Fortaleza infernal
Sinopsis de la película
En el año 2017, una corporación ha ideado la construcción de una fortaleza de alta tecnología que intenta conseguir la prisión más implacable: la prisión mental. Pero el experimento se enfrenta a un poderoso y poco convincente recluso: un hombre inocente…
Detalles de la película
- Titulo Original: Fortress
- Año: 1992
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
4.5
37 valoraciones en total
Vale que Fortaleza infernal no es una obra maestra del género de ciencia-ficción futurístico, ni que los del elenco sean unos monstruos de la interpretación, ni que Stuart Gordon sea un pedazo de director, pero de ahí a la poca valoración de esta película hay un trecho enorme. La verdad es que guardaba buenos recuerdos de este trabajo por algún tráiler que vi cuando era poco más que un niño. Siendo objetivos, la cinta va de más a menos. Todo el planteamiento inicial es bastante bueno, especialmente en lo que se refiere a la ambientación de la cárcel y las normas de seguridad. Luego el desarrollo de la trama se mantiene bien durante unos 40 minutos aunque a partir de cierto momento (SPOILER) pierde algo de intensidad creo que porque la fortaleza resulta tan inexpugnable que los guionistas no saben como hincarle el diente a la fuga.
Aún así, estamos ante una obra de puro entretenimiento que cumple con creces. Insisto en que la primera mitad es buena con momentos de acción como la pelea con Maddox (Vernon Wells), el del número en la frente, que no tiene pérdida. Quizás en exceso sangriento, este derroche de violencia ayuda a hacer del encierro un auténtico infierno del que parece imposible escapar. El absoluto control al que someten a los reclusos, los castigos sádicos, la prohibición hasta de soñar dotan de mayor angustia a nuestro héroe. Dicho lo cual, el peso excesivo que tiene el malo, el director Po (Kurtwood Smith) no me convence y por ahí se pierde un poco la trama con historias románticas y alusiones a una nueva raza de híbridos humanos que, aunque trata de hacerte reflexionar sobre esta situación, distraen de lo que el es el tema principal: cómo sobrevive el protagonista. Igualmente la parte final tampoco está bien resuelta pues peca de precipitación, de cierta improvisación y, lo peor, es poco emocionante.
Lo mismo que no entiendo la nota que se la da a Fortaleza infernal , ni las aceradas críticas de las que es objeto, tampoco comprendo que se ponga de vuelta y media a Christopher Lambert. Pero menos aún entiendo que Loryn Locklin (la que hace de mujer de Breenick, Karen B. Brennick), bastante guapa, apenas trabajara en un par de películas y en algunas series de televisión a lo largo de toda su carrera. ¡Señores, es que no tenemos ojos en la cara!
Fortaleza infernal es una película futurista con un diseño de producción aceptable pero con poco que contar. Además, cuenta con uno de los repartos más horripilantes que he visto en mi vida.
Stuart Gordon explotó como director en Re-Animator y eso le sirvió de aval durante mucho tiempo. En Fortaleza infernal su trabajo acumula errores a cuál más gordo. Gordon planea el desarrollo como un capítulo de alguna extraña serie, de modo que lo que debería ser interesante se desvela enseguida y nos queda un buen rato de metraje en el que sabemos perfectamente todo lo que va a pasar. Su empeño en seguir con la cámara a Christopher Lambert es una idea suicida que pasa factura a la película, que va oxidándose a marchas forzadas. Lo único pasable es el diseño de producción, que nos muestra una prisión bien construida con los compartimentos bien distribuidos y nos ofrece un interesante, aunque demasiado visto, método de control que se ve potenciado por unos efectos especiales que, pese a ser flojos, al menos consiguen llegar al aprobado. La película cuenta con dos escenas de exteriores, la primera bastante normalita y la segunda rodada tan bien como si yo cojo mi móvil y me voy al campo.
Christopher Lambert tiene un par de papeles decentes en su carrera y el resto de sus trabajos podrían definirse como asesinatos a las producciones. Aquí su soberbia interpretativa supera el ridículo constantemente de modo que no solamente odias al protagonista con el que deberías solidarizarte sino que estás cerca de apagar el televisor. Loryn Locklin es la única que está cerca de cumplir en su papel, pero le es imposible hacerse notar estando tan cubierta de escombros. Kurtwood Smith merece todos los malos deseos del mundo pero no porque su papel sea de malo malísimo, sino porque el que realmente es malo es él y da bastante pereza verle en pantalla. Clifton González debió entrar en la película por eso de que en todas las películas de presos tiene que haber un latino y cogieron al primero que entró en la cafetería mientras planeaban la película. El fallecido Lincoln Kilpatrick tampoco ayuda, justificando el hecho de que la mayor parte de su carrera solo pueda seguirse en TV Movies y series.
Resumiendo, que es gerundio: era 1992 y había mucha mierda de este tipo, pero Fortaleza infernal es peor que la mayoría. Tirando de sentimientos diría que todavía me produce cierto gusto, pero con solo escuchar un par de diálogos desaparece todo.
La película tiene un buen punto de partida: una sociedad futura (no mucho, apenas unos años más allá del nuestro) en el que es un crimen tener más de un hijo por un exceso de población. Y esto, que podría haber sido un buen argumento para una película de ciencia-ficción, pasa a ser una mera excusa para una trama más sobre gente que intenta escaparse de una cárcel.
Tiene todos los elementos que se supone deben existir en una película de estas características, a saber:
– Nunca se ha escapado nadie de ese lugar
– Grupo de presos enclenques pero muy inteligentes que se ajuntan al protagonista
– Preso enorme que se dedica a machacar a los anteriormente mencionados
– Un alcaide malo malísimo que le tiene ojeriza al preso nuevo
Todo ello aderezado con varias dosis de violencia innecesaria y alta tecnología futurista.
De los actores no hay mucho que decir. Lambert en su línea, los secundarios no le hacen sombra ni le roban protagonismo (excepto quizá el alcaide, que en ocasiones se pasa de maldad ).
Resultado: una cinta que llega a aburrir no por sí misma, sino por ser otra más de su género sin aportar casi nada nuevo. Para verla en casa con muchas palomitas y unos cuantos amigos de los que hacen gracietas.
Después de veinte años Fortaleza infernal no ha envejecido tan mal. Se trata de un film cutre de serie b con un presupuesto de 8 millones de dólares que recaudó más de cuarenta en la taquilla aunque en Estados Unidos fue un fracaso. Una propuesta de ciencia ficción carcelaria dirigida por el responsable de Re-animator, Stuart Gordon, y protagonizada por el infravalorado Christopher Lambert. Un actor al que la crítica especializada desprecia con saña a mi modo de ver injustamente. Tal vez sea porque su filmografía es bastante deplorable y porque en sus inicios se esperaba mucho de él y luego terminó decepcionando.
El caso es que en Fortaleza infernal encarna a un oficial de los Boinas Negras, con cargos de conciencia al sentirse responsable por la pérdida de sus hombres, que es detenido junto a su mujer por violar la ley de hijo único que impera en un futuro en el que la Tierra se ve amenazada por la superpoblación y el hambre. Les caen largas condenas a cumplir en una temible prisión subterránea en la que un sádico alcaide robotizado junto a su potente ordenador les harán la vida imposible.
Aunque el argumento es muy manido y las secuencias de acción adolecen de falta de ritmo y planificación, en general la película es entretenida con un guión interesante que se curra dentro de sus limitaciones las personalidades de unos personajes interpretados por conocidos actores secundarios como el siempre correcto Kurtwood Smith o el alocado Jeffrey Combs. Los efectos visuales no están mal del todo y la trama se desarrolla de forma correcta en un film honestamente malo pero con mucho encanto. Ocho años después de su estreno tuvo una secuela.
La empresa Men-Tel Corporation ha diseñado una prisión de máxima seguridad en la que todo está informatizado y controlado por el sistema central, Zed-10, un supercomputador autoritario con voz de mujer al que los internos llaman La Gran Madre. Tal vez por eso no duda en aplicar castigos que se salen de madre.
A pesar (o tal vez por ello) de que Stuart Gordon trabaja con ¡¡¡cuatro!!! guionistas, no logra combinar con convicción el tono de farsa habitual en una comedia gore con el pesimismo propio de un relato de futurismo agorero. Si hubiese que rescatar algún momento yo me quedaría con el principio y con el final. Lo primero que muestra el filme es un control militar en una aduana de carretera en EE.UU., a todos los ciudadanos se les identifica con un código de barras tatuado en el brazo. A las mujeres, además, se les explora el vientre para comprobar que no incurren en el delito de estar embarazadas, medida justificada por la superpoblación. Y lo último que muestra el filme…