Ficción
Sinopsis de la película
Álex (Eduard Fernández), un director de cine tímido e introvertido, intenta terminar su último guión. Con este propósito decide alejarse unos días de su familia e ir a los Pirineos en busca de calma e inspiración. En el pueblo en el que se aloja conoce a Mónica (Montse Germán), una violinista que está de vacaciones en casa de una amiga. El amor surge entre ellos, pero se verán obligados a reprimir sus sentimientos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ficcióaka
- Año: 2006
- Duración: 107
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Opinión de la crítica
Película
6.4
62 valoraciones en total
Una de las pelis de calidad más emotivas de los últimos tiempos, que pese a mis cautelas iniciales es más que sobresaliente. A veces el cine español tiene sorpresas como ésta.
Eduard Fernández, actorazo con mayúsculas, es capaz de transmitir una emotividad intensa y contenida, y Javier Cámara nos da el contrapunto necesario de comedia.
Una historia cotidiana de personajes donde el diálogo se vuelve casi verdad, a pesar de ser ficción.
Hay películas que no te cuentan una historia, te cuentan un estado de ánimo. Por su propia naturaleza, estas películas posen una fuerte restricción. Se disfruta de ellas si uno se encuentra en el mismo estado de ánimo, o consigue cierta empatia emocional. Es importante escoger bien el momento, y rara vez perdura más allá de la duración del largometraje.
Este es el caso de Ficción.
Una muy buena película donde abundan los silencios. Silencios que lo dicen todo, con unas grandísimas interpretaciones, fantásticos todos los actores, especialmente Eduard Fernández.
Película que a algunos pueda pacerle lenta, pero que es precisamente esa lentitud lo que la hace grande, como Lost in translation o La vida secreta de las palabras .
Sin ningún tipo de narración, ni voz en off y con escasos y breves diálogos (tipo ¿qué buen tiempo hace hoy?) le dan un aire de cotidianedad y sencillez enorme.
Ficción es una de esas películas en las que lo más fácil es decir que es muy lenta, aburrida y que no pasa nada. Afortunadamente he leído más arriba algunos comentarios negativos hacia la película, muy respetables, y que por lo menos la critican por otros aspectos.
Yo, en cambio, una vez aceptado cual va a ser el tono general de película, disfruté bastante y no me aburrí en absoluto.
Ficción es la historia de una amor que no puede ser. La historia de dos personas a punto de vivir algo que no pueden vivir. Miradas que lo dicen todo, diálogos que no dicen nada, silencios elocuentes, todo esto y más se puede encontrar en Ficción.
Lamentablemente también hay cierta pedantería sobre todo en la parte que corresponde, no al hombre con sentimientos encontrados, sino al director de cine en crisis creativa. este aspecto del personaje protagonista resulta bastante menos interesante.
Aquí Cesc Gay vuelve a contar con un buen reparto. Eduard Fernández es excelente aunque sigo pensando que desde hace un tiempo se repite bastante. Es Montse Germán la auténtica sorpresa de la película, una actriz de una naturalidad aplastante.
Es una buena película, pero aviso a futuros espectadores, es de esas en las que se ve pasar el tiempo, dicho en este caso como algo positivo.
Es posible que sean las montañas. Ficción, la tercera película del catalán Cesc Gay se sitúa en las montañas de los Pirineos. Es allí a donde se dirige Álex, el personaje de Eduard Fernández, un director de cine entrado en los cuarenta y en crisis.
-Bueno, todos lo estamos un poco, ¿no?, llega a decir.
Es hasta allí a donde va para tratar de escribir el guión de su nueva película, a la casa del personaje de Javier Cámara, un amigo, y donde se encontrará también con dos mujeres, Judith (Carme Pla) y sobre todo con Mónica (Montse Germán)
Esa es la película: un director de cine en crisis que busca la tranquilidad de las montañas para poder pensar, para poder escribir. Así se podría resumir, pero no sería justo. No lo sería porque la película es sobre todo uno de los mejores juegos de silencios que uno haya visto en mucho tiempo.
(en ocasiones Gay no precisa siquiera de los gestos de los actores: se inventa una excursión con los protagonistas, sube la cámara y uno no necesita los rostros, fíjense)
Y por encima de todo la película es verosímil. Se comparten secretos que no se muestran, que se deslizan. Si nos quieren hacer escuchar a Nick Cave lo escuchamos mientras se viaja en coche. No hay aderezos. No los notamos. Con sólo unos días en una casa en una montaña sabemos que son personajes con pasado. Y lo mejor, lo más difícil, es que lo sabemos con apenas unos pocos datos. Y sin apenas palabras asistimos a una historia de amor adulta, sutil y cierta.
Sé del entusiasmo que se desprende, pero anoten una cosa: en una película de silencios no alcanzo a recordar si alguien comía palomitas.
Y sobre todo, que a pesar de los paisajes, las montañas dan igual.