Flying Colors
Sinopsis de la película
Sayaka Kudo es una gyaru que viste minifaldas y se tiñe el pelo de rubio. Aunque está en el segundo año del instituto, académicamente no anda muy lejos de la primaria. Frecuentemente cambia de escuela debido a su dificultad para hacer amigos e incluso ha sido sancionada por fumar. Con vistas a prepararla para el examen de acceso a la univerdad, su madre decide enviarla a la Seiho Cram School. Cuando su director tiene conocimiento de sus problemas, se toma como algo personal el ayudarle a conseguir su objetivo de ser admitida en la Universidad de Keio, de gran prestigio y considerada como la más complicada de Japón con vistas a ser aceptar estudiantes.
Detalles de la película
- Titulo Original: Birigyaru aka
- Año: 2015
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
6.4
22 valoraciones en total
Cuando pensamos en cine el primero que se nos viene a la cabeza es el de EEUU sea malo o bueno, sin embargo también existe cine muy bueno e incluso en muchas ocasiones superando con creces al cine americano aunque no tenga el presupuesto que hay en EEUU, esto se puede ver en muchas películas del cine francés, inglés y aquí es donde voy, el cine japonés. Hace un tiempo descubrí este fantástico cine y supe de la cantidad de maravillas que tiene a pesar de la poca fama que tienen fuera de sus fronteras. Cuando descubrí esta película ya sabía que no me decepcionaría por el director y la actriz principal, sin embargo al acabar de verla no pude decir nada me quede como una estatua. ¿Por qué un 10?, Porque esta película me hizo emocionarme como ninguna otra lo ha hecho, te enseña a no rendirte nunca, a que si tiene un sueño debes cumplirlo pues aunque muchos te digan que abandones nunca debes hacerlo, que las cosas se consiguen con esfuerzo y voluntad y que si crees en algo ya nadie te parará. Lo que más me emocionó es saber que está basada en hechos reales pues en ese momento te crees definitivamente la historia. Describirla es difícil pues encontrar las palabras exactas es complicado, hay que verla para entenderla. Creo que es de esas películas que hay que verlas al menos una vez en la vida
Esta película te enseña a que aprendas a luchar por lo que quieres y que si te esfuerzas puedes llegar a conseguir cualquier cosa. Todo es posible aunque los demás digan lo contrario.
Cuando ha llegado el final me encontraba limpiándome alguna lagrimilla de la cara.
Me esperaba menos de ésta película y la verdad es que me sorprendió.
Ser admitida como alumna en la universidad de Keio (Tokyo), la más importante del país, es la meta que se propone alcanzar una adolescente indolente y poco aplicada en la escuela, a la que uno de sus maestros llama repetidamente «basura». La joven protagonista, interpretada por la espléndida Kasumi Arimura, es una de esas chicas japonesas extrovertidas que se visten con minifaldas aunque haga frío y nieve. Para intentar conseguir su objetivo, su madre la inscribe en una escuela de preparación, donde un joven, positivo y motivador profesor (interpretado por Atsushi Ito, un joven pero inmenso actor que les aseguro va a dar que hablar por su maestría) la va convenciendo de su potencial humano para soñar lo mejor y llevarlo a cabo a través de esfuerzo, trabajo y dedicación. Nada suele ser gratis y casi todo requiere esfuerzo. Tanto alumna como profesor, pondrán sus manos sobre el pecho en forma de cruz, imitando a San Francisco Javier, y con parecida fe a la del emprendedor santo español, pondrán en marcha su reto. ¿Quién sabe? Pero cabe pensar que ellos quizás reciban una ayudita de San Francisco Javier (a quien el filme de manera expresa hace referencia), esforzado jesuita, misionero y santo español que en el siglo XVI fue el primer occidental en llegar a Japón (en concreto a Kagoshima, al sur de Japón, en el año 1549) e introducir allí el cristianismo.
Bonita y encantadora película que nos da la clave de por qué en Japón no abundan tanto como en la ancha Europa, los «ninis» (jóvenes malcriados que ni estudian ni trabajan), al mostrarnos la presión disciplinaria que la sociedad japonesa ejerce sobre por los niños y jóvenes para que estudien, se preparen y aprueben los continuos estudios y exámenes que tienen desde apenas cumplen los cinco años de edad, desde la escuela primaria, pasando por la secundaria y luego en la universidad, de manera que lleguen a ser miembros capacitados y ejemplo de profesionalidad y ciudadanía para Japón y el mundo.
Fej Delvahe