolvidable Lola Gaos, cuyo personaje está impregnado de una extraña mezcla de amargura y comicidad. Sólo verla a ella en la película ya supone un espectáculo. Ovidi Montllor ofreció una creación magnífica y realmente admirable. Alicia Sánchez se mete en su personaje con un talento palpable y consigue también la perfección en su cometido. Narrativamente perfecta, tiene diálogos y situaciones memorables. La labor fotográfica es otro punto de gran interés y los fondos musicales también son afortunados. En resumen un clásico del cine hispano que no pierde su enjundia ni su importancia y nunca caerá en el olvido. Furtivos es uno de los pocos casos que se han dado en España de películas cuyos éxitos en taquilla se han debido a razones artísticas y no coyunturales. La duración de la película se ajusta a lo que se ha pretendido contar y de ahí la agilidad narrativa que tiene esta gran realización.
Guía para pensar en la película:
1.- Una vez terminada de rodar la película, la censura exige una serie de alteraciones que afectan a cinco rollos y que equivalen a cortar casi cuarenta planos, a lo que Borau se niega. Las presiones y maniobras de la administración impiden después que el film pueda ir a los certámenes de Berlín y Cannes hasta que, finalmente, el Festival de San Sebastián decide seleccionarlo. El Ministerio opta por autorizar su proyección, pero sólo en el encuentro donostiarra. Borau fuerza la situación y plantea que Furtivos solo irá a San Sebastián si su exhibición es autorizada también para el resto del país. El pulso obliga a ceder al Ministerio, mientras que Borau acepta efectuar algunos cortes, de escasa incidencia. Intente imaginar cuáles pudieron ser estos cortes y razone por qué fueron exigidos.
2.- Película emblemática, y casi bisagra, entre el franquismo y la transición democrática, en el momento de su estreno Furtivos se podía interpretar como una parábola sobre la desintegración de una célula familiar autárquica y que se devora a sí misma o como la encrucijada de un país que trata de enterrar la dictadura y que se encuentra con múltiples inerrogantes de futuro. ¿Cuál de las dos interpretaciones piensa que se ha adaptado mejor al paso del tiempo y por qué?
3.- La violencia de la historia se expresa de una forma elíptica: los personajes se agreden y se matan unos a otros, pero esos hechos nunca son mostrados directamente sino que son sustituidos por metáforas. Identifique y comente algunas de ellas.
4.- Las difíciles condiciones en las que se había estrenado su trabajo anterior y el equívoco recibimiento crítico obtenido empujan a José Luis Borau a producir y dirigir una película que amén de ser española, lo pareciese y que, además, lo pareciera hasta las cachas. La mirada de Borau se sitúa en el realismo estilizado, de fuerte concreción dramática y espacial, dotado de espesor y de carne, con el que abre las entrañas de la sociedad rural española. ¿Cree que se puede analizar la película como una actualización del viejo drama rural? ¿Influye la Naturaleza en los personajes hasta el punto de determinar su conducta?