Freakdog (Red Mist)
Sinopsis de la película
Para el depravado y asocial Kenneth, su trabajo en un hospital se ha convertido en una serie interminable de vejaciones por parte de un grupo de ambiciosos estudiantes de medicina. En una ocasión, la burla se les va de las manos y dejan a Kenneth en coma. Angustiada por los sentimientos de culpa, una estudiante intenta salvarle la vida administrándole un cóctel de drogas sin testar, que provoca en Kenneth experiencias extracorpóreas que le permiten ocupar temporalmente el cuerpo de otras personas y, a través de ellas, vengarse de los que le dejaron en estado vegetativo.
Detalles de la película
- Titulo Original: Freakdog (Red Mist)
- Año: 2008
- Duración: 82
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes conseguir una copia de esta película en formato HD y 4K. Seguidamente te añadimos un listado de fuentes de descarga activas:
Opinión de la crítica
3.7
63 valoraciones en total
Un grupo de estudiantes de medicina están celebrando una fiesta cuando se presenta en ella un extraño tipo que acostumbra a ejercer de voyeur (graba con el móvil a través de las cerraduras y escondido detrás de las esquinas) en el hospital en el que desarrollan su tarea, comportamiento por el que es continuo objeto de burla por parte de estos.
Verle aparecer y burlarse de él es todo uno, pero esta vez se encuentran con la sorpresa de que el inquietante sujeto les amenaza con una grabación en la que se ve a uno de ellos surtiéndose de drogas ilegalmente en la farmacia del hospital, grabación que de llegar a conocimiento de los responsables del hospital supondría el fin de sus proyectos de futuro, por lo que en plena borrachera le hacen tomar alcohol y drogas hasta que cae redondo presa de un ataque epiléptico y aprovechando que la ocasión la pintan calva, en vez de ayudarle le abandonan en la puerta del hospital.
Catherine (Arielle Kebbel), una de las estudiantes que estuvo en la fiesta y que más reacia se mostro a tal barbaridad, ante el cargo de conciencia que le supone ver al tipo en coma y a punto de ser desenchufado, le inyecta una droga experimental en la que está trabajando un doctor y que debido a su presunta peligrosidad e ignorancia de sus efectos todavía no ha sido probada y que vemos que permite al comatoso abandonar el cuerpo a modo de espectro e introducirse en el primero que pille a mano, circunstancia que le viene de perlas para comenzar a ejecutar su venganza.
A partir de aquí con el espectro del comatoso alternando cuerpos y cargándose a los mozalbetes y la samaritana estudiante siendo consciente de la gamba que ha cometido y tratando desesperadamente y a contrarreloj (los muertos van sumando) de corregir su error, tenemos un pasable slasher (comparado con la única que había visto de este director irlandés, Cabeza de muerte 2006, es toda una obra de arte) con alguna que otra pasable muerte y su poquito de gore, que parece ser que en el Queens Film Festival y dado que gano el premio a Mejor película de horror, la han encontrado muchísimas mas virtudes que las que yo he apreciado y que me hacen calificarla de pasable siendo muy generoso.
Quizá si no existieran esas dos joyitas tituladas, Fallen 1998, The Hidden 1987 y alguna más que ahora no me viene a la cabeza con parecida temática, podría haberla apreciado como los tipos de Queens.
La idea de esta película es bastante buena, bajo mi humilde opinión claro, pero tanto la interpretación como no saber aprovechar los momentos de tensión hace que esta peli no pase del sufi por los pelos, empieza bien pero a los 10 minutos te das cuenta de que la cosa no fragua, los ingredientes los tiene para ser una buena peli pero no saben como elaborar la receta, por eso simplemente se quedará como una de tantas pelis de serie B que lo intentan pero no llegan.
Lo mejor: La idea, con ella se podría hacer una buena peli.
Lo peor: Se nota mucho que es serie B.
Vamos a ver si les suena la cosa: un grupo de jóvenes, guapos, listos y tela de enrollados, se burlan de un freakie, una especie de retrasado mental, que, mira tú por donde, había tenido el consabido trauma infantil, hasta el punto en que se pasan cantidad y terminan matando -o casi-, al bicho raro ese. Así que deciden callarse como putas, no sea que se les joda el futuro por eso de ir a la cárcel, que eso no mola nada. Pues resulta que, después, ¡oh, sorpresa!, los jóvenes guapos, listos y tela de enrollados, empiezan a ser masacrados, en plan eso tiene que doler .
Pero, oye, los jóvenes guapos, no tan listos, y bastante menos enrollados, no ven relación alguna entre la escabechina que se va produciendo entre ellos y su mala acción, menos una de ellos, la más guapa, lista y enrollada, que se huele algo.
En fin, lo dejo ahí, no vaya a desvelar nada importante de la trama. Pero, vamos, salvo que seas joven, guapo, listo y tela de enrollado, el resto es bastante previsible.
Estamos frente a una fusión de varias películas de terror de cierto éxito. Aquí vamos a encontrar algo de películas como Patrick, Fallen y Carrie. De la primera, una persona en coma en un hospital que tiene una obsesión, y a pesar de estar en ese estado tiene la capacidad de influir en el mundo real. De la segunda copia un ente capaz de pasar de un cuerpo a otro y tomar el control de él. Y de la tercera unos jóvenes que se sienten superiores, gastando una broma pesada que termina mal para todos al generar un asesino con impulsos vengativos irrefrenables. Probablemente lo más sorprendente es que a pesar de ser una combinación de diversos trabajos anteriores la trama no parece reiterativa y la puedes llegar disfrutar. Supera ligeramente lo que serían las típicas películas de adolescentes muriendo sin orden ni concierto, en una producción de mínimo presupuesto. Todo gracias al esfuerzo combinado de director y protagonista.
El relato es un cuento sin inocentes, pues todos los integrantes de esta terrible historia cargan con su respectivo pecado censurable. Es por ello por lo que te sientes un poco indeciso al apuntar tus simpatías hacia los personajes que te presentan. Claramente los jóvenes doctores no las merecen, porque con sus acciones son los que inician todo este desaguisado al sentir que su futuro es más importante que la vida de un individuo. El que termina en coma tampoco, porque su crueldad no tiene límites y no le importa utilizar a inocentes que nada tienen que ver para conseguir sus objetivos.
El director comete un error imperdonable al prolongarse más de lo que es recomendable con la introducción de la historia. Máxime cuando tienes a un nutrido grupo de personajes sobre los que apenas nadie se sentirá identificado. Toda esta introducción se podría haber abreviado y aprovechar así ese tiempo, que algunos pasarán dormitando, en evitar la sensación de obra precipitada que impregna la última parte de la cinta. No obstante, la capacidad de Paddy Breathnach de narrarnos una historia ya quedó clara con Cabeza de muerte, una buena película. Esta es más madura y más fácilmente digerible, sin embargo, los paralelismos con el tema de las drogas y los asesinos no responsables de sus actos vistas en ambas, te hacen pensar en las obsesiones de este director.
Hay un segundo pilar que sostiene esta película, a parte del director, y es la interpretación de sus actores. Y más concretamente el trabajo realizado por Arielle Kebbel. Actriz que sin demasiado esfuerzo consigue acaparar nuestra atención y que merece papeles más importantes. Otras actrices que aupan este trabajo son MyAnna Buring y Sarah Carter.
La película no merecerá ser recordada por su calidad, pero si estás acostumbrado a penosos trabajos en el género de terror adolescente te resultará más que decente. Haber visto el anterior trabajo del director, Cabeza de muerte, y que te gustara, es una buena pista para que esta siga el mismo camino si se le da una oportunidad.