Freud, pasión secreta
Sinopsis de la película
En 1885, a la edad de 29 años, ya Sigmund Freud (Montgomery Clift) se daba el lujo de confrontar a su maestro Meyniert… y pronto, de ilustre alumno, su asociación con el médico Josef Breuer (Larry Parks), lo convertiría en uno de los más notables investigadores sobre la histeria. Después, la neurosis, la interpretación de los sueños y el psicoanálisis, entre otros temas, tendrían en él a uno de los más fuertes exponentes de las nuevas teorías psicológicas. El guión lo supervisó Jean-Paul Sartre.
Detalles de la película
- Titulo Original: Freud aka
- Año: 1962
- Duración: 139
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Opinión de la crítica
Película
6.8
46 valoraciones en total
El trágico actor Montgomery Clift siempre fue un artista que hacía catarsis en todas sus interpretaciones.
Purgaba y eliminaba todas sus emociones a través de los personajes que le vimos interpretar en la pantalla.
Para él, la única manera de eliminar sus afecciones patógenas era la actuación.
Solo alguien como Freud y un fanático del actor lo entendería de esa forma.
Doblemente emocional, doblemente dependiente, doblemente histérico, Monty es un actor inmortal… un neuro-actor.
Aquí en Freud, pasión secreta , nos regala una actuación en la que imploraba la ayuda de algo superior a él, algo que le hiciera sentir que había un lugar en el sol… pero esa, es otra historia.
Narrar el proceso de un descubrimiento científico suele dar buenos réditos: Ramón y Cajal. Madame Curie, Alexander Fleming, son ejemplos pillados a vuelapluma que dan fe de ello. Sin embargo, el que hizo Freud no concita unanimidad y nunca ha conseguido librarse del todo de la acusación inicial de brujería. Aún hoy hay quien lo considera una patraña o un disparate.
De modo que Huston demuestra osadía adentrándose en esa fronda. En su trabajo consigue mostrar múltiples elementos que enriquecen la historia: así, sin decirlo, nos muestra un Freud joven y apasionado (suelen ser jóvenes los que proponen nuevas teorías, Einstein también lo era). Precisamente los jóvenes, por su escaso compromiso con el paradigma vigente y por no hallarse implicados en la comunidad científica, son los más adecuados para formular teorías que rompen con lo establecido. Su descubrimiento suele tener más de intuición o de pálpito que de deducción derivada de la observación repetida (recordemos que Mendel falseó sus experimentos sólo para dar mayor crédito a su propuesta).
El film nos cuenta cómo se produjeron los hechos en los albores del psicoanálisis. Vemos a un Freud recién doctorado, apasionado y lleno de intuiciones que acaba abriendo un camino maravilloso para la exploración de la psiqué humana. En la película se apuntan cuestiones que después se profundizarán y algunas todavía hoy son motivo de investigación: la interpretación, el valor de los sueños, la asociación libre, los lapsus, el diván…
Un Momtgomery Clift sencillamente glorioso interpreta al joven científico y expresa sus vacilaciones, su tesón, su esfuerzo, con tal verosimilitud que conmueve al más duro de los espectadores.
Freud, el descubridor del inconsciente, el inventor del psicoanálisis – el fonendoscopio para auscultar el alma -, y el normalizador de la sexualidad es captado con precisión y ternura en este film maravilloso de John Huston.
Viena 1855, un hombre hace historia. El padre del psicoanálisis. El que exploro lo mas recóndito de la mente humana. Gran actuación de Montgomery Clift (Sigmund Freud), con sus ojos muy abiertos, aprendiendo, acudiendo a conferencias… pero no fue fácil. Tuvo que luchar contra sus propios miedos.
Regresión a la infancia.
Deseos sexuales reprimidos.
El psicoanálisis de Freud es una de las teorías de mayor éxito en la historia de occidente. Hasta tal punto, que se ha llegado a convertir en una filosofía.
Huston nos cuenta los orígenes de la teoría, lo cierto es que la película gira más en torno al psicoanálisis que a la figura de su creador. La arqueología psicoanalítica es la que domina todo el largo. En el prefacio de la película se explica el porqué, como ya es un lugar común, las obras de Copérnico, Darwin y Freud (cabría añadir a Marx y a Nietzsche en el mismo grupo) han supuesto la ruptura de la secular dependencia del saber humano de la religión y el oscurantismo. Por eso el psicoanálisis merece un lugar especial en el reino de la psicología al haber sido el primer sistema que plantea que la parte no consciente de nuestra mente no está dominada por ningun ser trascendente al hombre. La explicación de esa parte que no controlamos de forma consciente se agota en nosotros mismos.
Por tanto, la figura del largo no es el propio Freud, no es una película biográfica (aunque, evidentemente, la vida del escritor está presente) sino de una película que rinde homenaje a los orígenes de la teoría presentando el cómo y el cuándo de su gestación.
El viaje de Freud para estudiar con el profesor Charcot y la relación Breuer/Freud marcan el comienzo de la narración. La primera media hora de cinta es, de largo, la mejor parte porque narra con exactitud e interés los inicios de la teoría, entrados en materia, surge uno de los grandes inconvenientes de haber dirigido los focos para la teoría en vez de para Freud. Los distintos aspectos que van completando la construcción del edificio psicoanalítico, tales como el fenómeno de la transferencia, las etapas de maduración sexual de los niños, los lapsus del lenguaje o el complejo de Edipo, son contados de forma apresurada y sin rigor histórico. Este grave error de guión condiciona en exceso un filme cuyo arranque resultaba más que prometedor.
El título, por tanto, puede inducir a error porque se ajustaría más a la verdad si nos hiciese comprender que es el psicoanálisis el tema central de la obra. De hecho puede ser usada como una introducción para el iniciado en los estudios psicoanalíticos.
Montgomery Clift realiza un excelente trabajo, aunque, en ocasiones, aparezca un tanto perturbado para la personalidad y la fama que Freud se forjó.
Buena dirección de Huston que logró con ella la nominación al Oso de Oro de Berlín.
Lo mejor: Servir de introducción clara y comprensible a la teoría psicoanalítica, la interpretación de Montgomery Clift
Lo peor: El atasco de teorías en la segunda mitad del film
Recomendable.
La película recoge de forma excelente lo que fue el inicio, gran amistad, mutua colaboración y alejamiento entre Sigmund Freud y Josef Breuer (también médico y psicólogo austriaco, creador del método catártico para el tratamiento de la histeria, precursor del método psicoanalítico freudiano y el verdadero padrino que avaló y ayudó a Freud en sus investigaciones, además de pasarle sus propios pacientes).
Fue por 1891 cuando la relación entre Breuer y Freud comenzó a decaer debido a varios desacuerdos en el campo de lo científico. Esta película nos muestra con fidelidad todo ese proceso de amistad y divergencias. Breuer no defendía como Freud la creación de un sistema teórico nuevo para la psicología que la convirtiese en una ciencia independiente de cualquier otra rama médica. Pero parece ser que fue la teoría de Freud sobre los recuerdos infantiles y la seducción, la que hendió más que nada su amistad de años. Freud consideraba que sus pacientes neuróticos habían sido seducidos en la infancia, en cambio Breuer creía que tales seducciones nunca habían existido sino que eran recuerdos de fantasías infantiles. Sobre esto último en concreto Freud daría posteriormente la razón a Breuer.
Es decir, lo que John Huston aborda en este filme es la etapa primera de Freud, cuando era aún un desconocido más allá del círculo médico vienés, en sus inicios como investigador que va recogiendo datos y conjuntado su teoría del psicoanálisis y el subconsciente. La película nos describe con pulcritud los atrevimientos revolucionarios de Freud, cómo escandalizó al gremio médico de su ciudad. No en vano Freud fue el primero en enseñar que las emociones enterradas en el subconsciente de una mente humana suben a la superficie consciente durante los sueños, de forma que recordar fragmentos de dichos sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos escondidos. Al principio esta hipótesis y otras fueran rechazadas por la clase médica (tal como aparece en el filme), pero poco a poco, más allá de lo que esta película narra debido a su limitación de tiempo, lo cierto es que tales teorías se abrirían paso al respeto y la fama mundial.
Desde mi punto de vista este es un filme de atractivo filosófico, científico, psicológico, o sea un tostón para el común de los que gustan ir al cine a distraerse. Son muchos los conocimientos que caben destacarse en esta película, pero los voy a resumir en tres simples pero magníficas máximas extraídas del contenido:
* La represión trabaja en el subconsciente.
* De error en error se descubre la verdad.
* El enemigo más viejo del hombre: su vanidad.