Fríamente… sin motivos personales
Sinopsis de la película
Arthur Bishop (Bronson), un asesino a sueldo, ha trabajado siempre en solitario, pero con los años ha perdido facultades, por lo que decide buscar un colaborador (Jan-Michael Vincent), a quien enseña todo lo que sabe y que resulta ser un hombre eficiente pero despiadado. Forman un equipo perfecto, pero la crueldad de su ayudante acaba provocando un inevitable enfrentamiento entre los dos.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Mechanic
- Año: 1972
- Duración: 96
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Opinión de la crítica
Película
5.8
44 valoraciones en total
Solamente decir que es muy recomendable poseer dentro de toda filmoteca que se precie algunos de los films de Bronson, y este es uno de ellos. Es absurdo pensar que Charles Buchinsky es solo un actor más dedicado a disparar y pegar puñetazos, él tenía ese algo que le diferenciaba y una mirada esculpida en piedra que conseguía decirlo todo sin abrir la boca.
Otra buena película del tándem Winner-Bronson. Una pena que J. Lee Thompson tomase el relevo de Winner como director en el final de la carrera filmográfica de Bronson. Las películas de Thompson suelen ser bastante torpes, especialmente en los guiones, mientras que Winner, tal como comenta Ben Wade, es un director talentoso y en muchos momentos brillante. Las escenas de acción no son tan chapuceras como se ha dicho, pese a que no son comparables a las del actual cine de acción. Como ya se ha dicho, la secuencia tras los créditos es brutal y Bronson hace un papel a su medida, aunque creo que los siguientes minutos de la película hasta que McKenna y Bishop comienzan a trabajar juntos son ciertamente desconcertantes.
Parece ser que se está rodando un remake protagonizado por Jason Statham. Si mejoran ciertos aspectos en la narración y no se vuelcan exclusivamente en rodar explosiones y escenas de acción imposibles, puede salir un magnífico producto.
Compré esta película en el HMV de Oxford street en Londres, lo hice por varios motivos: Por la carátula, por Charles Bronson!, por que estaba en castellano y por que me dio buena espina. Acto seguido, me fui a casa de un amigo y la vimos. Esto es con lo que me encontré:
Una muy buena película de acción, con un argumento muy rico y que explota muy bien el tema que trata, la película te da exactamente lo que vende: Charles Bronson en pleno apogeo, una dirección muy buena ( Aunque los detalles estéticos setenteros, los zooms y demás recursos narrativos de la época puedan resultar molestos para según quien, que no para mí).
La escena inicial de la película ya te atrapa desde un principio, podemos ver una escena practicamente muda ( Hecho que denota el talento de Michael Winner un director infravalorado), en la que vemos con qué clase de personaje nos vamos a tener que identificar durante la película. Charles Bronson por su parte está sublime, con esa cara tan dura que demuestra la frialdad de un asesino a sueldo. Además la película está adornada con varias escenas muy buenas, como la de la chica que quiere suicidarse para llamar la atención (Cuando la veáis, vereis a que me refiero) o la de la prostituta que ensaya una escena de falso amor para complacer al protagonista, que es una persona fría y sin amigos, pero con muchos sentimientos encerrados.
En definitiva, si has visto La gran evasión, Erase una vez en el oeste o alguna película más en la que aparezca Bronson y quieres encontrar una buena película de este en solitario, te recomiendo que veas The mechanic ( Me niego a llamarla como en España por dios ).
En esta película hay el zoom más exagerado que he visto mi vida:
Podemos ver un plano general en contra-picado, en el que Charles Bronson está en un comedor frente a un ventanal, es entonces cuando empieza el zoom y el plano general termina por convertirse en un primerísimo primer plano de la cara de Bronson. Jeje.
Cuando la película terminó, mi amigo y yo nos miramos y dijimos al unísono… Sabía que Charles bronson debía tener una película como esta.
Otra película que en su día valoré injustamente y que debo rectificar es The Mechanic. La verdad es que viéndola de nuevo tengo que decir que no es tan mala como pensaba pero creo que la escena inicial en la que se pasan varios minutos sin decir una palabra me dejó grogui en el sofá y me impidió valorar esta película en su justa medida.
Charles Bronson encaja como un guante en el que sería uno de los papeles más exitosos de su carrera. Un mecánico que también significa un asesino profesional. Pero no un vulgar matón sino una variante de asesino de esos que hacen que su trabajo parezca un accidente. Es decir, un asesino que se curra cada trabajo a base de seguimientos, fotografías, lectura de labios, vigilancia… Después de liquidar a su último objetivo, un traficante de drogas, decide apadrinar al hijo de éste y convertirlo en un mecánico al comprobar las aptitudes del muchacho y su voluntad de serlo. Además el joven tampoco parece tomarse a mal el asesinato de su padre a manos Bronson, demostrando tener las caractrísticas de un asesino. Es decir, frío, sin escrúpulos y sin ningún tipo de respeto por la vida humana. Sin embargo, durante su primer trabajo las cosas no salen del todo bien y la organización para la que trabaja Bronson decide liquidarlo encargándole la misión a su discípulo.
Aunque todavía hay gente que piensa que la etapa de Charles Bronson llegó a su fin en los 70, quedan títulos suyos por revisar en las que podemos descubrir que era un gran actor para el cine de acción y el thriller. Una de ellas es El mecánico (no sé por qué la otra traducción tan poco fidedigna al español, porque en cuanto sabes a qué se dedica Bishop, sobran las explicaciones). Una película de corta duración, pero muy bien planteada en cuanto al perfil del personaje de Bronson (sus primeros diez minutos, sin palabras, definen perfectamente el modus operandi por el que recibe este apodo). Puede que esa profundidad en sus métodos para asesinar sea la que eclipse directamente a su ayudante, el joven Jan-Michael Vincent, cuya segunda aparición en escena para demostrarnos su sangre fría es más surrealista que efectiva (ver spoiler).
Además, el argumento es tan enigmático como el propio carácter de Bishop: Apenas sabemos nada de la organización que le paga, de las razones por las que se le encargan los trabajos, de qué relación exacta tiene y dónde conoció a la mujer que le ama (su verdadera y bella esposa Jill Ireland, aunque en una breve intervención)… Esto es algo que contribuye a que el rol de Bronson sea más atractivo con respecto al de otros profesionales . Y luego está Italia, con esas fantásticas panorámicas y donde transcurren las mejores secuencias de la película, incluido su final.
Mi nota: 7,5